Muchos beneficios y alguna contraidicación
Analizamos las propiedades nutricionales de las algas comestibles, así como su impacto positivo en el medioambiente. También se analizan las precauciones a considerar al consumirlas.
Son hipocalóricas, ricas en proteínas, vitaminas, fibra y micronutrientes como el hierro, el calcio y el magnesio, además de biosostenibles. Con estas credenciales no es de extrañar que su producción en Europa haya aumentado cerca de un 400% en los últimos 20 años.
A menudo confundidas con plantas, las algas son organismos microscópicos, como las que forman el fitoplancton en el mar, y/o macroscópicos, como las que encontramos en la playa o las que nos comemos con los makis). Se clasifican por su color: verde, rojo, marrón o amarillo, fundamentalmente, y se conocen cerca de 25.000 especies diferentes, de las cuales solo unas cincuenta son comestibles. Su consumo creciente en Europa gracias a la proliferación de platos orientales como el sushi, el ramen, la sopa de miso o los fideos fritos chinos, las ha hecho cada vez más populares en la gastronomía europea por su sabor único y sus beneficios para la salud. Además, tienen un impacto positivo para el medioambiente: capturan CO2 y oxigenan las aguas, lo que favorece la biodiversidad de los entornos acuáticos.
Todas las comestibles
- El alga nori es un tipo de alga roja que se utiliza sobre todo en la preparación de sushi y otros platos japoneses y que es conocido por su gusto umami. Es rica en proteínas y en vitamina A.
- El alga wakame es marrón y se usa para hacer ensaladas, sopas u otros platos. Tiene un gusto muy suave y un alto contenido de vitaminas, como los complejos B y C, y es rica en minerales como el calcio y el potasio.
- El espagueti de mar es un alga marrón bastante común en las costas de Europa y que se utiliza en distintas preparaciones culinarias.
- El alga dulse es de tipo rojo y se consume fresca, seca o en polvo. Se utiliza en ensaladas, sopas y como aperitivo.
- Las algas kelp se usan en la preparación de sopas y guisos, y a menudo se secan para su conservación.
- La Chlorella y la espirulina son microalgas muy apreciadas por su elevada concentración de nutrientes y proteínas. Se utilizan como complemento alimenticio en forma de polvo o cápsulas.
Sus beneficios
Según explica la profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Aida Serra, sus beneficios son incalculables, ayudando a la regulación intestinal y destacando por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
- “Además, son muy poco calóricas y contienen proteínas de alta calidad y muy pocas grasas, lo que las convierte en un alimento muy interesante», explica.
- Son una fuente excelente de nutrientes como las vitaminas A, C y varias del grupo B; y son ricas en minerales como el yodo, el fósforo, el potasio, el hierro, el calcio y el magnesio.
- Son ricas en antioxidantes, como los flavonoides, que tienen un impacto muy positivo para la salud, sobre todo en enfermedades crónicas.
- Al igual que muchos vegetales, son ricas en fibra y contribuyen a regular el tránsito intestinal.
- A pesar de contener pocos lípidos, los que contienen son ricos en grasas omega-3, que favorecen la salud cardiovascular.
- Eso sí, según explica Aida Serra, «al contener niveles elevados de yodo, las personas con problemas de tiroides deben consultar con un profesional sanitario antes de ingerirlas, ya que, aunque se trata de un mineral esencial para el funcionamiento adecuado de la glándula tiroides, un consumo excesivo de este nutriente puede ser perjudicial. También se recomienda evitar el consumo de algas por completo en niños y mujeres embarazadas”, aclara. Además, las algas también pueden contener metales, por lo que «es importante diversificar la dieta y evitar el consumo excesivo, como ocurre prácticamente con todos los alimentos».