
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha abierto la puerta a que las farmacias participen en actividades de detección del SARS-CoV-2 mediante la realización de test rápidos. Para ello, las comunidades autónomas que lo soliciten -como ya lo han hecho Madrid, Cataluña y Murcia- tendrán que presentar un plan de acción que recoja cómo, con qué condiciones y bajo qué medidas de seguridad se realizarán las pruebas. Así lo ha explicado Illa al finalizar la reunión del Consejo Interterritorial del SNS (CISNS) que se ha celebrado este miércoles en Mérida y al que han asistido por teleconferencia el resto de los consejeros de Sanidad.
El ministro ha reconocido “la buenísima y meritoria labor de la red de farmacias, clave en nuestro sistema sanitario”, y ha señalado que, en concreto, ha pedido a las comunidades autónomas que diseñen un protocolo con “los tipos de test que van a utilizar; qué personal van a utilizar; si va a haber circuitos covid y no covid como hay en la red sanitaria; cómo van a suministrar los datos a los servicios de salud pública o si el personal que lo va a realizar es conforme a las características que indica el fabricante”.
Para el ministro, el modelo actual está funcionando razonablemente bien, pero reconoce que si alguna comunidad autónoma quiere ampliar un paso más lo puedan hacer, aunque reclaman “conocer todos los detalles al respecto”.
¿Por qué realizar test rápidos de detección del SARS-CoV-2 en las farmacias comunitarias? 10 razones
La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) ha elaborado el documento ¿Por qué realizar test rápidos de detección del coronavirus SARS-CoV-2 también en las farmacias comunitarias? 10 razones con el objetivo de reforzar el valor de la farmacia comunitaria durante la actual pandemia. Se trata de un texto en el que se exponen y argumentan los motivos por los cuales las farmacias comunitarias deberían participar en la estrategia de detección precoz de la COVID-19 mediante la realización de test rápidos.
La situación epidemiológica actual en nuestro país es la más preocupante desde el inicio de la pande mia de COVID-19. La morbimortalidad asociada a la COVID-19 es cada vez mayor. A pesar de las diversas medidas restrictivas adoptadas que afectan a la liber tad de circulación o al derecho de reunión, el número de casos positivos sigue aumentando y para evitar la propagación de la enfermedad es imprescindible la colaboración entre todos los agentes sanitarios para detectar precozmente a las personas infectadas por coronavirus, aislarlas y frenar la transmisión.
Porque el Sistema Nacional de Salud (SNS) está bajo una gran presión asistencial
La limitación de acceso presencial a los centros de sa lud para evitar contagios dificulta asumir la demanda asistencial de los ciudadanos que presentan síntomas o quieren conocer su estado respecto a la infección por el coronavirus SARS-CoV-2. El tiempo de respuesta del Sistema Nacional de Salud (SNS) entre la toma de muestra y el conocimiento del resultado por el ciudada no puede alargarse y esta situación provoca que duran te el tiempo que transcurre hasta conocer el resultado del test, muchos ciudadanos no observen las medidas de aislamiento y sigan trasmitiendo la infección.
Porque el farmacéutico es un profesional sanitario universitario capacitado para realizar estos test
La licenciatura/grado en Farmacia capacita a los farmacéuticos para la realización de estos test y otros más complejos, de acuerdo con las competencias que se adquieren en las enseñanzas de grado en Farmacia reguladas por la Orden CIN/2137/2008, de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios profesionales, que habilita para el ejercicio de la profesión de farmacéutico (BOE Nº 174, de 19 de julio de 2008). En concreto, y entre ellas: 10. Diseñar, aplicar y evaluar reactivos, métodos y técnicas analíticas clínicas, conociendo los fundamentos básicos de los análisis clínicos y las características y contenidos de los dictámenes de diagnóstico de laboratorio.
La Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de las profesiones sanitarias (BOE nº 280, de 22 de noviembre de 2003) regula estas profesiones y las define, indicando sobre los farmacéuticos que: Corresponden a los licenciados en Farmacia las actividades dirigidas a la producción, conservación y dispensación de los medicamentos, así como la colaboración en los procesos analíticos, far macoterapéuticos y de vigilancia de la salud pública.
No obstante, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) dispone desde el mes de mayo pasado de un curso de formación ad hoc para actualizar los conocimientos de los farmacéuticos comunitarios en inmunología y en la realización de test rápidos y en la COVID-19. Esta formación está basada en la información disponible hasta ahora sobre los distintos tipos de test utilizables en las farmacias (lo cual no excluye que puedan surgir otros con nuevas evidencias y complejidad técnica). En este punto coincidimos con otras sociedades científicas en la importancia de que los farmacéuticos que quieran colaborar en la realización de este tipo de pruebas estén correctamente formados.
Porque son establecimientos sanitarios que ya forman parte del SNS haciendo efectiva la prestación farmacéutica no hospitalaria a la población
Las farmacias comunitarias son establecimientos sanitarios privados de interés público sujetas a planificación sanitaria por las administraciones sanitarias de las comunidades autónomas. Son establecimientos sanitarios que llevan a cabo la prestación farmacéutica no hospitalaria para el SNS desde hace décadas. Las farmacias comunitarias son un ejemplo de colaboración de éxito con la administración sanitaria. Además, la Ley 16/1997, de regulación de los servicios de oficina de farmacia, recoge en su artículo 1, puntos 7 y 9: la colaboración en los programas que promuevan las Administraciones sanitarias sobre garantía de calidad de la asistencia farmacéutica y de la atención sanitaria en general, promoción y protección de la salud, prevención de la enfermedad y educación sanitaria (punto 7 de ese artículo), así como la actuación coordinada con las estructuras asistenciales de los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas (punto 9).
Porque hay una demanda ciudadana creciente y algunos ciudadanos no quieren o tienen miedo de acudir a los centros de salud
Desde SEFAC coincidimos con muchas sociedades científicas y otros profesionales sanitarios en la importancia de realizar las pruebas de detección de la COVID-19 de manera segura y protocolizada. No obstante, en las farmacias se recibe diariamente la demanda para realizar estos test. Muchas de las peticiones son de personas que no pueden acudir a los centros de salud por diversos motivos (falta de acceso o tiempo, miedo al contagio…). También hay ciudadanos que optan por adquirir los test por in ternet con el consiguiente riesgo de falsificaciones, de adquirir test de baja sensibilidad y especificidad, de errores en la toma de muestra y errores de interpretación de los resultados obtenidos. Pero lo más dañino es la pérdida de trazabilidad del resultado para la vigilancia epidemiológica de la salud pública, al no conocer los resultados positivos que se puedan obtener.
Por ello, la realización de los test en la farmacia aúna una mejora del acceso a los test a la población junto con una garantía de trazabilidad, algo que no se logra restringiendo los test solo a los centros de salud o clínicas ni el extremo contrario de que la población se haga el test por su cuenta perdiendo la trazabilidad.
De hecho, SEFAC considera que la realización de test de autodiagnóstico, aunque se comercialicen en las farmacias como podría ser el caso, tampoco ofrece las suficientes garantías para asegurar la correcta realiza
ción del test, así como la comunicación de los resul tados (la COVID-19 es una enfermedad de declaración obligatoria) y, por consiguiente, ni la trazabilidad ni el control de la pandemia.
Porque la red de farmacias comunitarias españolas tiene proximidad, accesibilidad y da cobertura al 99,9 % de la población
De las 22.000 farmacias existentes en España, hay una gran mayoría que podrían contar con instalaciones y recursos para ello y querrían realizar los test con el fin de contribuir a vencer los efectos perniciosos que esta pandemia está teniendo. Otros países también están aprovechando esta red sanitaria para actividades de salud pública como la realización de los test, la vacunación de la gripe, etc. La proximidad a los domicilios de los ciudadanos permite acudir a ellas de forma muy rápida, lo que es de máxima importancia en las zonas de la “España vacía”, donde a ve ces hay dificultad de acceso a centros asistenciales. El que las farmacias comunitarias estén declaradas como servi cios esenciales permite que éstas permanezcan abiertas al público incluso en caso de confinamiento, lo que permite mantener la asistencia sanitaria a la población.
Porque la población confía en el farmacéutico comunitario
Cada día más de 2,3 millones de personas entran en las farmacias españolas. Las encuestas de opinión sobre las farmacias son positivas, el número de reclamaciones es ínfimo y en las encuestas sobre la confianza de la población, el farmacéutico se encuentra entre los profesionales más valorados (alrededor del 92 %). La mayoría de la población que utiliza medicamentos acude al menos una vez al mes a la farmacia, sabe dónde está, conoce a su personal y confía en él.
Porque muchas farmacias ya prestan servicios similares a la población
Es habitual que los pacientes y usuarios acudan a la farmacia a realizarse pruebas de autocontrol de parámetros clínicos por digitopunción como la glucemia, el colesterol, etc. o, incluso, de forma concertada con varias ad ministraciones sanitarias autonómicas, pruebas como los test de detección de VIH. Los actuales test de detección de antígenos y anticuerpos no requieren de nuevas instalaciones o equipamiento en la farmacia para realizarlos. Para su realización se deben seguir los procedimientos necesarios (limpieza, ventilación, indumentaria de seguridad, etc.) y el control de aforo para evitar el contagio por el coronavirus, tal y como ya se llevan siguiendo des de el inicio de la crisis sanitaria por COVID-19.
Porque un gran número de farmacéuticos comunitarios y farmacias lo están demandando para colaborar en la gestión de esta crisis sanitaria
Tanto SEFAC, como el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y algunos Colegios Oficiales de Farmacéuticos, como el de Madrid o el de Ourense, han propuesto en distintas ocasiones a sus autoridades sanitarias respectivas la posibilidad de realizar los test rápidos de detección del coronavirus SARS-CoV-2 en las farmacias comunitarias.
Porque ya están en red con el SNS y pueden garantizar la trazabilidad de los resultados de los test
Las farmacias comunitarias ya se encuentran conectadas informáticamente en red a las administraciones sanitarias e las comunidades autónomas, son ya usuarios autentificados y poseen la capacidad de identificar a los usuarios por su tarjeta sanitaria individual, lo que facilita la trasmisión de los resultados obtenidos tras la realización de los test, garantizando así la trazabilidad de los resultados.