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El fallecimiento de un familiar conlleva una serie de gastos y decisiones financieras que, en un momento tan delicado emocionalmente, representan una doble carga para sus seres queridos más cercanos. Si no se cuenta con un seguro de decesos, la situación se volvería aún más oscura y crítica, pues al pesar de la pérdida, se uniría el tener que hacer frente a los costes de un funeral, que suelen ser bastante elevados, desequilibrando la economía familiar.
¿Cuánto cuesta un funeral en España?
Para entender en toda su magnitud el problema que se deriva de no poseer un seguro de decesos, es conveniente conocer los costes que acarrea un funeral. El gasto total de esta actividad profesional va a variar en dependencia de factores como la región donde se va a realizar, los servicios asociados y el tipo de entierro o cremación elegido.
Según datos aportados por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), un funeral podría oscilar entre los 3.500 y los 6.500 euros a día de hoy. En este precio se incluirían los elementos básicos de toda defunción, es decir, el ataúd, la ceremonia, el traslado del cuerpo y la gestión de los documentos. Quedaría fuera cualquier gasto extra, como puede ser la esquela, el anuncio en prensa, las flores…
Esta estimación del coste se queda pequeña si el entierro y funeral se lleva a cabo en una capital como Madrid o Barcelona, lugares donde se superan los 7000 euros fácilmente. Como cabe suponer, en contrapartida, en las zonas rurales suelen ser más económicos.
En cualquier caso, estos gastos son, generalmente, imprevistos, por lo que suelen causar una debacle en las economías particulares.
Impacto económico y emocional en las familias
Como cabe suponer, si no se tiene contratado un seguro de decesos, los familiares directos del fallecido serán los que se tengan que hacer cargo de todos estos costes. Una situación realmente crítica que conlleva, en demasiadas ocasiones, la solicitud de préstamos urgentes, con costes muy elevados de interés, o la petición de ayuda financiera de amigos y familiares.
A esto se vendría a sumar un mayor estrés emocional al tener que organizar todo el funeral, que en estas situaciones llega a ser realmente abrumador. En este estado de shock en el que los familiares tienen que afrontar la gestión del entierro, se pueden llegar a cometer errores de todo tipo, e incluso pagar más de lo necesario empujados por la urgencia del momento.
El seguro de decesos marcará claramente la diferencia
La fórmula para evitar todos estos problemas se encuentra simplemente en contar con un seguro de decesos, los cuales están especialmente diseñados para cubrir los gastos relacionados con el fallecimiento de la persona asegurada, liberando a los familiares de esta carga.
El coste de este tipo de seguros variará en función de varios elementos, como son la edad, el estado de salud del firmante, así como la cobertura incluida. No obstante, a posteriori, los beneficios que ofrece siempre superan a la inversión que supone. La cobertura básica puede variar entre 50 y 300 euros, dependiendo de los factores mencionados.
Aproximadamente, el 45% de la población española tiene un seguro de decesos firmado, demostrando lo concienciada que esta la sociedad en este asunto y la importancia que tiene para ellos no dejar cargas financieras a sus familiares cuando el momento fatal les alcance.