
En España se ha observado que la prevalencia de vejiga hiperactiva y/o incontinencia urinaria afecta al 10% de mujeres entre 25 y 64 años, al 5% de hombres entre 50 y 65 años y a más del 50% de los hombres y mujeres mayores de 65 años, aumentando de forma progresiva con la edad. La incontinencia de esfuerzo afecta más a las mujeres en edades medias de la vida. Sin embargo la prevalencia de incontinencia de urgencia y la vejiga hiperactiva aumenta con la edad y llega a ser similar en ambos sexos a partir de la sexta década de la vida.
Para quien lo sufre supondrá un gran inconveniente social que afecta a su calidad de vida…
La incontinencia urinaria afecta claramente a la calidad de vida relacionada con la salud. Muchos afectados ven limitadas sus actividades sociales y sufren aislamiento por este problema. Además supone una carga social económica importante.
¿Qué tipos de incontinencia sufren los hombres y cuáles son sus causas?
La incontinencia masculina puede clasificarse como incontinencia de urgencia (asociada a la vejiga hiperactiva); de esfuerzo, generalmente asociada a neuropatías o a lesiones iatrogénicas como puede ocurrir en relación a la cirugía del tracto urinario inferior; o incontinencia mixta, que es una combinación de la incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia. La incontinencia de urgencia es un síntoma de la fase de llenado del ciclo miccional que puede asociarse a obstrucción del tracto urinario inferior o a enfermedades neurológicas (parkinson, esclerosis¡ múltiple, etc). Además las circunstancias que produzcan fenómenos de inflamación o irritación de la vejiga (infección, inflamación, neoplasia) pueden producir incontinencia urinaria y en ocasiones el síndrome de urgencia y frecuencia con o sin incontinencia urinaria puede ser la primera manifestación de un carcinoma in situ de la vejiga urinaria.
Una vida sana, con dieta apropiada, evitando el sobrepeso y la vida sedentaria son factores de salud importantes. La incontinencia post-prostatectomía no sólo se relaciona con la técnica quirúrgica en sí misma y la habilidad del cirujano, sino con la propia anatomía y disposición de las fibras esfinterianas ya que incluso puede presentarse después de una cirugía con técnica exquisita y cuidadosa. La realización de ejercicios del suelo pélvico en el postoperatorio posibilita la recuperación precoz de la continencia urinaria en pacientes intervenidos de prostatectomía radical por cáncer de la próstata.
Qué consejos daría para mitigar el problema…
Además de una vida sana que evite el sedentarismo, los hábitos tóxicos y el sobrepeso, es importante consultar al especialista de forma precoz cuando hay síntomas del tracto urinario inferior o hay sospecha de cáncer de próstata. La detección precoz del cáncer permite la realización de cirugía radical con intención curativa que al mismo tiempo preserva los nervios responsables de la inervación de la función eréctil y de la continencia.
¿Existen tratamientos efectivos para tratar la incontinencia urinaria?
El tratamiento es un proceso escalonado que comienza siendo conservador. Disponemos de fármacos antimuscarínicos que permiten corregir la urgencia y la incontinencia en un alto porcentaje de pacientes. Los efectos secundarios de los fármacos antimuscarínicos incluyen entre otros la sequedad de boca y estreñimiento. Recientemente se han introducido los fármacos agonistas de los receptores adrenérgicos de tipo B-3, que tienen una eficacia similar a los antimuscarínicos aunque con menos efectos secundarios y por lo tanto son mejor tolerados. Si el tratamiento farmacológico no logra resolver el problema de la incontinencia de urgencia, hoy en día tenemos otras posibilidades tales como la inyección intravesical de toxina botulínica o la neuromodulación de las raíces nerviosas sacras.
Cuando la incontinencia de esfuerzo post-prostatectomía repercute en la calidad de vida del que la padece es apropiado recurrir a la cirugía. Existe amplio consenso en esperar un año después de la cirugía ya que la continencia puede mejorar de forma progresiva durante el primer año. Cuando la incontinencia persiste después del año de la prostatectomía radical se puede corregir quirúrgicamente para lo cual hay varias técnicas y dispositivos.