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Esterilización temprana en perros: los riesgos

La esterilización temprana de tu mascota puede incrementar el riesgo de cáncer y alteraciones músculo esqueléticas, sobre todo en razas de tamaño mediano o grandes como el Labrador Retriever, Golden Retriever, Pastores Alemanes y Boyeros de Berna. Así lo advierte la Real Sociedad Canina, que resalta la importancia de tomar esta decisión consensuada con el veterinario.

Si tienes un nuevo cachorro en casa y te estás planteado la esterilización prepuberal durante su primer año de vida (sobre todo en torno a los 6 meses desde el nacimiento), debes saber que esta práctica, cada vez más frecuente y peligrosa, puede ser peligrosa para la salud de tu mascota y estar asociada a cambios no deseados en su comportamiento, sobre todo en determinadas razas. Así lo explica la Real Sociedad Canina de España (RSCE), que advierte del riesgo asociado de lesiones que debilitan las articulaciones, como la rotura o desgarro del ligamento cruzado craneal o displasias como la de cadera y a displasia de codo. Asimismo, entre los cánceres destacan el linfoma (cáncer del sistema linfático), el mastocitoma (de piel), el hemangiosarcoma (de vasos sanguíneos) y el osteosarcoma (de huesos).

La esterilización se realiza extirpando los órganos reproductores (ovarios y útero en hembras, testículos en machos). 

Más peligro en razas grandes

Ahora bien, los expertos de la Real Sociedad Canina explican que este riesgo “no tiene las mismas consecuencias en todos los perros, afectando más a las razas grandes, más propensas a desarrollar enfermedades derivadas de la esterilización temprana. Sobre todo los labradores retriever, golden retriever y pastores castrados están más expuestos a posibles consecuencias adversas, pudiendo padecer una o más lesiones articulares en los machos, y de dos a cuatro veces más en las hembras. Otras razas como los mastines, terranovas, rhodesian ridgebacks y huskies siberianos también pertenecen a este grupo de riesgo”, explican en un comunicado.

Por el contrario, razas de perro pequeñas, como el chihuahua, el pomerania, el poodle toy y el yorkshire terrier, no corren el mismo peligro que las razas de mayor tamaño. 

Alteración del metabolismo y el comportamiento

Además de los problemas físicos, la esterilización temprana lleva consigo una alteración del metabolismo y con el desarrollo de ciertos problemas de comportamiento como el miedo o la agresividad, lo que puede modificar el temperamento del perro. De ahí que antes de tomar la decisión de esterilizar, se deba evaluar el estilo de vida y las circunstancias particulares de cada perro y determinar el momento adecuado, de manera consensuada con el veterinario, como así lo afirma el presidente de la RSCE, José Miguel Doval: “la decisión de esterilizar a un perro debe de tomarse de manera informada y atendiendo a criterios veterinarios, de bienestar animal y de tenencia responsable. Esta práctica no debe decidirse de manera arbitraria sino responsable pues estaríamos poniendo en peligro el bienestar y salud de los perros”. 

Los expertos también insisten en que “no podemos olvidar que la esterilización es una medida de control de la población, aunque no la única, y que también es una medida que previene la aparición de los tumores de mama y de ovario en hembras y testiculares en machos, en algunas razas caninas predispuestas a esta patología”. La esterilización también ayuda a prevenir la propagación de enfermedades como el tumor venéreo transmisible. 

Retrasar la esterilización en perros un año desde el nacimiento puede reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades en algunas razas grandes, en las que este problema es significativo. En los gatos se recomienda esterilizar a los 6-7 meses de edad.

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Redacción Consejos