El dolor abdominal funcional es un trastorno común en la infancia, afectando al 30 % de los niños en edad escolar. La Asociación Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) ha lanzado una campaña para aumentar la conciencia sobre este problema.
Sanja Kolacek, representante de ESPGHAN, destaca la importancia de educar al público sobre este trastorno, que puede generar una mala calidad de vida y problemas de salud mental en los niños y sus familias. La campaña incluye la creación y distribución de material educativo en varios idiomas, con el objetivo de informar y concienciar.
El profesor Marc A. Benninga, experto en gastroenterología pediátrica, subraya que el dolor abdominal funcional puede afectar significativamente a la calidad de vida de los niños, causando ansiedad y depresión.
Para abordar este problema, ESPGHAN insta a profesionales de la salud y al público en general a sensibilizar sobre el trastorno y educar sobre sus signos y síntomas. Se alienta a usar el hashtag #FunctionalAP en redes sociales para participar en conversaciones y compartir información.
Cómo se diagnostica
El dolor abdominal funcional se diagnostica según los criterios de Roma IV, que incluyen dolor episódico o continuo durante al menos 4 días al mes durante 2 meses. No se asocia únicamente con la comida o la menstruación y no cumple con los criterios de otros trastornos gastrointestinales.
Además del dolor abdominal, los niños pueden experimentar síntomas como dolor de cabeza, mareos y náuseas. Aunque no se conoce la causa exacta, identificar y tratar el trastorno a tiempo puede mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Si sospecha que su hijo puede tener dolor abdominal funcional, es importante comunicarse con el pediatra para obtener un diagnóstico y recomendaciones adecuadas.