Las chinches son pequeños insectos, parásitos que se alimentan de la sangre humana y de otros animales, que pican normalmente de noche, principalmente en dormitorios. A pesar de la alarma que se ha creado por su expansión en Francia y otros lugares de Europa, hay que decir que, aunque tener una plaga en casa puede ser desagradable, no transmiten enfermedades y las picaduras no revisten importancia salvo en personas alérgicas a estos insectos.
Las chinches que habitualmente encontramos en las viviendas (Cimex Lectularius) se conocen como “chinches de cama” porque su hábitat preferido son los cabeceros, somieres o estructuras de las camas, sábanas y edredones y cualquier otro objeto que esté alrededor de estas. Normalmente comienzan a estar más activas con la caída de sol, aunque pueden picar en cualquier otro momento del día.
La limpieza de las casas tiene un efecto positivo sobre el control de estas chinches, pero al contrario que con las cucarachas, no influye directamente, ya que se alimentan de la sangre de sus víctimas y no de los restos de comida como hacen las cucarachas.
Cómo son
Los huevos son muy pequeños (del orden de 1 mm), ovalados y de color blanquecino, y se pueden encontrar adheridos a las superficies del mobiliario, paredes, y otros enseres de las viviendas infestadas. De adultos adquieren un color más oscuro, marrón rojizo, y en grupo se asemejan a salpicaduras de tinta. Son insectos difíciles de eliminar a través de productos de uso doméstico y, además, pueden reproducirse rápidamente lo que, con frecuencia, facilita la extensión de la plaga.
La picadura
Los síntomas que provoca la picadura son muy similares a la de otras picaduras de insectos como los mosquitos, aunque los efectos de las de las chinches suelen tardar más tiempo en desaparecer por completo.
La lesión presenta un aspecto rojizo e inflamado, a menudo con un centro más oscuro y es pruriginosa (causa picor). Las picaduras se muestran agrupadas en grupos de tres o formando una línea y suelen aparecer en la cara, el cuello, los brazos y las manos.
Existe gran variabilidad respecto a la reacción que las picaduras provocan en el individuo, dependiendo de muchos factores como las características de la piel, el ambiente y el tipo de chinche. En algunas personas son indetectables, de hecho, en un gran número de casos (alrededor del 50%) no hay ningún tipo de síntoma visible. En otros, sin embargo, provoca picazón, ampollas o urticaria. Algunas personas también pueden desarrollar infecciones en la piel por rascarse las picaduras. En determinados individuos pueden causar reacciones alérgicas o reacciones cutáneas graves y en estos casos será necesario buscar ayuda médica.