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IRRITACIONES DE GARGANTA. FRENALAS A TIEMPO
Con el frío, muchos agentes infecciosos van a parar a nuestra boca, lugar estratégico para miles de microorganismos que, además de alimentarse con los desechos alimenticios, juegan con las ventajosas condiciones de humedad y altas temperaturas que se dan en esta cavidad.
Estar fuerte es vital a la hora de prevenir infecciones. Por ello, una disminución de nuestras defensas unida a la proliferación de agentes infecciosos que se multiplican con el frío, puede desencadenar con mucha facilidad irritaciones leves de garganta y/o afonías normalmente asociadas a infecciones bucofaríngeas como faringitis, amigdalitis o laringitis.
La boca, un cuartel de gérmenes
Debido a que los microorganismos tienen en la boca su principal hábitat, la higiene de esta zona tiene que ser minuciosa si queremos evitar complicaciones. Al ser una zona de paso casi constante de una u otra materia, los tejidos que constituyen y rodean la garganta, el dorso de la lengua, las amígdalas, el paladar blando, la faringe y el espacio situado detrás de la nariz, se hallan muy expuestos a las infecciones o inflamaciones.
Para evitar las infecciones de garganta hay que vigilar en primer lugar la alimentación, procurando que sea rica en vegetales de hoja verde y frutas, con un alto grado en fibras. También hay que evitar el consumo de azúcares industrializados y dulces, y por supuesto, limpiar los dientes tres veces al día, después de las comidas, usando hilo dental. Los enjuagues con soluciones antisépticas combaten los gérmenes presentes en la boca y faringe, que pueden producir irritaciones de garganta, afonías o pequeñas aftas bucales.
Al primer síntoma
El mejor atajo para prevenir complicaciones de garganta es duplicar los cuidados. Para ello, no tienes más que seguir nuestros consejos:
- Evita los ambientes cargados de humo y el tabaco.
- Evita las comidas picantes o ricas en especias.
- Mantén siempre una higiene bucal adecuada.
- Aumenta el consumo de líquidos.
- No tomes bebidas excesivamente frías o alcohólicas.
- No fuerces la voz y si tienes algún signo de ronquera, procura utilizarla lo menos posible.
- No te canses en exceso y guarda reposo siempre que puedas.
- Procura mantener siempre una temperatura estable y huye del frío y de los cambios bruscos. Una humedad razonable es buena para no aumentar las irritaciones de garganta. Los vahos pueden ejercer un efecto balsámico, proporcionando humedad a la zona irritada.
- Realiza enjuagues bucales con soluciones antisépticas y analgésicas
- Las nebulizaciones con soluciones salinas son muy recomendables en los niños, por su facilidad de uso.
- Las pastillas para chupar y los comprimidos conjugan el efecto beneficioso que ejerce la masiva producción de saliva. Además, tienen propiedades digestivas, antimicrobianas e inmunitarias. En su composición suelen asociarse diversos principios activos, entre ellos agentes antisépticos del tipo Clorhexidina, antibióticos locales, anestésicos locales, antiinflamatorios y descongestionantes.
El uso de colutorios, pastillas para chupar, gargarismos o nebulizaciones es aconsejable en el caso de que el dolor no se acompañe de fiebre, enrojecimiento leve, dolor al tragar, ganglios inflamados o cualquier complicación del tipo otitis, sinusitis o flemones
El enfriamiento
Los cambios de temperatura predisponen a la garganta a sufrir infecciones más fácilmente. No hay que olvidar que el medio en el que se desenvuelven las infecciones es el calor. Por lo tanto, al primer síntoma de dolor o irritación deberemos huir de las temperaturas altas y evitar así que la cosa se complique y degenere en una faringitis, laringitis o amigdalitis, infecciones todas que pueden tener como agente infeccioso tanto a virus como a bacterias.
Faringitis: Se llama faringitis a la inflamación aguda y repentina de la faringe, que es la parte de la garganta situada entre las amígdalas y la laringe. Esta infección puede ser causada más frecuentemente por virus que por bacterias, aunque también puede existir faringitis sin que haya infección, como por ejemplo, a causa del exceso de tabaco, de bebidas alcohólicas o de un uso abusivo de la voz.
Laringitis: La laringe se encuentra situada en la parte superior de la tráquea. En la laringitis, la infección produce una extensa inflamación de la mucosa de la laringe, incluidas las cuerdas vocales. En los niños pequeños la laringitis suele dificultar la respiración debido a la estrechez del conducto. Uno de los síntomas más clarificadores asociados a la laringe es la ronquera.
Amigdalitis: Es una infección aguda de las amígdalas, órganos del tamaño de una almendra situados a cada lado de la garganta y encargados de capturar y destruir microorganismos nocivos para el organismo. Su inflamación y enrojecimiento produce una irritación dolorosa de la garganta, y en ocasiones se producen brotes de pus.
SÍNTOMAS
Faringitis
- Inflamación y enrojecimiento de la garganta
- Dificultad y dolor al tragar
- Aumento de temperatura o fiebre
Laringitis
- Inflamación de las cuerdas vocales
- Ronquera que puede desembocar al cabo de los días en pérdida de la voz
- Puede aparecer fiebre y síntomas parecidos a los de la gripe.
Amigdalitis
- Dolor agudo en la garganta, sobre todo al tragar
- Inflamación de las amígdalas
- Enrojecimiento de las amígdalas y en ocasiones presencia de pus recubríendolas.
- Fiebre y síntomas parecidos a los de la gripe
Raras veces una infección de garganta es causada por bacterias, por lo que es importante no automedicarse con antibióticos