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La queratosis actínica es la enfermedad precancerosa de la piel más frecuente y un signo de alerta precoz del carcinoma de células escamosas, la segunda forma más común de cáncer de piel. Sin embargo, casi el 85% de los españoles desconoce su existencia y que pueden extirparse fácilmente antes de que malignicen.
La queratosis actínica es una de las lesiones más frecuentes que realizan los dermatólogos, con una prevalencia estimada del 28,6% en la población española de más de 45 años, según una encuesta realizada por la compañía biofarmacéutica global centrada en dermatología médica Almirall. Al estar causada por la exposición acumulativa a los rayos UV, ya sea del sol o de las camas bronceadoras, se suele dar con más frecuencia en personas de edad avanzada y ancianos. Otras personas con especial riesgo de desarrollar queratosis actínica son las que tienen la piel clara; trabajadores que desempeñan su labor al aire libre; personas con historial de quemaduras solares previas y pacientes ya diagnosticados de queratosis actínica, ya que se trata de una enfermedad crónica y recurrente, cuyas lesiones tienden a reaparecer. Otros grupos de especial riesgo son los pacientes trasplantados, inmunodeprimidos o en tratamiento de diálisis.
Cómo reconocer las LESIONES
- La queratosis actínica suele presentarse en forma de lesiones cutáneas que normalmente se desarrollan en las zonas más expuestas del cuerpo, como la cabeza (especialmente el cuero cabelludo de los hombres calvos), la cara, el cuello, las orejas, el tórax, las manos y las extremidades.
- Pueden aparecer solas o en parches y suelen tener el aspecto de pequeñas manchas cutáneas (de 1 o 2 cm) costrosas que pueden ser rojas, blancas, rosadas o una combinación de colores. Algunas lesiones pueden ser muy pequeñas, o casi invisibles, pero pueden identificarse por su textura rugosa.
- Al tacto, la piel se percibe seca, rugosa y escamosa independientemente de si la lesión es o no visible.
- Aunque las lesiones de queratosis actínica no son dañinas en sí mismas, se estima que entre el 40% y el 80% de los carcinomas de células escamosas evolucionan a partir de ellas. No obstante, cuando se diagnostican precozmente, casi todas las lesiones de queratosis actínica pueden extirparse con éxito, por lo que siempre se debe consultar al dermatólogo cuando se sospeche de su presencia. «Desde mi punto de vista como dermatóloga, abordar la queratosis actínica es una buena forma de ver menos casos de carcinoma de células escamosas entrar por mi puerta”, declara Veronique del Marmol, presidenta de Euromelanoma.
Las LESIONES MÚLTIPLES se pueden tratar localmente con productos tópicos que actúan sobre la lesión y el tejido de alrededor. Otra opción alternativa es la terapia fotodinámica, que implica la aplicación de un medicamento que se activa mediante una luz láser especial.
Las LESIONES ÚNICAS Y AISLADAS se tratan con terapias que se aplican directamente sobre la lesión, con la intención de eliminarlas. Algunos de estos métodos físicos son la crioterapia, la electrocirugía, el láser…
¡Protégete del sol ASÍ!
*Por la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV)
- Utiliza siempre un protector solar con SPF de alto índice (30 o 50, dependiendo del tipo de piel), a diario y cada vez que se salga al exterior. Incluso en los días nublados, la radiación UV puede seguir siendo alta.
- Aplícate el protector solar 15 minutos antes de la exposición al sol y vuelve a aplicártelo al menos cada 2 horas, en función de la actividad que estés realizando.
- Evita la exposición al sol entre las 10 de la mañana y las 16:00 h, ya que durante ese periodo de tiempo es cuando el sol está más alto y el calor es más intenso.
- Protégete usando ropa que cubra las zonas expuestas. No olvides ponerte unas gafas de sol y sombrero para proteger el cuero cabelludo, la cara, las orejas, el cuello y la parte superior de los hombros. En la playa, utiliza sombrillas con factor de protección solar.
- Revisa tu piel regularmente, no solo visualmente sino también tocando las marcas que aparezcan en la piel. Si notas algún cambio en tamaño o forma, o si se produce sangrado, pide una cita con tu dermatólogo.
CONSULTA con tu DERMATÓLOGO si…
… detectas alguna lesión sospechosa.
… detectas una mancha nueva en tu piel o cambios en una existente.
… las manchas empiezan a sangrar, aumentan de tamaño, cambian de color, se reblandecen o se engrosan.