Únete a nuestra comunidad
Toda la actualidad del mundo de la salud y la farmacia en Consejos de tu Farmacéutico.
Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales:
Este trastorno hemorrágico está causado por la disminución del número de plaquetas, debido a que el sistema inmunitario produce anticuerpos contra estas células y las destruye.
Las plaquetas (trombocitos) son células que se fabrican en la médula ósea, circulan por el torrente sanguíneo y contribuyen a la coagulación de la sangre. Cuando el recuento de estas células es muy bajo, puede producirse una hemorragia tras una lesión leve o incluso sin contusiones aparentes. Aunque la médula ósea tarta de incrementar la producción de plaquetas para compensar su destrucción, por lo general el suministro no es capaz de compensar la demanda. En los niños, la púrpura trombocitopénica inmunitaria es frecuente después de una infección vírica y suele remitir por sí sola. En los adultos, por contra, el trastorno suele ser de larga duración y hacerse crónico.
Los síntomas: hemorragias frecuentes
- Algunos pacientes pueden permanecer asintomáticos, en otros los síntomas pueden aparecer sin previo aviso o bien de forma progresiva.
- Las hemorragias suelen ser el síntoma más destacado, principalmente aparecen en la piel (sobre todo en áreas expuestas a los traumatismos) pero también en las mucosas (epistaxis o sangrado nasal); puede que sangren las encías, tener periodos menstruales muy abundantes o que se detecte sangre en las heces y en la orina. Las hemorragias internas y las hemartrosis (hemorragias articulares) son raras.
- Los afectados frecuentemente experimentan cansancio.
Púrpura: los tratamientos
Para diagnosticar la enfermedad se realiza un análisis de sangre con recuento de plaquetas y para determinar la coagulación. Si este es inferior a 100.000 por microlitro de sangre, y si no hay ninguna otra explicación clara para la trombocitopenia, como una infección o el uso de ciertos medicamentos, se establece el diagnóstico. No existe ninguna prueba bien establecida para confirmar la enfermedad.
En cuanto a tratamientos, los corticoesteroides permiten bloquear temporalmente los anticuerpos que destruyen las plaquetas. Los niños suelen responder bien, no así los adultos que en su mayoría precisan fármacos adicionales que aumenten la producción de plaquetas como los agonistas de los receptores de la trombopoyetina (romiplostim, eltrombopag y avatrombopag), que aumentan la tasa de producción de plaquetas y pueden ser eficaces durante años, o medicamentos que deprimen el sistema inmunológico (rituximab, azatioprina, citoxán, ciclosporina o micofenato de mofetilo).
En algunos casos puede resultar beneficiosa la extirpación quirúrgica del bazo (esplenectomía) para lograr un incremento en la cantidad de plaquetas. En casos más graves se hace necesario realizar transfusiones de plaquetas.