Según el último informe del Sistema Nacional de Salud, más de un tercio de la población española sufrirá un problema de salud mental a lo largo de su vida. “Esta cifra supera el 50% entre las personas mayores de 75 años y las previsiones indican que seguirá aumentando en los próximos años. Pero no hablamos solo de datos: hablamos de sufrimiento humano, de vidas condicionadas por el silencio, el estigma y la incomprensión”, ha recalcado Raquel Martínez, vicepresidenta de FIP y secretaria general del Consejo General de Farmacéuticos de España.
Ha sido en la presentación de los resultados preliminares del proyecto “Escuelas rurales de salud mental”, que se ha llevado a cabo en 300 farmacias de toda España, se presentaron ayer en el Congreso Mundial de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas que se celebra en Copenhague (Dinamarca) promovido por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y al que ha acudido la delegación española presidida por Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos.
Raquel Martínez y Rita de la Plaza, tesorera del Consejo General, han detallado esta iniciativa, ejemplo para el mundo, en la que farmacéuticos han impartido sesiones de educación sanitaria a cerca de 8.000 ciudadanos y cuidadores para fomentar el autocuidado y la adherencia a los tratamientos.
El farmacéutico, aliado esencial
“En España contamos con más de 22.000 farmacias distribuidas por todo el territorio, incluidas las zonas rurales y de difícil acceso. Esta amplia presencia convierte a la farmacia en un punto de acceso rápido y cercano, lo que facilita la implementación de acciones preventivas, así como una respuesta rápida ante los primeros síntomas”, todo lo cual pone de manifiesto el potencial que ofrece la red de farmacias comunitarias y los farmacéuticos como un aliado esencial en el abordaje de la salud mental.
Las farmacias actúan también como primer punto de contacto para detectar y orientar los casos leves o iniciales, ofreciendo apoyo personalizado y seguimiento continuo, fundamental para mejorar el cumplimiento de los tratamientos farmacológicos.
Para la secretaria general del Consejo General de Farmacéuticos de España y vicepresidenta de FIP, “las farmacias contribuyen a descongestionar el sistema sanitario, aliviando la carga de los centros de salud mental y de las consultas médicas”.
“Además, la farmacia representa un espacio de confianza y privacidad, donde las personas pueden consultar sin barreras ni estigmas, reforzando así la atención integral de la salud mental. Hecho que cobra aún más importancia en las zonas rurales, donde la farmacia suele ser el único recurso sanitario cercano para pequeños núcleos dispersos alejados de las grandes ciudades”, ha concluido.
Un fuerte compromiso con la salud mental
Rita de la Plaza subrayó el compromiso de la profesión farmacéutica con la salud mental, un ámbito en el que, según afirmó, “la farmacia tiene un papel transformador en la atención integral”. En este contexto, recordó que dentro de la Estrategia Social para la Profesión Farmacéutica se han puesto en marcha diversas actuaciones.
La primera fue el informe La salud mental en España, que aportó una radiografía completa sobre prevalencia, desigualdades en el acceso a los recursos y la necesidad de reforzar la farmacia como puerta de entrada al sistema.
Posteriormente, destacó la iniciativa de las Escuelas Rurales de Salud Mental, llevada a cabo junto con la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y Boehringer Ingelheim. El programa se desplegó en 300 farmacias de todo el país, con sesiones formativas que alcanzaron a 4.850 pacientes y 3.129 cuidadores, con el objetivo de fomentar la adherencia terapéutica y el autocuidado.
Estas formaciones se dividieron en dos bloques: uno dirigido a la población general —centrado en bienestar emocional, autocuidado, mitos en torno a la salud mental y seguimiento de los tratamientos— y otro diseñado para cuidadores, donde además se abordó la carga emocional y física que conlleva este rol.
Los resultados muestran un fuerte respaldo a la iniciativa: el 99% de los pacientes considera que debería extenderse a más localidades y celebrarse con mayor frecuencia, mientras que un 97% cree que puede contribuir a mejorar su enfermedad y estilo de vida. En el caso de los cuidadores, mayoritariamente familiares y mujeres, un 57% reconoció sufrir sobrecarga.
De la Plaza también repasó otras acciones impulsadas desde los Colegios de Farmacéuticos:
- En Murcia, la campaña Conecta con tu salud mental promueve el uso responsable de psicofármacos.
- En Castilla-La Mancha, la iniciativa Farmacia comunitaria: tu apoyo en salud mental apuesta por un enfoque positivo e inclusivo.
- En Barcelona, el Proyecto ITACA ofrece apoyo psicológico y terapéutico a farmacéuticos con problemas de salud mental o adicciones.
En cuanto a la prevención del suicidio, resaltó experiencias como la participación de los farmacéuticos de Aragón en la estrategia regional, centrada en la detección precoz y la derivación, o la campaña navarra Detrás de esta cruz hay vida: entra y hablemos del suicidio, que convierte a la farmacia en un entorno seguro y libre de estigmas.
La tesorera concluyó subrayando que “la farmacia comunitaria es una pieza estructural del sistema sanitario y social, con un potencial todavía por desarrollar en el ámbito de la salud mental”.