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El uso prolongado de dispositivos electrónicos ejerce una fuerte presión en la columna vertebral y puede acarrear la aparición del síndrome del “Cuello de Texto” o Text Neck. Te contamos en qué consiste y cómo prevenirlo.
Antes de los 16 años, el 70% de los niños habrá tenido alguna vez dolor de espalda en la zona cervical, dorsal o lumbar, y de ellos, un 8% podría sufrirlo de manera crónica. Este dolor suele ser funcional, es decir, casi siempre está relacionado con contracturas, malas posturas y/o vida sedentaria, y en el caso de dolor lumbar, se debe en gran medida al peso excesivo que los escolares cargan en la mochila y al hecho de permanecer sentados durante varias horas en clase y mientras estudian. Por eso practicar ejercicio a diario es la mejor prevención, además de vigilar lo que se conoce como higiene postural o ergonomía.
Una “enfermedad tecnológica”
El nuevo trastorno que está en todas las consultas de atención primaria es el llamado síndrome del “Cuello de Texto” o Text Neck, un trastorno muscular que aparece por la mala posición del cuello al estar inclinado hacia adelante durante largos períodos de tiempo, y que puede producir dolor y rigidez cervical asociados al peso de la cabeza. “Si tenemos en cuenta que el peso medio de la cabeza de un niño ronda los 2 kilogramos, por cada dos centímetros que se incline hacia adelante, se multiplicará por 2 la presión ejercida sobre la columna cervical, y esto es lo que pasa en este trastorno”, explican desde la Sociedad Española de Columna Vertebral. Este uso prolongado de dispositivos móviles (smartphones, tablets…) y una higiene postural incorrecta al utilizarlos acaban por ejercer una fuerte presión en la columna vertebral que puede acarrear la aparición de patologías de mayor gravedad como la hernia discal.
La preocupación por esta “enfermedad tecnológica” que afecta en gran medida a niños y adolescentes (casi un 90% de prevalencia), ha llevado a la Sociedad Española de Columna a recomendar tres cosas: que se mantengan siempre los dispositivos al nivel de los ojos y se evite mirar hacia abajo; que se realicen descansos mientras los usan; y que practiquen ejercicios de estiramiento y mantengan en todo momento una postura erguida.
Desde esta sociedad también nos recuerdan que cualquier tipo de traumatismo, fiebre, escalofríos o afectación al estado general del niño, un dolor irradiado a las extremidades superiores o inferiores, contracturas severas de las articulaciones o de la musculatura paravertebral, o cuando un dolor no ceda con la medicación habitual, son síntomas que requieren la consulta del especialista de columna.
¡Por Reyes… mochila nueva!
Si estás pensando en una mochila nueva como regalo de Reyes, es muy importante elegir una mochila adecuada a la fisionomía del niño y procurar que su peso no exceda nunca el 15-20% del peso corporal. Debe contar con cintas anchas ajustables que permitan una extensión adecuada y que evite que la mochila caiga por debajo de las nalgas. Para una correcta distribución de la carga en el interior de la mochila, se recomienda colocar cerca del cuerpo el material con más peso. Sólo con esto estarás protegiendo a tu hijo de futuras patologías de columna.
Sobre los 9-10 años la zona más dolorida es la dorsal, mientras que a partir de los 15 años se equipara este dolor con el lumbar. La zona cervical es la que menos dolencias produce, y cuando se manifiesta lo hace especialmente en niñas.