Esta deformidad o calcificación del hueso calcáneo está producida por una tensión continuada sobre la fascia plantar. La lesión ocasiona dolor e inflamación en la zona afectada y dificultad a la hora de apoyar el talón. Si no se trata a tiempo, la enfermedad puede volverse crónica y complicar la curación.

El espolón calcáneo se forma cuando la fascia plantar, el tejido conjuntivo que se extiende desde la parte inferior del talón hasta la base de los dedos, tira demasiado del talón. Puede estar causado por una anatomía anormal del pie (si este es plano o cavo, por ejemplo) o al realizar esfuerzos excesivos, repetitivos o bruscos con el pie. Por ello es frecuente en personas que sufren sobrepeso, entre corredores, bailarines o en aquellos otros cuya actividad requiere permanecer de pie o caminar sobre superficies duras durante periodos prolongados de tiempo. Asimismo, las personas sedentarias suelen resultar afectadas al aumentar de modo repentino su nivel de actividad. El uso continuado de un calzado inadecuado (zapatos de tacón alto o con poca amortiguación) también puede estar en el origen de este trastorno.  

El síntoma más frecuente es el dolor en la parte interna del talón y los pinchazos que se producen cuando el pie está en activo, al cargar peso sobre el talón. Cuando está en reposo, este dolor se atenúa o incluso desaparece.

El diagnóstico

El espolón calcáneo puede observarse a través de una radiografía en la que se aprecia una protuberancia ósea puntiaguda sobre el calcáneo, la parte inferior del hueso del talón.

Los tratamientos

  • Para su curación se deben evitar aquellas actividades que produzcan un impacto sobre el pie y, en personas con sobrepeso, es aconsejable bajar de peso.
  • Las plantillas ortopédicas permiten descargan el talón de tensión y ayudan a amortiguar la pisada.
  • La fisioterapia y la colocación de una férula por la noche pueden ser también de mucha ayuda, así como realizar ejercicios de estiramiento.
  • El especialista podrá recetar, además, fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), muy efectivos para eliminar o disminuir el dolor, así como infiltraciones en la región dolorosa.
  • Si los síntomas todavía persisten, otro posible tratamiento es el que se realiza con ondas de choque. En los casos más graves y si el dolor es muy intenso, el espolón puede corregirse mediante una intervención quirúrgica.  

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Redacción Consejos

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