El doctor Jorge Navalón es oftalmólogo y director médico de Clínica Baviera de Valencia

¿Qué es la presbicia? 

La presbicia es un defecto visual que se produce porque nuestro cristalino, que es la lente natural que tenemos dentro del ojo y actúa como un zoom capaz de enfocar de lejos y de cerca, envejece, se va endureciendo, y va perdiendo la capacidad de enfocar los objetos que tenemos más próximos.  Esta elasticidad no se pierde “de golpe”, sino que se va reduciendo progresivamente a partir de los 40 o 45 años y durante unos 15 años, hasta perderse totalmente sobre los 60 o 65 años. 

¿Afecta únicamente a la visión de cerca?

Principalmente si, pero también es cierto que, con el paso de los años, la pérdida progresiva de la elasticidad del cristalino puede sacar a flote una hipermetropía que estaba latente y que el cristalino, al ser mas rígido, ya no puede compensar y eso se traduce en una perdida en la visión de lejos.

¿Es lo mismo que la fatiga visual? 

La fatiga visual es un proceso de agotamiento visual que sucede cuando sometemos a nuestra visión a un enfoque cercano continuado, especialmente si lo hacemos en condiciones de baja luminosidad, durante bastante tiempo. Los síntomas pueden ser parecidos a los de la presbicia (molestias en los ojos, dolores de cabeza y visión borrosa) pero los pueden sufrir personas de cualquier edad y desaparecen cuando dejamos de realizar este esfuerzo visual. Sin embargo, la presbicia es un defecto visual que afecta a las personas a partir de los 40 años y no desaparece, aunque se descanse, es más, irá empeorando con el paso de los años.

¿Cómo podemos sospechar que la padecemos? ¿Cuáles son las señales más evidentes? 

El primer factor desencadenante de la presbicia es la edad, así los siguientes síntomas deberán aplicarse en personas que tengan más de 40 años. Si la persona es de menor edad puede que tenga un problema visual pero que no sea presbicia. Es habitual que, aunque haya buena iluminación, las personas que empiezan a perder visión sientan que la luz es insuficiente para realizar tareas cotidianas como leer. También es habitual que el sobreesfuerzo que deben realizar nuestros ojos ocasione dolores de cabeza y la sensación de pesadez. El tradicional gesto de alejar la pantalla del móvil es otro de los principales indicativos de que padecemos presbicia. Lo hacemos para intentar mitigar la falta de elasticidad del cristalino y así ver mejor. En un primer momento este gesto funciona, pero con el tiempo será imprescindible el uso de gafas. 

¿Es cierto que una persona con miopía está a salvo de padecer presbicia? 

El que el 100% de la población tendrá vista cansada con el paso de los años, es un hecho cierto.  No obstante, algunas personas perciben antes los síntomas que otras y eso se debe a la situación previa refractiva de cada ojo. Por ejemplo, si un ojo presenta miopía o astigmatismo miópico la presbicia la notará algo más tarde, o incluso, la persona no necesitará gafas de cerca porque su miopía “compensa” la presbicia, es muy frecuente ver a una persona miope de mas de 40 años, quitarse las gafas para leer. Por el contrario, si el ojo es hipermétrope los síntomas se notarán antes. 

¿Y una persona con astigmatismo? 

El astigmatismo puede compensar en parte los síntomas de la presbicia y retrasar la necesidad de gafas para cerca, pero la calidad de visión no es buena y al final ante una lectura prolongada, pueden aparecer igualmente síntomas de fatiga, molestias oculares e incluso cefalea. 

¿Cuáles son las pautas de vida que pueden ayudar a retrasar su aparición? 

La presbicia es inevitable, el proceso de envejecimiento del cristalino es algo programado en nuestra genética, eso no quita que haya personas que notarán antes los síntomas y otras mas tardíamente. Nosotros podríamos ayudar a retrasar ese envejecimiento con una alimentación sana, suplementación con vitaminas y antioxidantes, pero esto no está del todo claro.

¿Existe algún tratamiento o complemento alimenticio que ayude a combatirla? 

Realmente no existen alimentos, dietas o complejos vitamínicos que puedan evitar la aparición de la presbicia. No obstante, llevar una vida saludable, realizar ejercicio físico moderado y seguir una alimentación equilibrada rica en vitaminas y omega3 contribuye favorablemente a tener una buena salud general y, también, visual. 

¿Es conveniente acudir al oftalmólogo para medir el grado de presbicia? 

Es aconsejable acudir a un especialista en oftalmología que además de medirnos el grado de presbicia y recetar la corrección visual adecuada nos va a realizar una exploración ocular completa que incluye toma de la presión intraocular y exploración del fondo de ojo para descartar otras patologías. Por otro lado, merece la pena recordar que para las personas sanas de entre 18 y 49 años lo recomendable es realizarse una revisión cada dos años. Mientras que, para los niños, los mayores de 50 años, las personas con diabetes, las personas con miopía magna (más de 6 dioptrías), o con antecedentes de patología visual lo ideal es revisarse la vista anualmente o si es preciso y a criterio del oftalmólogo, mas asiduamente.

¿Qué tipo de corrección debemos utilizar para combatir la falta de enfoque? 

El tipo de corrección debe ser prescrito por un especialista. Habitualmente se utilizan lentes positivas o tipo lupa, que compensan la perdida de elasticidad del cristalino y se va aumentando su poder dióptrico según se va perdiendo el enfoque de cerca.

¿En qué casos es recomendable intervenir quirúrgicamente? 

Antes de llevar a cabo la cirugía, se debe realizar una exploración oftalmológica completa donde se realizan todas las pruebas necesarias para descartar cualquier patología ocular grave y para saber si un paciente es candidato o no para la cirugía, además de aconsejar en cada caso particular cuál es la mejor opción para solucionar su problema de gafas.

Puede operase de presbicia toda persona por encima de los 45 años cuyo cristalino haya perdido la capacidad de enfoque y que tenga una alta dependencia de gafas para cerca. También incluye personas con cataratas o con otros defectos visuales como hipermetropía, miopía y astigmatismo.

¿En qué consiste la operación y cómo suele ser la recuperación? 

Hay varias técnicas, pero sin duda, la técnica más frecuentemente utilizada para corregir la presbicia de una manera más definitiva es la sustitución del cristalino présbita y/o con cataratas por una lente intraocular multifocal trifocal. La operación se realiza habitualmente mediante anestesia tópica (gotas) se extrae el cristalino del paciente, que ha perdido la capacidad de enfocar y se implanta en su lugar una lente intraocular de última generación que tiene varios focos (multifocal), de manera que permite corregir tanto la visión de cerca, intermedia y la visión de lejos (3 focos) sin tener que depender de las gafas. Es una cirugía ambulatoria, de corta duración y el paciente se va a su casa con el ojo destapado, protegiéndolo con unas gafas de sol y aplicando los colirios pautados según un estricto protocolo en las siguientes semanas. En Clínica Baviera llevamos más de 20 años operando la presbicia y, en este tiempo, hemos realizado más de 300.000 intervenciones logrando unos excelentes resultados. La principal ventaja de la operación es la comodidad, ya que no hace falta ponerse constantemente las gafas para llevar a cabo las actividades que requieren la vista de cerca (mirar el móvil, coser, leer un libro, etc.). Además, el tiempo de recuperación tras la intervención suele ser corto y gracias a la cirugía prevenimos la futura aparición de cataratas (en caso de que no las hubiera). Hoy en día, la variedad de lentes multifocales de que disponemos nos permite individualizar en cada caso para poder corregir no solo la presbicia, sino también la hipermetropía, la miopía, y/o el astigmatismo asociado.

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