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La demencia se perfila como uno de los retos sanitarios más relevantes de las próximas décadas. Según proyecciones de Alzheimer Europe, se estima que para el año 2050 habrá 1,7 millones de personas en España afectadas por algún tipo de demencia, lo que equivaldrá al 4% de la población, más del doble del 1,83% registrado en 2018.
Aprovechando la celebración del Día del Libro, el 23 de abril, Ace Alzheimer Center Barcelona hace un llamado a fomentar el hábito de la lectura como medida preventiva. Leer, además de ser una fuente de placer, representa un ejercicio potente para el cerebro: estimula la atención, la memoria y la visualización, funcionando como un escudo contra el deterioro de las funciones cognitivas.
Esta afirmación se apoya en investigaciones como el análisis “El hábito de la lectura como factor protector de deterioro cognitivo”, donde se constata la relación positiva entre lectura frecuente y salud cerebral.
Más que un entretenimiento: un hábito protector
La lectura no solo contribuye a mantener nuestras capacidades mentales, sino que también actúa como herramienta para reducir el estrés, responsable de dolencias neurológicas como las cefaleas. Asimismo, leer antes de dormir mejora la higiene del sueño, consolidando rutinas saludables.
Uno de los principales beneficios de esta actividad es el aumento de la reserva cognitiva, un concepto fundamental que alude a la capacidad del cerebro para adaptarse y resistir los efectos de enfermedades neurodegenerativas. Cuanta más reserva cognitiva, mayor será la tolerancia del cerebro a los cambios asociados con la edad o el Alzheimer.
Factores que refuerzan la reserva cognitiva
Además de la lectura, otros elementos como el nivel educativo, el estilo de vida y las actividades recreativas también influyen en la creación de esta reserva. Estudios indican que tener al menos estudios primarios y haber leído regularmente durante más de cinco años mejora significativamente la protección contra enfermedades como el Alzheimer.
Recomendaciones de Ace Alzheimer Center Barcelona
El equipo de expertos de Ace aconseja combinar la lectura con otros hábitos que mantengan el cerebro activo:
- Aprender cosas nuevas: fomenta la plasticidad neuronal, ayudando al cerebro a adaptarse a los cambios.
- Mantenerse socialmente activo: la interacción refuerza habilidades como el lenguaje y la memoria.
- Participar en juegos y actividades con objetivos: sudokus o cartas estimulan la planificación y la toma de decisiones.
- Evitar la rutina: introducir cambios diarios incrementa la actividad cerebral y disminuye el estrés.
La lectura, también útil en el tratamiento del Alzheimer
No solo se recomienda la lectura para prevenir, sino también para tratar el Alzheimer. Según América Morera, responsable de la Unidad de Atención Diurna en Ace Alzheimer Center Barcelona, esta actividad puede preservar la memoria y el lenguaje en personas diagnosticadas.
“Es importante adaptar las lecturas a las necesidades e intereses de cada paciente para conseguir que esta actividad les resulte atractiva e incluso les permita recordar aspectos o emociones vitales”, resalta Morera, quien también sugiere leer en voz alta como método efectivo.