Te encuentras muy sano, haces mucho deporte, llevas una dieta equilibrada y siempre te has mantenido alejado de los vicios. Pero un día, te acuestas y ya no vuelves a abrir los ojos. Desgraciadamente, la muerte súbita es una realidad que sucede más a menudo de lo que piensas.

La muerte súbita cardíaca (MSC) es una muerte repentina e inesperada causada por la pérdida de la función cardíaca (paro cardíaco repentino).La muerte ocurre en el plazo de una hora después del inicio de los síntomas. Cada año, se producen entre 50 y 100 muertes súbitas cardíacas por cada 1000 muertes en Europa y Norteamérica

Por cada minuto de demora en hacer RCP, se pierde un 10% de posibilidad de sobrevida



En un 70% de las veces este tipo de episodios se producen en el ámbito domiciliario o laboral y no en centros médicos, de ahí la importancia de saber cómo actuar frente a los mismos.



En un 70% de las veces este tipo de episodios se producen en el ámbito domiciliario o laboral y no en centros médicos, de ahí la importancia de saber cómo actuar frente a los mismos.




¿Qué causa la muerte súbita cardíaca ?

La mayoría de las muertes cardíacas súbitas son causadas por ritmos cardíacos anormales llamados arritmias. La arritmia potencialmente mortal más común es la fibrilación ventricular, que es una descarga errática y desorganizada de impulsos desde los ventrículos (las cámaras inferiores del corazón). Cuando esto ocurre, el corazón no puede bombear sangre y la muerte ocurrirá en cuestión de minutos, si no se trata.

¿Cuáles son los síntomas?

Las causas y los factores de riesgo de la muerte cardíaca súbita incluyen:

  • Ataques al corazón
  • Arteriopatía coronaria
  • Corazón agrandado
  • Palpitaciones en el corazón
  • Dificultad para respirar
  • Enfermedad cardíaca valvular
  • Cardiopatía congénita
  • Problemas eléctricos del corazón.

Algunas personas pueden experimentar síntomas de un paro cardíaco repentino, como latidos cardíacos acelerados o sentirse mareados, alentandolos de que ha comenzado un problema potencialmente peligroso del ritmo cardíaco. En más de la mitad de los casos, sin embargo, se produce un paro cardíaco repentino sin síntomas previos.

¿Cuáles son los factores de riesgo para la muerte súbita cardíaca?

Cualquier persona puede sufrir una muerte súbita cardíaca. Aquellos con trastornos cardiovasculares, de mediana edad o mayores, con sobrepeso y con diabetes tienen un mayor riesgo que las personas jóvenes y sanas. 

El tabaco, la falta de ejercicio, el estrés y el abuso del alcohol también elevan el riesgo.

Si bien el ejercicio en sí no aumenta el riesgo, el entrenamiento físico intensivo o la participación en una competición atlética pueden provocar una muerte súbita cardíaca si el corazón está debilitado por una enfermedad, por ejemplo, miocarditis no detectada debido a una infección.

¿Cómo se diagnostica?

Por las características de esta patología, el diagnóstico no se puede realizar previamente. Conocer los síntomas puede ayudar a intervenir rápidamente e intentar salvar la vida del paciente.

Como sabemos esta es una afección fatal por ello, es importante saber qué lo causa en primer lugar y realizarse exámenes de detección con regularidad.

La nueva tecnología de diagnóstico, como los monitores cardíacos, las pruebas genéticas pueden predecir quiénes están en riesgo de arritmias ventriculares potencialmente mortales que pueden causar MSC.

Las pruebas de detección para prevenir ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca con exámenes cardiovasculares de rutina con electrocardiogramas y ecocardiogramas son fundamentales para detectar y prevenir este problema.

¿Cómo se puede prevenir la muerte súbita cardíaca?

Una de las medidas más importantes para prevenir la muerte súbita cardíaca es diagnosticar anticipadamente los trastornos cardiovasculares y tratarlos de forma adecuada.

Los atletas, en particular, deben someterse a exámenes cardiovasculares regulares para detectar a tiempo problemas ocultos de salud cardíaca. Además, se debe seguir un estilo de vida saludable y evitar factores de riesgo como la falta de ejercicio, la obesidad, el tabaco o el abuso de alcohol.

Eduque a los miembros de su familia:

Si está en riesgo de padecer este problema, hable con los miembros de su familia para que comprendan su afección y la importancia de buscar atención inmediata en caso de una emergencia. Los familiares y amigos de las personas en riesgo de esta afección deben saber cómo realizar la RCP (Reactivación cardiopulmonar).