Únete a nuestra comunidad
Toda la actualidad del mundo de la salud y la farmacia en Consejos de tu Farmacéutico.
Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales:
Que la vitamina D es buena para los huesos y para fortalecer el sistema inmunológico ya lo sabíamos. Pero ahora también se ha demostrado que niveles altos de vitamina D protegen frente al cáncer de mama y otro tipo de tumores, fortaleciendo la teoría que afirma que la vitamina D y el cáncer mantienen una estrecha vinculación.
Sabemos que la vitamina D es una hormona esteroidea que interviene en la absorción intestinal de calcio y es fundamental para la formación y el mantenimiento de unos huesos sanos y fuertes, previniendo la osteoporosis. También facilita la movilidad de los músculos, permite la conexión entre el cuerpo y el cerebro, mejora el estado de ánimo, aporta energía, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y protege frente a las infecciones, reequilibrando el sistema inmunitario en periodos de convalecencia, épocas de cansancio, estrés, etc. En contraposición, los signos que nos hablan de un déficit de vitamina D son fragilidad de huesos, dolor y debilidad muscular, infecciones frecuentes, depresión o desánimo y piel reseca. También se relaciona su déficit con patologías como la hipertensión arterial, el desarrollo precoz de ateroesclerosis, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardiaca, además de con trastornos autoinmunes, alérgicos, infecciosos, neurológicos, inflamatorios, digestivos e incluso, depresivos.
Sustancia clave en todas las etapas de la mujer
La vitamina D “actúa como hormona y cualquier hormona es importante en la salud de la mujer”, asegura Silvia Torrents, nutricionista del Hospital HM Nou Delfos de Barcelona. Así, en edad fértil, su deficiencia dificulta la implantación del embrión y favorece el síndrome de ovarios poliquísticos, un problema que afecta entre el 5% y el 10% de las mujeres; durante el embarazo, su insuficiencia se asocia a un mayor riesgo de sufrir diabetes gestacional, parto prematuro y bajo peso del bebé al nacer y, finalmente, en la menopausia, los correctos niveles previenen problemas cardiovasculares, cáncer de mama, obesidad y osteoporosis.
Protectora frente al cáncer de mama
En lo que respecta al cáncer, las últimas investigaciones han demostrado que en zonas con mayor exposición a los rayos UVB existe una menor incidencia y mortalidad en hasta 13 tipos de cáncer, entre ellos, de mama, colon y ovario. La explicación está en que la vitamina D es en realidad un complejo sistema hormonal que ejerce su acción en prácticamente todos los órganos y tejidos, ya que el receptor para la vitamina D (VDR) se halla en casi todas las células del organismo, ayudando a prevenir tumores. De hecho, según explican desde la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (SESPM), existen evidencias que demuestran que las mujeres con niveles más altos de vitamina D tienen menos riesgo de desarrollar un cáncer de mama que las que lo tienen deficitario.
Las fuentes en las que abunda
Procedente de la luz solar (de los rayos UV-B), la vitamina D puede obtenerse del queso, los huevos, los lácteos y el hígado. También se encuentra de forma natural en muchos pescados azules como el atún, el salmón o la caballa. De ahí que sea tan importante una buena alimentación y la práctica de ejercicio físico al aire libre, claves para mantener nuestro organismo en unos buenos niveles.
Sin embargo, se calcula que la mitad de los españoles no tiene un nivel óptimo de esta vitamina, lo que se explica por “la escasa exposición a la luz solar, uso de cremas con filtro de radiaciones ultravioletas y la baja ingesta en alimentos ricos en vitamina D. La hiperpigmentación cutánea (tener color de piel más oscuro) también es una de las razones por las que España, aun siendo un país con muchas horas de luz solar, tiene una alta prevalencia de insuficiencia de vitamina D”, señala Torrents. Las personas mayores de 65 años constituyen uno de los principales grupos de riesgo, pero cada vez se observan más niños y jóvenes en los que el nivel bajo de vitamina D ocasiona importantes problemas de salud, razones por las que a menudo puede ser necesaria una suplementación.
Las mujeres jóvenes tienen suficiente con exponer a los rayos solares la cara y los brazos durante 5-15 minutos diarios; mientras que las mujeres mayores de 70 años deben permanecer más tiempo, pues la síntesis cutánea es inferior en un 75%.