Por Teresa Cepeda Vidal, farmacéutica co-titular de Farmacia Cepeda Vidal CB
Llega octubre y, con él, además de la vuelta a la rutina, también vuelve la temporada de virus respiratorios. En la farmacia lo notamos enseguida: dolor de cabeza, mocos, tos, fiebre y esa duda eterna de muchos pacientes: “¿Esto será gripe o un simple resfriado?”. Vamos a intentar aclararlo, dar algunas recomendaciones prácticas y, de paso, recordar la importancia de la vacunación antigripal.
¿Resfriado o gripe? No es lo mismo
Aunque a menudo se usen como sinónimos, resfriado y gripe no son iguales:
- Resfriado común: suele empezar poco a poco con congestión nasal, estornudos, dolor de garganta leve y algo de tos. No suele dar fiebre alta ni postrar en cama. Dura entre 5 y 7 días, aunque la tos puede alargarse más.
- Gripe: suele aparecer de forma brusca, con fiebre alta (38–40 ºC), dolor muscular, irritanción y dolor intenso de garganta, cansancio intenso y malestar general. Dura más y deja al paciente “hecho polvo” durante una semana aproximadamente.
¿Y qué pasa con la COVID-19?
Aunque la situación ya no es la de hace unos años, seguimos viendo confusión en mostrador. Los síntomas de COVID pueden solaparse con gripe y resfriado (tos seca, fiebre alta, cansancio, dolor de garganta), pero también puede cursar con diarrea, pérdida de olfato/gusto o dificultad respiratoria.
Ni antibióticos ni remedios caseros: lo que sí funciona
Una de las recomendaciones más repetidas (y más importantes) es esta:
Ni la gripe, ni el resfriado, ni la COVID-19 se curan con antibióticos, porque son infecciones víricas. Los antibióticos sólo sirven frente a bacterias, y usarlos sin necesidad favorece resistencias que luego complican otros tratamientos.
Entonces, ¿qué puedes hacer? Lo que deberías tener en tu botiquín:
- Descanso y buena hidratación.
- Analgésicos o antitérmicos (paracetamol o ibuprofeno) para el malestar corporal y la fiebre.
- Lavados nasales para eliminar la mucosidad y descongestionar.
- Bucofaríngeos para el dolor e irritación de garganta.
- Preguntar a tu farmacéutico para personalizar tu tratamiento más adecuando en cuanto a antigripales y antitusivos (no sirve “cualquiera” para todas las situaciones).
Prevenir mejor que curar: vacuna y hábitos saludables
Cada año, en octubre, comienza la campaña de vacunación frente a la gripe. Está especialmente indicada en personas mayores, enfermos crónicos y personal sanitario, aunque cualquiera puede beneficiarse. La vacuna no evita todos los casos, pero sí reduce el riesgo de complicaciones graves y hospitalización.
Además, algunos hábitos sencillos marcan la diferencia:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Evitar compartir vasos o cubiertos.
- Ventilar espacios cerrados.
- Usar mascarilla si tienes síntomas para no contagiar a los demás, independientemente de cuál sea el agente que te está causando esos síntomas.
Lo que más nos preguntáis en la farmacia
- “¿Es gripe, resfriado o COVID?” Muchas veces solo el curso de los síntomas o un test lo aclaran.
- “Si tengo mocos verdes, ¿necesito antibiótico?” No siempre; el color de las secreciones mucosas no distingue virus de bacterias.
- “¿Puedo vacunarme si estoy acatarrado?” En general sí, si la fiebre no es alta ni hay malestar intenso.
- “Ya me vacuné otros años, ¿para qué repetir?”: Porque los virus mutan y la protección inmunitaria disminuye con el tiempo.
- “¿Tengo que usar mascarilla?” Actualmente no es obligatorio, pero sí es recomendable si tienes síntomas que nos hagan sospechar de alguna infección vírica y vas a estar cerca de otras personas a las que puedas contagiar.
La temporada de virus respiratorios es inevitable, pero con información clara se lleva mucho mejor. Distinguir entre gripe y resfriado, usar los medicamentos adecuados y apostar por la prevención son las claves para pasar estos procesos de una forma más llevadera. Y recuerda: tu farmacia está para resolver dudas y recomendar el tratamiento más adecuado para ti.