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La SEOM inició en febrero de 2013 una campaña de comunicación bajo el lema: En oncología, cada avance se escribe con mayúsculas. Mensualmente la Sociedad emitirá notas de prensa con la evolución y los avances que han supuesto los principales tumores. Para el mes de abril destacamos a continuación los avances más importantes en Tratamientos de Soporte.
Considerando el global de todos los tumores malignos, a principios de los años 80, la supervivencia a los cinco años del diagnóstico apenas superaba el 45%, mientras que a día de hoy se aproxima prácticamente al 65% de los casos. El incremento es por tanto menor al 1% anual, pero la suma de pequeños avances ha llevado en su conjunto a un incremento tan significativo.
Muchos de esos avances han ido ligados a nuevos tratamientos que en ocasiones presentan efectos adversos que precisan de medicación asociada que permita una adecuada tolerancia por parte de los pacientes, son los denominados Tratamientos de Soporte. El control de las náuseas y vómitos, la neutropenia asociada a la quimioterapia o la anemia, entre otros efectos secundarios ha permitido la administración de fármacos y combinaciones que de otra manera no hubieran sido tolerables y no habrían aportado los beneficios esperados.
Del mismo modo, cuando la enfermedad no es curable, el adecuado Control de síntomas es imprescindible para mantener la calidad de vida de los pacientes. En la actualidad, es sabido que, en diversos tumores, un adecuado control de síntomas impacta también en una mayor supervivencia.
Estos pequeños avances, considerados cada uno de ellos de manera aislada, podrían haber sido considerados de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico y la calidad de vida de muchos pacientes.
Por tanto, en Oncología, cada pequeño avance cuenta y es la suma de esos avances la que permite obtener resultados. Es por ello, que los pequeños avances en el control de síntomas y los tratamientos de soporte también se escriben con Mayúsculas.
Considerando el global de todos los tumores malignos, a principios de los años 80, la supervivencia a los cinco años del diagnóstico apenas superaba el 45%, mientras que a día de hoy se aproxima prácticamente al 65% de los casos. El incremento es por tanto menor al 1% anual, pero la suma de pequeños avances ha llevado en su conjunto a un incremento tan significativo.
Muchos de esos avances han ido ligados a nuevos tratamientos que en ocasiones presentan efectos adversos que precisan de medicación asociada que permita una adecuada tolerancia por parte de los pacientes, son los denominados Tratamientos de Soporte. El control de las náuseas y vómitos, la neutropenia asociada a la quimioterapia o la anemia, entre otros efectos secundarios ha permitido la administración de fármacos y combinaciones que de otra manera no hubieran sido tolerables y no habrían aportado los beneficios esperados.
Del mismo modo, cuando la enfermedad no es curable, el adecuado Control de síntomas es imprescindible para mantener la calidad de vida de los pacientes. En la actualidad, es sabido que, en diversos tumores, un adecuado control de síntomas impacta también en una mayor supervivencia.
Estos pequeños avances, considerados cada uno de ellos de manera aislada, podrían haber sido considerados de escasa relevancia, pero acumulados entre sí han llevado a cambiar en muchos casos de una manera notable el pronóstico y la calidad de vida de muchos pacientes.
Por tanto, en Oncología, cada pequeño avance cuenta y es la suma de esos avances la que permite obtener resultados. Es por ello, que los pequeños avances en el control de síntomas y los tratamientos de soporte también se escriben con Mayúsculas.