Estas dos afecciones pueden estar muy
relacionadas y un tratamiento simultáneo acarrea beneficios para los pacientes
que sufren ambas enfermedades.
Visto desde fuera, todos
tendemos a asociar el asma a los bronquios (tos, ?pitos?, ahogo…) y la
rinitis con síntomas asociados a la nariz y los ojos. Sin embargo, existen
multitud de evidencias que parecen indicar la relación entre ambas patologías.
Para empezar, unas cuantas cifras nos pueden acercar a esta afirmación: de los
3 millones de asmáticos españoles, el 80% presenta síntomas de rinitis alérgica
en algún momento. Pero si lo consideramos desde el punto de vista de la
rinitis, los datos son también bastante elocuentes, ya que se estima que entre un
20 y un 40% de los pacientes con rinitis acaba desarrollando asma.
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Dos enfermedades con un mismo origen
Los asmáticos padecen
rinitis con frecuencia. Y la rinitis es uno de los agentes desencadenantes de
descontrol y exacerbación del asma. ¿Dónde se encuentra el nexo entre ambas
patologías?
Los
expertos han estudiado cuál puede ser este vínculo, el cual viene dado porque
ambas enfermedades comparten varios elementos clave de su fisiopatología. Son
enfermedades inflamatorias y aquí puede residir el origen de sus semejanzas.
Tanto en la rinitis como en el asma se puede observar la presencia de una serie
de mediadores inflamatorios, denominados leucotrienos,
cuyo bloqueo, controla los síntomas clásicamente asociados a estas dos
enfermedades. Dicho de una forma sencilla: impedir la acción de estos
leucotrienos, podría impedir las crisis asmáticas y/o asociadas a la rinitis
alérgica.
Control de toda la vía aérea
Asma y rinitis se asocian
bajo el concepto de ?una vía respiratoria, una enfermedad? Dado que la rinitis
alérgica se manifiesta en uno o varios órganos, tratar exclusivamente la
rinitis no es, seguramente, el enfoque más adecuado, debiendo hacerse necesaria
la utilización de terapias que actúen a nivel de toda la vía aérea para reducir
la inflamación.
Así,
la tendencia actual es tratar el asma utilizando una base de terapia
antiinflamatoria y, cuando ésta no es suficiente, potenciar el tratamiento con
broncodilatadores. Como comenta el Dr. Luis Manuel Entrenas del Servicio de
Neumología del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba, ?en el caso del paciente afectado con asma y
rinitis, destaca el papel del tratamiento con antileucotrienos como agentes antiinflamatorios que bloquean
los síntomas de ambas enfermedades según recomiendan las guías internacionales?.
Además
de estar especialmente recomendados en pacientes con asma y rinitis alérgica,
los antileucotrienos son tan eficaces como los broncodilatadores a la hora de
controlar el asma, pero sin los inconvenientes de los efectos adversos de los
broncodilatadores de larga duración que actualmente está revisando la Agencia
del Medicamento de EE.UU.
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Impacto sobre la calidad de vida
La
rinitis alérgica limita de forma muy significativa las actividades cotidianas,
laborales o escolares de aquellas personas que sufren asma. Incluso dormir bien
por las noches se ve afectado por esta dolencia. De los resultados de una
reciente encuesta a pacientes europeos (One Airway), se desprenden
conclusiones de este tipo. De hecho el 74% de los encuestados (pacientes
afectados por asma y/o rinitis alérgica) reconocía tener problemas para dormir
bien y el 68% ve limitada su participación en actividades de ocio y deportivas.
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