Los riesgos del sol
Los expertos ofrecen pautas para proteger la piel tatuada, evitar infecciones y prevenir riesgos asociados como el melanoma.
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La piel tatuada es más delicada y susceptible a los daños solares, especialmente durante el proceso de cicatrización. Entre las recomendaciones de los expertos figuran evitar hacerlos sobre lunares o alrededores y no tomar el sol durante las primeras semanas posteriores a la realización del tatuaje.
Aunque no se puede hablar de una prevalencia aumentada de cáncer de piel en personas tatuadas, según la Fundación del Cáncer de Piel, el riesgo de padecer un melanoma se duplica si se ha tenido más de cinco quemaduras solares, situación más frecuente en personas tatuadas que no han seguido una serie de precauciones. Los expertos académicos del Máster en Cosmética y Dermofarmacia del Centro Europeo de Másteres y Posgrados alertan de los riesgos de exponer al sol los tatuajes siempre (incluso años después de realizarlo), pero especialmente durante el proceso de cicatrización. Estas son sus recomendaciones:
- Dado que los rayos UV pueden desvanecer los colores y dañar la piel recién tatuada, no debemos exponer el tatuaje directamente al sol durante las primeras semanas, cubriéndolo con ropa ligera y de colores claros que reflejen la luz solar.
- Evitar los tatuajes sobre o cerca de lunares, ya que esto puede dificultar la detección temprana de cambios en la piel que podrían indicar cáncer, como el melanoma. Es fundamental que los lunares permanezcan siempre visibles para facilitar su correcto monitoreo.
- Usar un protector solar de amplio espectro con al menos SPF 30 y aplicarlo generosamente sobre el tatuaje, reponiendo la crema cada dos horas o después de cada baño. Deben tener preferentemente filtros con un amplio espectro de bloqueo de rayos UVB y UVA conocidos por degradar los pigmentos del color. También se recomienda que contengan pantenol, conocido por favorecer el proceso de regeneración natural de la piel, e ingredientes que ayuden a hidratar y calmar la piel, como vitamina B5, vitamina E, aloe vera, árnica y caléndula.
- No se debe sumergir el tatuaje en agua durante las primeras dos a tres semanas. “Hay que evitar zambullirnos en el mar o en las piscinas sin cuidar esa zona pigmentada: a veces se nos olvida, pero el agua puede traspasar al cuerpo bacterias y, en consecuencia, causar infecciones”, explican los expertos.
- De cara a evitar las infecciones, también es importante mantener una buena higiene en esa zona: “Debemos lavar el tatuaje suavemente con agua y jabón neutro, evitando productos que contengan alcohol y que puedan irritar la piel tatuada”, explican.
Vigila con la regla ABCDE
La observación de lunares es imprescindible en la prevención del melanoma y se realiza en base a la regla ABCDE, 5 indicadores de riesgo de padecer lesiones cancerígenas:
- Asimetría: la mitad de un lunar se ve diferente de la otra.
- Bordes: los bordes irregulares, mal definidos o borrosos.
- Color: lunares particularmente oscuros o multicolores.
- Diámetro: mancha mayor de más de cinco milímetros de diámetro.
- Evolución: lunar que modifica su tamaño, forma o color y pica, se inflama o sangra.