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La actriz asturiana Beatriz Rico vuelve con una sorpresa: la publicación de su primera novela. Hablamos con ella para que nos cuente cómo ha surgido la idea y las confesiones de Rita, su protagonista. A lo largo de su trayectoria profesional ha sido galardonada, entre otros, con el Premio Compromiso Cine Español, el Premio a la Mejor Actriz en el VIII Festival Internacional de Cine Solidario de Castilla-La Mancha, por el cortometraje sobre el cáncer de mama La teta que os falta (2013). Y también ha recibido el Premio Mejor Actriz Fed Fest Film Festival (Los Ángeles. 2019). Ahora deja los escenarios por un momento y da un salto a la literatura con una obra risueña y conocedora de la vida, De Miss a más sin pasar por Albacete (ed. Planeta).
Se ha lanzado por fin a escribir su primer libro. Y ha asegurado en alguna ocasión que ha escrito el libro que a usted misma le hubiera gustado leer. ¿Qué le ha llevado a De Miss a más sin pasar por Albacete (ed. Planeta)?
Pues han sido varias cosas. Es una profesión que no es tan rara teniendo en cuenta que yo escribo mis propios monólogos y sé lo que es subir al escenario, que el texto funcione y que la gente se ría. Soy muy feliz pudiendo hacer reír a la gente. Mi marido y mi amigo Jean Paul me decían continuamente que escribiera. Y yo: ¡sí, ya me pondré! Mi marido me dejaba cada mañana mi libreta y un boli. También resulta que en mi IG suelo escribir textos algo largos, y cuando de repente no escribía, me decían mis seguidores: ¡hoy no has subido el post! …y pensaba… Esto ya son muchas señales. Me tengo que poner a escribir. Y mira por donde, llegó el confinamiento terrible, en el que tuve picos psicológicamente y me vine abajo. Y, de repente, un día, me lancé a escribir. Me puse las mallas para hacer bici estática y vi de reojo la libreta. Y no me digas qué fue, ni por qué, pero me senté y de repente empecé a escribir. Cogí un grado de concentración alucinante, con muchas ideas, y sin darme cuenta acabé el primer capítulo. Desde ese momento, me lié con los personajes, la trama…
Lo ha escrito a mano… Pero eso se va perdiendo cada vez más debido a la tecnología y RRSS…
Pienso que es una cuestión generacional y de hábitos. Yo puedo escribir con el ordenador, pero realmente todos mis apuntes cuando estudiaba eran a mano. Así, tengo una velocidad con las ideas que no tengo con el ordenador. Si tengo que escribir una carta, donde poner mis sentimientos y mi alma, no se me ocurre escribirla en el ordenador. Lo que me sale es coger el boli, que es con lo que me fluyen las ideas y emociones.
En su novela hace un repaso a diferentes temas como las adicciones, al corazón, la estética… ¿tiene tintes autobiográficos?, ¿qué más nos puede desvelar de este nuevo libro?
Siempre se dice que la primera novela tiene algo de autobiográfico. Eso es lógico porque, al ser el primer libro, tienes muchas vivencias que volcar. Si que hay pensamientos de Rita que son míos, pero también hay reflejadas otras cosas que he visto, otras que me han contado, otras que me he inventado, otras que he hablado entre amigas… Creo que es interesante el juego de que el lector diga ¿esto será suyo o no? Lo que quería era un libro que la gente cuando lo leyera se riera tan alto que pensaran los de la casa de al lado ¿qué está pasando? Me he dado cuenta de que es un privilegio poder hacer reír a la gente. Yo tengo la suerte de que hoy me pones un micro delante, o escribo un libro y la gente lo lee. O me subo al escenario y me escuchan, con lo que tengo el deber moral de mandar un mensaje, si no, estoy perdiendo una oportunidad de oro. Pero, aunque la base del libro es el humor y el objetivo es que la gente se ría, también hay algunas historias duras, que es la vida real. Como dices, se toca el tema de las adicciones, de lo que les ocurre a las mujeres en cuanto al físico cuando cumples años, de la enfermedad, de la muerte… porque me siento en la obligación de lanzar un mensaje y una ayuda por si alguien la necesita. Hay gente que no tiene voz. Y yo me siento en la obligación, ya que tengo la suerte de que a mi sí se me escucha, y es como si las voces de esas personas estuvieran en mi garganta. Y lo hago. Pero en cuanto termino de hablar de eso, rápidamente retomo el humor porque no quiero que se quede ese poso gris. Creo que con el humor todo entra mejor. Quiero que detrás del mensaje duro siempre haya una esperanza o una salida. El humor es maravilloso, transforma todo y hace que digamos mejor las cosas, si no, sería imposible. Es un arma que tenemos a nuestra disposición y que utilizo desde pequeña.
Beatriz Rico: “Soy muy feliz pudiendo hacer reír a la gente”
¿Habrá segunda parte entonces de las aventuras de Rita?
Yo quiero que la haya, claro que sí, pero eso ya depende de los lectores. Llega un punto en que cuando escribes te obsesionas con el personaje y la trama y quieres continuar. Asi que estoy deseando seguir contando cosas de Rita. Pero ya eso no está en mis manos. Ya el libro no es mío, sino de los lectores. Así que, si quieren, por supuesto… pero son ellos los que deciden.
Es una gran luchadora de los derechos de las mujeres. ¿En qué punto cree que estamos en el S. XXI?
Pues a ver, hay techos de cristal que se han roto. Afortunadamente se ha avanzado, pero aun queda. Por ejemplo, yo como actriz, te digo que hay papeles que antes no había a partir de los 35. Ahora es a los cuarenta y pico. Hay pocos y los que hay son secundarios. Pero no pasa solo en España. Mira Jodie Foster o Susan Sarandon. A mi me encantan, pero hay una franja entre cuarenta y pico y sesenta y pico en que hay muy pocos. Yo no sé si el público no lo demanda o lo que se vende es otra cosa. Pienso que el público acepta lo que le das siempre que esté bien y haya talento. Nosotras también tenemos cosas interesantes que contar, incluso más que una chica joven que ha vivido menos. Pero todavía se nota que lo que se ofrece es juventud, frescura, belleza… Eso, por un lado. Y luego, lo más importante, las cifras de violencia de género no bajan. Sigue siendo estremecedor. Hemos conseguido muchas cosas, pero la más importante, la que me quita el sueño, es la violencia de género.
Su faceta solidaria es muy activa. Suele acompañar a mayores en hospitales, etc. ¿Cree que la sociedad española es solidaria?
Yo creo que España es un país muy solidario cuando llega un punto límite. Hemos visto colas para donar sangre cuando, por ejemplo, pasaron los atentados de Atocha. O en una carretera si hay un accidente… Durante la pandemia esa frase de “Vamos a salir mejores” yo no la he visto. Somos seres humanos y el ramalazo de egoísmo y del yo primero está ahí. Son gente muy elevada espiritualmente, como el Padre Ángel, al que admiro tantísimo, los que ponen a los demás por delante de ellos mismos. Yo soy voluntaria y me he encontrado con gente maravillosa, que está muy por encima de mi. La verdad es que soy muy feliz siendo voluntaria, me completa mucho. Cuando me voy de la habitación y esa persona mayor me da besos me da la vida, pero luego tengo mi trabajo, mi vida… Y veo compañeros para quien su vida es ese servicio a los demás. La mejor religión es tener un buen corazón.
Sabe que nuestra revista se distribuye exclusivamente en farmacias. ¿En qué le ha ayudado este establecimiento? ¿Suele pedir consejo al farmacéutico?
Desde jovencita soy muy fan de las farmacias. Siempre digo que entrar en una farmacia es mejor que en el Sephora, por ejemplo. En mi farmacia de confianza, a la que siempre voy, se ponen muy contentos cuando voy porque saben que me dejo un buen dinero. Cuando entro veo siempre veo todo tan limpio y las estanterías tan bien colocadas que pienso que es la solución al problema que tenga en ese momento (entre risas). En la farmacia compro la protección más fuerte que hay, y que uso de hace años, ya que mi padre tuvo un melanoma y me da pánico. También cojo las píldoras antioxidantes y me siento mejor porque los huesos, cartílagos, la piel, el pelo… mejoran. Me noto hasta con el estado de ánimo mejor. Las cremas de cara también las compro ahí. Las mascarillas, FFP2, que son las que uso, el dentífrico y el colutorio… la farmacia me da mucha más confianza y siempre le pido consejo a Concha, mi farmacéutica. Si tu farmacéutico es de confianza siempre te aconseja lo mejor.
PARA CONOCERLA MEJOR
Un libro que le haya marcado (que no sea el suyo): El guardián entre el centeno.
Cómo se definiría personalmente: Soy muy cambiante. Como buena piscis tengo cambios de ánimo. También tengo mucho genio, pero estoy contenta porque a estas alturas estoy lidiando con él. Y me considero una persona empática. Soy un poco montaña rusa.
Un destino por descubrir: La Polinesia. Menos este año, que no hemos podido viajar, mi familia y yo todos los años hacemos los viajes que soñamos. Necesito viajar con mi familia. Me gusta tener recuerdos con mi marido y mi hijo. Nos une mucho.
Su mayor hobby: El deporte. Voy todos los días al gimnasio. Por eso quizás caí en una especie de depresión o melancolía durante la pandemia (al no poder ir). Me da la vida. Además, que de cuerpo me veo mejor ahora que con 25 años, a nivel mental es muy importante. Las endorfinas están ahí. El deporte es vida, siempre y cuando no caigas en la obsesión.
Qué don le gustaría tener: el de la paciencia.
Un reto que le quede por cumplir: Hacer un musical en la Gran Vía madrileña, que es el Broadway castizo.
Por Bárbara Fernández