La incidencia del cáncer de piel sigue aumentando año a año, pero las técnicas y tratamientos avanzan al unísono, acelerando la tasa de curación si los tumores se detectan de manera temprana. La Cirugía Micrográfica de Mohs es una de estas técnicas, cuya precisión asegura la extirpación completa del tumor y reduce al máximo la posibilidad de recidivas.

“Al mismo tiempo, es la técnica que preserva la mayor cantidad de piel sana posible, permitiendo alcanzar resultados más estéticos. Con esta técnica se extirpa y analiza el tumor “capa a capa” en el mismo acto quirúrgico, de forma que el dermatólogo sabe en qué momento se han eliminado todas las capas en las que existe presencia de células malignas” explica el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral y uno de los pioneros en la práctica de la Cirugía Micrográfica de Mohs en nuestro país. Además, la intervención se realiza de manera ambulatoria en la mayoría de los casos.

“La aparición de nuevos fármacos dirigidos a dianas biológicas del cáncer de piel abre nuevas vías de adyuvancia para mejorar los resultados de la Cirugía Micrográfica de Mohs en aquellos casos complejos por su localización o agresividad” destaca el doctor Sánchez Viera.

Incidencia del cáncer de piel

Según las previsiones de la Academia Española de Dermatología y Venereología, se estima que el melanoma será el segundo en incidencia a nivel global y el primero en incidencia en varones, por delante del de colon y el de pulmón.

Las campañas de concienciación ciudadana son cada vez más y dirigidas a todos los públicos gracias a la colaboración de asociaciones, dermatólogos, farmacéuticas y personas del ámbito deportivo, cultural, etc.

“Sin embargo, el crecimiento del cáncer de piel es alarmante y sigue sorprendiéndonos a los dermatólogos, ya que se podría evitar en un gran número de los casos, solo evitando la sobreexposición al sol y con una fotoprotección adecuada” matiza el director del Instituto de Dermatología Integral.

¿Cómo evitar el cáncer de piel?

  • Evita las quemaduras en los primeros años de vida y la adolescencia.
  • Evita las quemaduras reiteradas en las mismas zonas. Las más habituales son hombros, cara, cabeza, escote, orejas y nuca.
  • Aplica el fotoprotector solar adecuadamente y reaplícalo 30 minutos antes de la exposición solar, cada 2 horas o cada vez que se sude o después de un baño.
  • Aplícalo durante todos el año y sé generoso con la cantidad de fotoprotector empleada.
  • Evita las exposiciones al sol en las horas centrales del día. Entre las 11 y las 18 horas.
  • No utilices las cabinas de bronceado. Hay estudios que confirman que multiplican la posibilidad de sufrir un cáncer de piel.
  • Haz autoexploraciones cada 2 meses con la regla del A (asimetría), B (bordes irregulares), C (color irregular), D (tamaño superior a 6 milímetros), E (evolución y cambios rápidos) es sencilla de aplicar y permite identificar el desarrollo de un cáncer de piel.
  • No olvides tu revisión anual. La realización de técnicas como la dermatoscopia y el mapeo corporal en las personas con antecedentes o de mayor riesgo, permite la detección de muchas lesiones tempranas.

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Redacción Consejos

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