Hemorroides internas y externas

Las hemorroides, conocidas coloquialmente como almorranas, son estructuras venosas situadas en el canal anal y que, por diferentes causas, se dilatan e inflaman. Internas o externas y de tamaño variable, son más comunes en adultos de entre 25 y 60 años y en hombres que en mujeres.

Los síntomas varían en función del nivel de gravedad de la enfermedad y de la localización. Las internas suelen asociarse picor y a pequeños sangrados asociados a la defecación (manchar ligeramente de rojo el papel higiénico). Las externas generan molestias más o menos leves como picor, inflamación de la piel, ardor, dolor y tienen más tendencia a trombosarse (aparición de coágulos en esos vasos que constituyen la hemorroide) lo que suele causar bastante dolor. 

En verano, riesgo de prolapso

Las hemorroides internas pueden prolapsar (salir al exterior) y llegan a permanecer fuera del esfínter la mayor parte del día, lo que aumento la posibilidad de que se trombosen y puede resultar muy doloroso. Según explica el doctor Julio Maset, experto médico de Cinfa, “estos síntomas suelen agravarse durante el verano, ya que los cambios en la dieta y el mayor consumo de alcohol, cambian los hábitos intestinales. También el calor genera un efecto dilatador en las venas que aumenta la inflamación de las hemorroides”.

Estreñimiento, sedentarismo y dieta: grandes enemigos

  1. La causa más frecuente de las hemorroides es el estreñimiento, debido a que el esfuerzo realizado durante la defecación incrementa la presión sobre las hemorroides. Para evitar el estreñimiento, es fundamentalmente practicar ejercicio físico de forma regular, una dieta equilibrada y rica en fibra, e ingerir líquidos. De este modo, se asegura un mejor tránsito intestinal y la rutina en las deposiciones se vuelve más regular y suave. 
  2. No obstante, la herencia genética, el esfuerzo sobre abdominal causado por un embarazo, el sobrepeso y la edad avanzada pueden influir en su aparición.
  3. También el sedentarismo y los hábitos alimentarios incorrectos como el abuso de especias, grasas y picantes o el consumo de alcohol constituyen factores de riesgo para la aparición de hemorroides. 

10 consejos para prevenir y tratar las hemorroides

  1. Consulta al médico cuanto antes, para que realice un diagnóstico exacto y determine el tratamiento adecuado. 
  2. Evita los sobreesfuerzos y adopta hábitos saludables en el cuarto de baño como evitar reprimir el deseo de defecar o permanecer demasiado tiempo en el retrete.
  3. Aumenta la cantidad diaria de fibra añadiendo a la dieta diaria productos integrales, frutas frescas (a ser posible, con la piel) y verduras. 
  4. Intenta evitar los picantes, grasas y especias, así como aquellos alimentos que puedan producir gases, como las legumbres. Y, siempre con el objetivo de luchar contra el estreñimiento, modera el consumo de arroz, azúcares, caramelos y quesos curados, que endurecen las heces dificultando su expulsión.
  5. Toma al menos dos litros diarios de agua, infusiones, zumos, caldos de verduras, ya que una hidratación correcta favorece las digestiones y la evacuación.
  6. Combate el sedentarismo. Incorporar a tu rutina diaria un poco de ejercicio físico resulta también muy efectivo para agilizar el tránsito intestinal. Caminar, correr o nadar constituyen excelentes opciones, pero busca siempre la actividad que mejor se adapte a tus gustos, necesidades y circunstancias.
  7. En el trabajo, acolcha el asiento y camina durante las pausas. En el caso de que tu actividad laboral te obligue a permanecer mucho tiempo sentado, puedes cubrir tu silla con un pequeño cojín o almohada para aliviar la presión sobre la zona. 
  8. Cuida tu higiene anal. Evita tocar las hemorroides y, tras ir al baño, limpia la zona con agua fría o tibia y un jabón neutro, pero sin excederte, ya que el exceso de lavado puede hacer desaparecer el manto graso natural de la piel de esa zona.
  9. Valora el uso de tratamientos específicos. Las personas que sufren a la hora de evacuar pueden encontrar alivio en el uso de pomadas antihemorroidales y supositorios desinflamantes de alivio sintomático. Pero, aunque se venden sin receta, no deben usarse sin un diagnóstico médico de hemorroides. En cualquier caso, no se recomienda su uso más de una semana, ya que a menudo contienen corticoides. También el uso de compuestos venotónicos, que mejoran el tono venoso y aumentan la resistencia capilar, pueden ser útiles. Y si el dolor persiste o es muy agudo, debe consultarse con un profesional médico para que evalúe otras opciones, como la cirugía o la ligadura. 
  10. Recurre a los anestésicos naturales. Si el dolor es muy intenso, intenta aliviarlo con secuencias de calor-frío: aplica hielo o compresas frías y altérnalos luego con baños de asiento calientes. También las compresas con manzanilla pueden ayudarte a paliar los síntomas.

Apúntate a nuestra newsletter

* La newsletter para farmacéuticos es para uso exclusivo de profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, farmacéuticos) involucrados en la prescripción o dispensación de medicamentos, así como profesionales de la industria farmacéutica y la política sanitaria. Publicitario Farmacéutico SL no se hace responsable del uso de esta newsletter por parte de profesionales no cualificados.

Avatar

Paula Rivero

Soy de la primera promoción de Periodismo que salía del "horno" de Sevilla (en todos los sentidos), allá por el año 94, estudios que completé con los de Historia Contemporánea, licenciándome en...