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Alrededor de un 30% de la población adulta padece o ha padecido halitosis en alguna ocasión, según expone un informe de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA). El origen del mal olor en aproximadamente el 90% de los casos de halitosis está en la boca, lo que pone de relieve el papel clave que los profesionales odontólogos e higienistas adquieren en el control y tratamiento de este fenómeno.
La halitosis aparece debido a la existencia y acumulación de bacterias en la zona posterior del dorso lingual, en la misma lengua y en los tejidos duros y blandos de la boca. Estas producen una gran cantidad de compuestos en forma de gases que producen el mal olor, lo que se multiplica especialmente cuando dormimos.
Según expone la doctora Mireia Alcaraz, odontóloga de ADE Group, compañía especializada en salud dental y que cuenta con una red de más de 5.800 clínicas en Europa, “los compuestos producidos por estas bacterias pueden resultar en inflamaciones en las encías y en la destrucción de tejidos, por lo que es vital mantener una buena higiene bucodental no sólo con el cepillado de dientes, sino también con la limpieza interdental y la lingual mediante un raspador”.
La menor cantidad de saliva que generamos, sobre todo durante la noche, facilita que estos microbios se multipliquen libremente y ello hace que cuando nos levantamos y durante las primeras horas del día el olor desagradable sea más intenso. La misma situación se da tras varias horas de ayuno, en situaciones de estrés o tras haber hablado durante un tiempo considerable. Los expertos alertan que padecer halitosis también puede comportar problemas psicológicos, generando afectaciones a la vida diaria, a las relaciones con amigos y con la pareja, así como en el ámbito profesional.
¿Cómo combatir el mal aliento?
A nivel general, los protocolos de tratamiento que los odontólogos recomiendan contra la halitosis consisten en una limpieza dental profesional así como proporcionar instrucciones de higiene oral más allá del tradicional cepillado dental. En algunos casos, no obstante, también se aplican tratamientos con agentes antimicrobianos cuyo fin es reducir el número de las bacterias que producen el mal aliento.
Algunas personas creen que su aliento desprende mal olor sin que ello pueda llegarse a percibir por los demás o sin que sea realmente cierto. La halitosis puede ser clasificada en tres tipos. La genuina o verdadera es la que realmente produce mal olor y en la que este puede ser medido. No obstante, el mal aliento también puede ser una pura percepción del paciente. En tal caso, estaríamos hablando de una pseudohalitosos, cuyo origen es psicológico y en cuyo caso podría necesitarse un tratamiento de carácter psicológico o psiquiátrico. De igual forma debería tratarse la denominada halitofobia, es decir, el pánico a tener mal aliento indistintamente de que este exista verdaderamente o no.
Las mujeres recurren más a los tratamientos
Aunque aparentemente no existen diferencias explícitas entre sexos, sí es cierto que las mujeres son las que más número de tratamientos solicitan con el fin de solucionar el problema del mal aliento, “probablemente porque, en general, se preocupan más por su salud y aspecto que los hombres”, apunta la doctora Alcaraz.