Vejiga hiperactiva

¿Vas al baño constantemente o más de dos veces por la noche? ¿Sientes unas ganas repentinas e imperiosas de orinar? ¿tienes pérdidas tras alguno de estos episodios? Probablemente tengas vejiga hiperactiva. Te explicamos qué puede estar detrás de tan incómodo trastorno.

La vejiga hiperactiva es un tipo de incontinencia urinaria originada por una pérdida de control en la contracción de la vejiga, que intenta eliminar la orina incluso cuando no está llena. Se caracteriza por episodios de frecuencia (hacerlo muchas veces a lo largo del día (más de seis) o despertarse varias veces durante la noche para orinar; urgencia miccional (ganas repentinas de hacerlo, con la sensación de que no se llega a tiempo al baño); e incontinencia (pérdidas involuntarias de orina) de urgencia. Otros síntomas incluyen no llegar a tiempo al aseo para orinar, mojar la cama e ir más veces al baño durante la noche (nicturia). Puede clasificarse en función de su grado en leve, moderada o severa. Es más frecuente en personas mayores y en mujeres de todas las edades.

¿Por qué me pasa esto?

  1. Entre las causas posibles de una vejiga hiperactiva pueden estar anomalías congénitas del tracto urinario inferior; traumatismos y/o debilidad de los músculos del suelo pélvico.
  2. Una obstrucción de la uretra que provoque sensación de urgencia.
  3. Una infección del tracto urinario causada por bacterias puede irritar la mucosa del interior de la vejiga.
  4. La ingesta excesiva de líquidos y el consumo de bebidas energéticas, de café u otras bebidas con altos niveles de cafeína.
  5. Una ingesta de líquidos insuficiente también puede provocar una sensación de urgencia, por lo que evitar beber empeora el problema. Al volverse la orina más concentrada y oler más, irrita el revestimiento de la vejiga y los síntomas de urgencia no desaparecen.
  6. La obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo también lo favorecen.
  7. El estreñimiento es un factor que también ha demostrado que aumenta la probabilidad de padecer incontinencia urinaria.
  8. Los cálculos vesicales también pueden provocar una vejiga hiperactiva.
  9. La diabetes no controlada con nivel alto de azúcar en sangre (hiperglucemia) puede provocar el aumento de la sed y la producción de orina.
  10. Determinadas enfermedades neurológicas, como el párkinson, el ictus o la esclerosis múltiple y algunos trastornos psicológicos. La función del tracto urinario inferior está controlada por el sistema nervioso central a través de un complejo sistema de mecanismos reflejos.
  11. Partos múltiples.
  12. Problemas ginecológicos como el prolapso o los tumores ováricos pueden producir irritación en la vejiga y provocar la necesidad imperiosa de orinar. Los hombres con problemas de agrandamiento de la próstata (hiperplasia benigna de próstata) también pueden verse afectados por este trastorno.

Se puede corregir

El síndrome de la vejiga hiperactiva puede prevenirse siempre que no sea consecuencia de un traumatismo o de una enfermedad concreta:

  • Ejercitando la vejiga con ejercicios del suelo pélvico para fortalecer los músculos.
  • Mediante cambios en el estilo de vida y la alimentación, procurando que sea sana y equilibrada y realizando ejercicio físico de manera habitual.
  • Evitando el consumo de bebidas diuréticas, como las que contienen cafeína, la cerveza, las carbonatadas (con gas) y otras.
  • Evitando el estreñimiento
  • No llevando prendas ajustadas que puedan presionar la vejiga. o el entrenamiento para el control de los episodios de urgencia:
  • Dejando de fumar y de consumir alcohol.
  • Mediante tratamiento farmacológico con agentes antimuscarínicos, agentes con efectos directos, agentes con acciones mixtas.
  • Con tratamientos complementarios que permiten ayudar a vaciar la vejiga con el uso de diversos materiales o sondas (autocateterismo intermitente) o mediante estimulación eléctrica.
  • La toxina botulínica (botox) también se aplica como tratamiento del síndrome de la vejiga hiperactiva. Se administra inyectándola en el músculo de la vejiga y actúa causando la relajación de los músculos de la vejiga, lo que induce un incremento de su capacidad y, por tanto, un mejor control de la micción y la urgencia.
  • Existe una completa gama de compresas, ropa interior, protectores y otros productos para hombres y mujeres en farmacias que ayudan a aliviar las consecuencias de la incontinencia.
  • Si los síntomas persisten o se agravan, las intervenciones quirúrgicas son otra opción.

Permanecer quieto, en pie y hacer fuerza sobre los músculos de la vejiga hasta que desaparezcan las ganas de orinar arroja buenos resultados después de dos meses

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Paula Rivero

Soy de la primera promoción de Periodismo que salía del "horno" de Sevilla (en todos los sentidos), allá por el año 94, estudios que completé con los de Historia Contemporánea, licenciándome en...