¿Sabías que las frutas y vegetales previenen los peligros del sol al mismo tiempo que potencian el bronceado? Te damos las claves para que estas vacaciones pongas la alimentación a tu favor y no en tu contra.

doctora Ribé

Aunque el sol es fundamental para que se produzca la síntesis de vitamina D y constituye un potente antidepresivo, según la doctora Adriana Ribé, dermatopatóloga y directora de Ribe Clinic, también es cierto que las radiaciones UV del sol pueden llegar a producir cáncer de piel, anomalías benignas de los melanocitos, y diversos daños crónicos en los vasos sanguíneos y en el tejido fibroso, que contribuyen al “fotoenvejecimiento”, lo que implica degeneración del tejido conectivo elástico de la piel. En este contexto adverso, además de una buena cultura de fotoprotección solar, los alimentos pueden convertirse en nuestros grandes aliados, no solo para proteger nuestra piel y organismo de los efectos nocivos del sol, sino también a la hora de acelerar el bronceado. Algunos como las zanahorias, los tomates, la papaya, el mango, las espinacas o la calabaza, ricos en betacarotenos, ayudan a potenciar la pigmentación y a activar la melanina.

Alimentos que aceleran tu bronceado

Los expertos de Nutricion Center, empresa de referencia en asesoramiento nutricional en farmacias, recomiendan preparar la piel y potenciar nuestro tono con una dieta rica en alimentos antioxidantes, con betacarotenos y ácidos grasos. “Debemos empezar ya a incluir en nuestra dieta diaria ensaladas con tomate y zanahoria regadas con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, que aporta ácidos grasos saludables y vitamina E, así como pescados azules como atún, boquerones o caballa, que además de omega 3 aportan a la piel elasticidad y firmeza”, recomienda Marta Gámez, Directora Técnica de I+D de Nutrición Center. Y es que “para prolongar el bronceado juega un papel fundamental los ácidos grasos que hidratan y dan elasticidad a la piel”, puntualiza. Aunque la ingesta de alimentos antioxidantes debe realizarse durante todo el año, ésta debe incrementarse durante los meses de verano, ya que neutralizan la acción de los radicales libres que producen el sol en la piel. La principal fuente de antioxidantes son la fruta y las verduras, que no deben faltar nunca en una dieta equilibrada.

La hidratación también es fundamental para mantener en buen estado la piel, sobre todo con la llegada del calor, por lo que es necesario tomar de dos litros a dos litros y medio de agua para mantener el cuerpo y la piel perfectamente hidratados. También es recomendable evitar el azúcar, el exceso de alcohol y el tabaco. Además de los consejos de alimentación, también podemos recurrir a complementos alimenticios que ayuden a nuestra piel a activar la melanina, protegiéndola de los rayos solares.

Cuanto antes mejor

La renovación fisiológica de la piel requiere su tiempo, por lo que se precisan varias semanas para conseguir los efectos protectores derivados de la ingesta de carotenoides, de ahí que mientras antes se planifiquen los menús ricos en antioxidantes, mejor que mejor. Un estudio firmado por investigadores de la Heinrich-Heine-Universität en Düsseldorf (Alemania) advierte que la fotoprotección a través de los componentes de la dieta tales como b-caroteno o licopeno es mucho más baja que la que se consigue mediante el uso de filtros solares de uso tópico. Sin embargo, aseguran que el aporte dietético óptimo de micronutrientes antioxidantes aumenta la defensa cutánea contra la radiación UV, compatible con la protección a largo plazo. Además, contribuye al mantenimiento de la salud de la piel y de su apariencia, más hidratada, tersa y brillante.

Pon colorido a tus platos

1. Los carotenoides, pigmentos colorantes dispersos en frutas y hortalizas, presentan actividad antioxidante específica a nivel celular. El b-caroteno y el licopeno, los respectivos colorantes de zanahorias y tomates, se encuentran entre los compuestos más destacados de este grupo y son los predominantes en la sangre y en los tejidos humanos. Ambos compuestos modulan propiedades de la piel cuando se ingieren como parte de los alimentos o como complementos dietéticos. Hay evidencia de que protegen la piel contra las quemaduras solares (eritema solar) mediante el aumento de la defensa contra el daño de la luz UV, aunque su eficacia fotoprotectora no es comparable con el uso de un protector solar.

2. No obstante, los vegetales comprenden una mezcla compleja de componentes, de manera que en conjunto ejercen un efecto sinérgico a la reconocida actividad antioxidante y fotoprotectora observada en los carotenoides. Como ejemplo; las moléculas como el fitoeno y fitoflueno son precursores de los carotenoides mayores (beta-caroteno o licopeno) y se producen en diversas frutas y hortalizas. Su espectro de absorción cubre el rango UVB y UVA, de manera respectiva, lo que podría contribuir a los efectos fotoprotectores de alimentos ricos en carotenoides.

3. Junto a ellas están la luteína y xeaxantina, abundantes en la yema de huevo y en el maíz, que han mostrado su rol protector en enfermedades oculares por su capacidad de absorber el espectro de luz dañina para el ojo. También se discute el potencial fotoprotector de la vitamina E, muy abundante en el germen de trigo u otros cereales y frutos secos (pipas de girasol, avellanas y almendras), alimentos fáciles de añadir a las ensaladas. Los aceites vegetales (de girasol, de maíz, de oliva virgen extra) también son fuente concentrada de dicha vitamina.

Los zumos: aliados del verano

tabla zumos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los zumos constituyen una fuente imprescindible de vitaminas y minerales, con la ventaja de que algunos componentes pasan directamente a la sangre, sin necesidad de digestión previa ni de desgaste energético. Uno de los principales valores que los zumos aportan a nuestra dieta, es su poder como fuente de vitaminas antioxidantes, carotenoides y polifenoles. Con motivo de la celebración del Día Mundial del Zumo el pasado 12 de junio de 2013 en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Asociación Española de Fabricantes de Zumos (Asozumos) explica que:

  • El zumo de frutas es una fuente natural de vitaminas con capacidad antioxidante, propiedades que fundamentalmente están contenidas en las vitaminas C y la E. Además de esta función, la vitamina C tiene un importante papel en la absorción del hierro, y se sabe que una ingesta reducida de vitamina E se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El zumo de frutas también es fuente importante de carotenoides, en concreto de precursores de vitamina A, que también tienen una alta capacidad antioxidante, además de participar en otras funciones como el metabolismo óseo o la función visual, entre otras.
  • En otro ámbito diferente al de las vitaminas y sin embargo, con un beneficio para la salud similar, se encuentran los polifenoles, unas moléculas de origen vegetal que se encuentran en el zumo de manera natural y cuya actividad antioxidante potencia en gran medida los efectos de las vitaminas A, C y E. Además, el zumo de frutas contribuye a aportar a nuestra dieta una buena parte de la cantidad diaria recomendada de ácido fólico, también denominado vitamina B9, cuyos efectos en la prevención de malformaciones fetales es ya muy conocido.
  • El zumo de frutas es una manera muy equilibrada de incluir minerales en nuestra dieta. Dentro de este grupo hay que destacar el potasio, que interviene en el mantenimiento de un correcto equilibrio hídrico; el magnesio, que participa en la formación de los huesos o en el refuerzo del sistema inmunológico; o el calcio, que aunque no puede considerarse una fuente elevada de este mineral, tiene un cierto aporte que no se debe menospreciar. Podemos destacar también la aportación de manganeso, zinc, bromo o cobre, que también participan en importantes funciones biológicas.

Tabla dieta

¿Y los nutricosméticos?

Los nutricosméticos son compuestos que contienen antioxidantes de origen natural que contribuyen a proteger del daño provocado por un exceso de radicales libres originados en diversos procesos metabólicos y por agresión ambiental, como la exposición solar. En el caso de las cápsulas orales, se recomienda tomar una cápsula diaria antes de la exposición solar, y a poder ser, 1 mes antes de la exposición solar más intensa, así el organismo podrá asimilar mucho mejor los principios activos. Unos 15 días antes de la exposición al sol, la doctora Ribé aconseja tomar nutricosméticos y aceleradores de bronceado (parches, cremas, cápsulas orales) que ayudarán a prolongar, activar y acelerar el tono moreno de la piel gracias a sus componentes naturales. Esta experta recomienda elegir productos de calidad que nos garanticen sus efectos y resultados probados clínicamente. Son compuestos innovadores que incorporan fotoinmunoprotectores, activos de origen natural, que actúan tanto por dentro como por fuera, aportando 4 niveles de protección adicionales: efecto antiaging, antioxidante, inmunológico y protector del ADN de nuestras células. Siempre debemos recordar el uso y aplicación de cremas protectoras para el sol adaptadas a cada caso y zona a tratar.

 

 

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Redacción Consejos

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