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¿A quiénes afecta la presbicia?
Conocida popularmente como vista cansada, la incapacidad de enfocar de cerca es la principal anomalía visual que afecta a las personas a partir de los 40-45 años. Un problema relacionado con la refracción del ojo y ligado al envejecimiento de los órganos para el que no existe prevención.
La presbicia aparece de manera natural a medida que envejecemos: el ojo no es capaz de enfocar la luz directamente sobre la retina debido al endurecimiento del cristalino (la lente natural del ojo humano) que se encuentra detrás del iris y que, con la ayuda de los músculos y ligamentos que lo rodean, sirve para enfocar las imágenes como hace el zoom de una cámara. En personas jóvenes el cristalino es blando y flexible lo que permite que estos pequeños músculos cambien fácilmente la forma del cristalino para que pueda enfocar objetos cercanos o lejanos. Pero a medida que envejecemos va perdiendo elasticidad y, con ello, su capacidad de acomodación, lo que provoca la presbicia y la imposibilidad de ver nítido de cerca. La visión se va perdiendo progresivamente a partir de los 40 ó 45 años y se alarga unos 10 años hasta estabilizarse.
La presbicia es un defecto de refracción del ojo (la visión se produce cuando los rayos de luz se desvían o son refractados al pasar a través de la córnea y el cristalino) al igual que la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Ocurre un fenómeno curioso, y es que las personas con miopía (dificultad para ver de lejos) tardan más tiempo en notar los síntomas de la presbicia. Al tratarse de defectos visuales podríamos decir que opuestos, la miopía es capaz de compensar la presbicia, no evita su aparición, pero sí “camufla” sus síntomas. Las personas con miopía pueden no notar durante algunos años que ven mal de cerca o tienen que quitarse las gafas de lejos para poder ver de cerca.
Prácticamente universal
Todas las personas pierden cierta capacidad de enfocar los objetos cercanos a medida que envejecen, pero algunas lo notarán más que otras. Se estima que el 81% de la población española de más de 45 años y el 98% de los mayores de 65 años padece presbicia.
¿Tengo presbicia?
Los signos y síntomas incluyen:
- Visión borrosa
- Dificultad para leer letras pequeñas y para ver los objetos cercanos
- Necesidad de tener más luz
- Necesidad de alejar los objetos para verlos correctamente (el típico gesto de alargar el brazo para poder leer algo)
- Dolor de cabeza
- Cansancio ocular
Gafas, lentillas, cirugía
La corrección de la vista cansada es sencilla con gafas o lentillas. El oftalmólogo, tras un examen, la diagnosticará y establecerá la graduación necesaria. También es posible corregir la presbicia mediante cirugía refractiva con la implantación de una lente intraocular o de un tratamiento con láser.