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Las personas con dislexia tienen problemas para leer y deletrear a pesar de tener la capacidad de aprender.
Las personas con dislexia tienen problemas para leer y deletrear a pesar de tener la capacidad de aprender.
Las personas con dislexia pueden aprender, simplemente aprenden de una manera diferente. A menudo, se dice que estas personas, que tienen mentes talentosas y productivas, tienen una diferencia en el aprendizaje del idioma.
Este trastorno del neurodesarrollo se calcula que afecta aproximadamente a uno de cada diez niños provocando fracaso escolar. Para hacer frente a esta situación y mejorar el aprendizaje es necesario detectar el trastorno de forma precoz.
¿Qué causa la dislexia?
La dislexia es:
- Altamente hereditario.
- Una diferencia en la forma en que funciona el cerebro.
- Problemas en el desarrollo de la conciencia fonológica
¿Cuáles son los principales indicadores de dislexia?
Las personas con este trastorno también pueden tener dificultades en el área de la velocidad de procesamiento, en las habilidades motrices o en la percepción visual y/o auditiva. Pueden ver afectada la memoria a corto plazo, la organización, la secuenciación o el lenguaje hablado.
A continuación explicamos los principales síntomas de la dislexia. Es importante puntualizar que cada persona disléxica es única y no tiene por qué presentar la totalidad de síntomas para serlo:
- Problemas para aprender los sonidos de las letras para leer (decodificar) y deletrear (codificar)
- Dificultad para leer palabras sueltas, como en tarjetas y listas (decodificación)
- Falta de precisión y fluidez al intentar escribir
- Leer despacio con muchos errores
- Mala ortografía
- Confundir palabras con pronunciación similar.
- Trasponer las letras, cambiar el orden e invertir números.
- Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas.
- Problemas en el equilibrio.
- Problemas de memoria a corto plazo.
- Dificultades para organizar sus pensamientos.
- Problemas para mantener la atención.
- Dificultades en matemáticas.
¿Cuáles son los tipos de dislexia?
Aquí los primeros tres tipos de dislexia:
Dislexia primaria: es el tipo más común de dislexia y es una disfunción, del lado izquierdo del cerebro (corteza cerebral) y no cambia con la edad. Para las personas con este tipo de dislexia, existe una variabilidad en la dificultad de la discapacidad. La mayoría que tengan la oportunidad de poder formarse educativamente, tendrán éxito a lo largo de su vida. Sin embargo, hay otros que continúan luchando significativamente con la lectura, la escritura y la ortografía a lo largo de su vida adulta.
La dislexia primaria se transmite en líneas familiares a través de genes (hereditaria) o mediante nuevas mutaciones genéticas y se encuentra con más frecuencia en niños que en niñas.
Dislexia secundaria o del desarrollo: este tipo de dislexia es causada por problemas con el desarrollo del cerebro durante las primeras etapas del desarrollo fetal . La dislexia del desarrollo disminuye a medida que el niño madura. También es más común en los niños.
Dislexia por trauma : Usualmente este caso ocurre después de algún tipo de trauma cerebral o lesión en el área del cerebro que controla la lectura y la escritura. Rara vez se ve en la población en edad escolar actual.
Otros tipos de discapacidad de aprendizaje incluyen:
- La terminación dislexia visual a veces se usa para referirse al trastorno del procesamiento visual, una condición en la que el cerebro no interpreta correctamente las señales visuales.
- El término dislexia auditiva se ha utilizado para referirse al trastorno del procesamiento auditivo . De manera similar al trastorno del procesamiento visual, existen problemas con el procesamiento de los sonidos y el habla por parte del cerebro.
- La disgrafía se refiere a la dificultad del niño para sostener y controlar un lápiz para poder hacer las marcas correctas en el papel.
¿Existen tratamientos?
No hay una manera conocida de corregir la anomalía cerebral preexistente que causa la dislexia, un problema que dura de por vida. Sin embargo, la detección y evaluación tempranas para determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado pueden mejorar el éxito.
¿Podemos corregir la dislexia?
Como padres, podemos ayudar a tratar la dislexia siguiendo estos consejos:
1. Detectar cuál es la dificultad concreta del niño
Es importante que si se detectan indicios que puedan indicar que el niño padece este trastorno, se busque ayuda profesional cuanto antes para determinar si el niño padece dislexia, de qué tipo y en qué grado.
2. Trabajar junto a él en actividades específicas para su dificultad
Cuando se ha determinado cuál es la dificultad y en qué grado le afecta, se preparará una serie de actividades en las que el niño deberá trabajar en el aula, pero también se deberá reforzar todo lo aprendido en clases desde casa.
Los padres deben sentarse con el niño y ayudarlo a realizar tareas de lectura y comprensión. Algunos ejemplos de actividades que se pueden realizar en casa son:
- Lectura conjunta de libros que sean de interés para el niño: se debe insistir en que el niño se concentre en las palabras y en que se tome el tiempo que necesite para entender aquello que está leyendo.
- Lectura en voz alta para que el niño detecte errores: haga una lista de palabras cuya dificultad varía en función del nivel del niño. Se le pide al niño que lea las palabras y luego las leemos en voz alta, comunicando que debe detectar cuáles son las palabras que no decimos correctamente. De esta forma lo ayudamos a concentrarse en la correspondencia entre sonidos y letras.
- Lectura de sílabas complejas: otro ejercicio bueno para mejorar la destreza lectora es la lectura de sílabas complejas, de tres o cuatro letras. Podemos resaltar aquellas sílabas que ha leído bien para que, a medida que mejore, pueda ver sus avances y se mantenga motivado. A medida que avance las sílabas se pueden sustituir por palabras y frases.
3. Utilizar el juego como herramienta de trabajo
Algunos de los juegos que se pueden realizar junto a él son las sopas de letras, juegos de formar palabras como el Scrabble o el Boggle. También se puede jugar al ahorcado, empezando con palabras sencillas y aumentando la dificultad a medida que el niño hace avances.
4. No presionar en exceso al niño
Aunque el trabajo constante es necesario para mejorar la habilidad con la lectura, es importante no presionar de más al niño
5. Mantener la motivación
Los padres deben esforzarse por mantener la motivación del niño y evitar que se sienta mal al encontrarse con las dificultades propias de la dislexia.
Se deben encontrar actividades en las que los niños destaquen, como los deportes o alguna actividad artística, donde el niño pueda expresarse cómodamente y con la que se sienta a gusto.