Un síndrome psicológico
Te contamos los síntomas que genera este trastorno y cómo manejar la ansiedad de sentirse desconectado.
El término «FOMO» (siglas en inglés de fear of missing out) y que podríamos traducir como “miedo a perderse algo”, describe un fenómeno psicológico bastante extendido en la actualidad, especialmente entre los jóvenes. Muy ligado a la era digital y a las redes sociales, se caracteriza por la ansiedad o preocupación que experimenta una persona al sentir que está perdiéndose experiencias o momentos significativos.
El término no es nuevo; sus raíces se remontan a finales de los años 90 para explicar la ansiedad por perderse eventos sociales y oportunidades de diversión. Con la llegada del siglo XXI y la proliferación de las redes sociales, el FOMO se manifiesta principalmente a través de la necesidad constante de estar conectado y actualizado. Este trastorno se ceba especialmente en los más jóvenes debido al uso y abuso de la tecnología. Las personas que experimentan FOMO sienten una ansiedad persistente por no estar al tanto de lo que están haciendo sus amigos o por perderse experiencias interesantes que sí están disfrutando los demás. Los afectados a menudo se sienten presionados para mantenerse al día con las últimas tendencias y eventos, lo que puede llevar a una dependencia excesiva de sus dispositivos y a sufrir una desconexión de la realidad.
Algunas señales de alerta
- Necesidad irresistible de estar constantemente conectado a Internet y participar activamente en las redes sociales por miedo a ser excluido y a perderse experiencias. Esta ansiedad puede ser especialmente aguda en personas con baja autoestima.
- Mayor uso del móvil.
- Disminución del bienestar emocional y estrés por malas experiencias en las redes; dificultad para relacionarse en la vida real e inseguridad.
- Sentimientos de soledad, frustración o irritación por no haber participado en un evento.
- Puede provocar además trastornos del sueño, depresión y una disminución del rendimiento académico o laboral.
En el origen
El uso excesivo de las redes sociales y la exposición constante a vidas aparentemente perfectas de otros pueden generar comparación y envidia. Además, la sobreinformación y la cultura de la inmediatez alimentan el miedo a quedarse atrás.
El FOMO no es trastorno psicológico oficialmente reconocido, pero es importante detectarlo y controlarlo para salvaguardar el bienestar emocional mediante…
- La concienciación y aceptación de las emociones que provoca. Hablarlo con otros, expresar los sentimientos que suscita.
- Limitando el tiempo en redes sociales y estableciendo horarios para su uso. Practicar la desconexión digital.
- Enfocarse en logros personales y establecer metas realistas, evitando la presión de querer hacer todo.
- Si vemos que la ansiedad que suscitan las redes interfiere en la vida diaria o afecta a las relaciones personales, se recomienda buscar la ayuda de un psicólogo que nos brinde estrategias específicas para lidiar con el problema.