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Alrededor del 5% de los accidentes de tráfico en España están vinculados al uso de medicamentos, debido a los efectos adversos que algunos fármacos pueden provocar, como somnolencia, visión borrosa, mareos o reducción de reflejos. Medicamentos comunes como antigripales, ansiolíticos, antidepresivos y analgésicos son ejemplos de aquellos que pueden interferir en la capacidad de conducción, aumentando el riesgo en carretera.
Ante la previsión de millones de desplazamientos en los próximos días, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha recordado que hasta 5.400 presentaciones de medicamentos disponibles en farmacias comunitarias pueden afectar la capacidad de conducir. Además, tratamientos hospitalarios también pueden influir en la conducción, por lo que se recomienda que los pacientes consulten cualquier duda con su farmacéutico hospitalario.
Estudios revelan que un 17% de los conductores está bajo tratamiento farmacológico, y de estos, hasta un 75% admite no tener suficiente información sobre cómo su medicación puede afectar la conducción. Por esta razón, es fundamental leer el prospecto de cualquier medicamento antes de conducir para verificar si puede influir en la capacidad de manejar un vehículo.
La base de datos BOT PLUS del Consejo General de Farmacéuticos indica que el 36% de los medicamentos en el mercado incluye un pictograma en su envase, un triángulo rojo con un coche negro, que alerta sobre posibles interacciones con la conducción. Estas presentaciones pueden afectar de diversas maneras, ya sea por sus efectos terapéuticos o por sus efectos adversos.
Los grupos de medicamentos más conocidos por sus efectos en la conducción incluyen hipnóticos, ansiolíticos, antidepresivos, fármacos para tratar la gripe o el catarro, algunos analgésicos, antihistamínicos, antiepilépticos, medicamentos para el párkinson y fármacos para trastornos psicóticos como el trastorno bipolar o la esquizofrenia.
No obstante, es importante recordar que los medicamentos no siempre tienen un impacto negativo en la conducción. Cuando se toman correctamente, pueden ayudar a controlar la enfermedad y mejorar la capacidad del paciente para conducir. Por ejemplo, los antiepilépticos son cruciales para manejar la epilepsia, aunque si el paciente ha sufrido una crisis en el último año, no debería conducir. Para resolver cualquier duda, siempre se puede acudir al farmacéutico.
Consejos farmacéuticos para prevenir riesgos en la conducción
Para minimizar los riesgos en la carretera, se recomienda evitar conducir al iniciar un tratamiento que pueda afectar los reflejos o la visión. Es crucial tener precaución al combinar varios medicamentos, ya que podrían interactuar y causar efectos adversos. Además, se debe evitar el consumo de alcohol, y verificar si los medicamentos contienen alcohol en su composición, consultando el prospecto para conocer su contenido exacto.
Cada caso debe ser evaluado de manera individual por un profesional sanitario, ya que un medicamento puede no afectar a una persona, pero sí a otra. Los farmacéuticos, como expertos en medicamentos y por su contacto directo con los pacientes, desempeñan un papel vital en la concienciación sobre la seguridad vial. Durante estas vacaciones, ante cualquier duda sobre los efectos de la medicación en la conducción, se aconseja consultar con el farmacéutico en cualquiera de las 22.220 farmacias de España.