-Quisiera plantearle unas dudas.
-Si está en mi conocimiento, con mucho gusto.
-¿Qué es el hipo?
-Una contracción espasmódica del diafragma.
-¿Y el tartamudeo?
-Pronunciar entrecortadamente y repitiendo las sílabas.
-Pues veo que su conocimiento es muy amplio
-Es mi oficio. De todos modos… gracias.
-Pues aún, después de la explicación, sigo con otra duda.
-Dígame a ver si se la puedo resolver.
-Tengo un niño que no sé si tiene hipo o es tartamudo.
-Ahora la duda la tengo yo. ¿Y eso?
-Verá?, es que dicho así parece algo muy raro. No se trata,
exactamente, de mi hijo.
-Ya va cambiando la cosa.
-Es que todos los veranos mi familia acoge a un niño
extranjero.
-¡Ah, ya!
-Y este año tenemos a un pequeño encantador pero muy
introvertido.
-¿Y qué le ocurre?
-Que como no conocemos el idioma, cuando le hablamos solo
dice sí o no moviendo la cabeza.
-Pero dirá algo más… ¿no?
-Cuando empieza a hablar suelta un ?hip,
hip…? entrecortado.
-De ahí la duda de si hipo o tartamudeo? ¿verdad?
-Exactamente.
-En principio creo que debe ser tartamudez porque el hipo es
algo continuado.
-Es que cuando intenta comenzar a hablar, le salta el ?hip, hip?… y ¡ya no para!
-Mire, convendría que le llevase al médico.
-¿Tan grave es?
-Si es hipo puede que la causa sea neurológica.
-¡Uf!… ¿Tanto?
-En personas mayores, este problema puede achacarse al
alcohol o al tabaco. Y éste no es el caso.
-Por supuesto.
-También, de ser adulto, se podría pensar en una hernia de
hiato o reflujo gastroesofágico.
-Ése es mi marido.
-¡Pero en un crío! ¿Qué edad tiene?
-Seis años.
-Pues pruebe, cuando empiece así, a hacerle respirar varias veces en una bolsa
de papel.
-¿Esto es eficaz?
-Aumenta la concentración de anhídrido carbónico lo que se ha
comprobado que inhibe el hipo.
-¿Y si es tartamudeo?
-Pruebe a enseñarle una palabra larga, que le haga gracia, y
a pronunciarla despacio.
-Si se atasca… ¿qué hago?
-Póngale debajo de la lengua unos granitos de arroz.
-¿Y se dejará?
-Hágaselo ver como si fuese un juego. Verá como acaba riendo.
-¿Y no hay ningún medicamento?
-¿Se refiere al hipo?
-Sí.
-De confirmarse el diagnóstico se le podría tratar con un
principio activo que se llama clorpromazina, pero no
se lo recomiendo.
-¿Y para la tartamudez?
-Éste es un problema más psíquico que somático.
-Pero, ¿hay algo?
-Existen unos medicamentos de última generación que, a mi
modesto entender, son más perjudiciales que beneficiosos.
-Oiga, ¡me está usted sorprendiendo!
– Lo que le estoy diciendo es, para un farmacéutico, algo
bastante conocido.
-Lo sorprendente es que todo lo que me recomienda son
remedios caseros.
-Es que, a veces, es lo que mejor funciona.
-Pero también desaconseja los medicamentos.
-No siempre, mujer.
-Pero en mi caso sí y por ello le felicito. No es frecuente
en un comerciante.
-Es que yo no lo soy, señora. Soy farmacéutico. Pedro Caballero-Infante