El herpes zóster (HZ) es una enfermedad causada por la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela. Por este motivo, más del 90% de la población adulta que ha pasado la varicela en su infancia es susceptible de padecerlo a lo largo de su vida, según el segundo Estudio de seroprevalencia en España. Es más, se estima que 1 de cada 3 personas entre 50 y 90 años desarrollará esta enfermedad y, a los 85 años, la probabilidad aumenta a 1 de cada 2 personas. Esto es debido a que el virus puede permanecer latente durante años o décadas en el organismo y activarse en cualquier momento de la vida, especialmente cuando el sistema inmunitario se debilita por el propio envejecimiento, estar recibiendo un tratamiento inmunosupresor o sufrir una enfermedad crónica.
Síntomas cuando se reactiva
Cuando el virus del herpes zóster se reactiva, los síntomas iniciales más frecuentes son picazón, dolor ardiente,
hormigueo, normalmente en el tórax, abdomen o cara, que suelen durar entre uno y cinco días. Tras ese tiempo,
comienza la fase aguda de la enfermedad en la que aparecen pequeñas manchas rojas en la piel que
posteriormente se transforman en pequeñas ampollas llenas de líquido, acompañadas de un dolor punzante. Esta
erupción es conocida popularmente como “culebrilla”.
Al cabo de unos 10 días, las vesículas se convierten en costras que, normalmente, duran entre 2 y 4 semanas,
desapareciendo con ellas los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, en algunas personas el herpes zóster se
puede complicar dando lugar a la neuralgia postherpética, un dolor que persiste después de que la erupción se haya
curado y que puede prolongarse de 3 a 6 meses, o incluso años. Después de los 50 años, hasta un 30% de las
personas con herpes zóster puede desarrollar una neuralgia postherpética.
«Leyendas del herpes zóster»
Con el objetivo de dar a conocer el herpes zóster y sus efectos, la compañía biofarmacéutica GSK de la mano de Lunwerg (Grupo Planeta) han presentado en la Biblioteca de El Retiro (Eugenio Trías Beltrán. Casa de Fieras, Madrid) la exposición «Leyendas del Herpes Zóster», una iniciativa de sensibilización que aborda esta patología desde una perspectiva cultural y simbólica.
Esta exposición, basada en el libro «Leyendas del Herpes Zóster», editado por Planeta-Lunwerg que cuenta con el
aval de la Sociedad Española del Dolor y la Sociedad Española de Neurología, exhibe diez relatos inspirados en
cómo distintas culturas en todo el mundo, como España, Italia o Nepal, entre otros, han concebido y denominado
coloquialmente al herpes zóster para dar sentido a esta enfermedad.
Términos como culebrilla (España), fuego de San Antonio (Italia) o maldición de la serpiente (Nepal), no solo aluden a manifestaciones físicas del herpes zóster, sino que revelan vivencias culturales y emocionales ligadas al dolor que puede originar la infección por este virus.
Durante el acto, la enfermera Raquel García Flórez, responsable de enfermería del Centro de Salud Tres Cantos II, ha explicado que el herpes zóster es una enfermedad causada por la reactivación del virus de la varicela, que permanece latente en el organismo tras la infección inicial y puede reactivarse, especialmente en personas mayores o con el sistema inmunitario debilitado.
Desde su experiencia en el ámbito asistencial, ha puesto en valor el papel clave de la enfermería de atención
primaria, no solo en la detección precoz y el seguimiento del paciente, sino también en el acompañamiento
emocional, la comunicación cercana y la educación sanitaria, elementos esenciales para mejorar la calidad de vida
y fomentar la concienciación sobre esta enfermedad.
Por su parte, la doctora María Madariaga, presidenta de la Sociedad Española del Dolor ha explicado los aspectos clínicos del herpes zóster, subrayando la necesidad de un abordaje adecuado. “El herpes zóster no solamente aparece en la piel, también puede impactar en la calidad de vida. El dolor que, en algunos casos puede persistir tras la curación de las ampollas, se denomina neuralgia postherpética, y se trata de una complicación muy incapacitante, especialmente en personas mayores, siendo uno de los cuadros de dolor más refractarios y complejos de tratar que vemos en consultas de las unidades de dolor”,
ha explicado.
Para finalizar, se ha puesto en valor la necesidad de crear puentes entre el conocimiento científico y el lenguaje
artístico para lograr una mayor concienciación sobre esta enfermedad. “Nuestra intención con esta exposición es
dar visibilidad a una enfermedad que muchas veces se sufre en silencio, y generar empatía a través de las
emociones, el arte y la palabra. De esta manera, GSK refuerza su compromiso con la divulgación en salud,
ofreciendo herramientas innovadoras que acercan el conocimiento y la concienciación sobre patologías que afectan
a la población a través de la cultura y el lenguaje simbólico”, ha señalado Paula Sánchez de la Cuesta, directora de
Patient Advocacy & Disease Awareness en GSK.