Diabetes: la promesa de una vida mejor

Para las personas con diabetes, el uso de plumas de insulina conectadas (smart pens) mejora la adherencia al tratamiento y supone un mejor control de las dosis de insulina necesarias para lograr una calidad de vida estable, según un estudio publicado en la revista Diabetes Care¹. Junto a los sistemas de monitorización continua de glucosa a los que se conectan, esta tecnología ha llevado a los pacientes a una mayor estabilidad y a un mejor control de la enfermedad.

La adherencia al tratamiento de insulina en personas con diabetes a menudo es difícil debido a la complejidad del régimen de insulina al que se ven sometidos: “tener que administrarse múltiples inyecciones diarias y monitorizar constantemente los niveles de glucosa puede ser una carga excesiva para muchos pacientes”, afirma el doctor David Barajas Galindo, médico especialista en Endocrinología y Nutrición y experto en nuevas tecnologías para el manejo de la diabetes. 

Este problema ahora se ha superado gracias a la tecnología que incorporan las plumas de insulina conectadas (smart pens), que permite la monitorización de las dosis administradas y la recogida de datos automática, eliminando la necesidad de registros manuales y reduciendo la posibilidad de errores. Este registro de datos, integrado junto con los recogidos por los sistemas de monitorización continua de glucosa (MCG), posibilitan una visión completa de la enfermedad y permite a los profesionales sanitarios personalizar el tratamiento de sus pacientes.

La adherencia al tratamiento: un salvoconducto

En circunstancias normales, el páncreas tiene dos formas de liberar la insulina necesaria para equilibrar los niveles de glucosa en sangre: la secreción continuada de

insulina o basal, liberada independientemente del consumo de alimentos; y la insulina cada vez que se hace una ingesta, segregada en forma de bolo para metabolizar los hidratos de carbono. En las personas con diabetes, la terapia basal-bolo imita esta forma de actuar del páncreas y consiste en la administración de una insulina basal (insulinas de acción prolongada) y de otro tipo de insulina para los bolos (insulinas de acción ultrarrápida), que sustituyen así a la función del páncreas. 

“Cuando los pacientes siguen rigurosamente su régimen de insulina”, explica el doctor Barajas, “se minimizan las fluctuaciones en los niveles de glucosa, lo que ayuda a mantenerlos dentro del rango objetivo. Esto no solo reduce el riesgo inmediato de hiperglucemia e hipoglucemia, sino que también previene las complicaciones a largo plazo asociadas con la diabetes, como enfermedades cardiovasculares, neuropatía, nefropatía y retinopatía”. En cambio, la pérdida de alguna de las dosis de insulina, ya sea basal o bolo, puede tener un impacto significativo en el control glucémico de una persona con diabetes, como así lo reflejan los datos de un reciente estudio publicado en la revista Diabetes Care¹, que ha evidenciado que perder dos dosis de insulina basal o cuatro dosis de insulina bolo en un período de 14 días se asocia con una disminución clínicamente relevante del 5% en el tiempo en rango de glucosa. Los resultados de este estudio también han demostrado que la descarga proactiva de los datos recogidos por los smart pens mejora significativamente el control glucémico, al registrar el número de unidades inyectadas y el tiempo transcurrido desde la última inyección y transferir esta información a los MCG compatibles.

Referencias

1. Danne, T. P. A., et al. (2024). Association Between Treatment Adherence and Continuous Glucose Monitoring Outcomes in People With Diabetes Using Smart Insulin Pens in a Real-World Setting. Diabetes Care, 47(6), 995-1003. https://doi.org/10.2337/dc23-2176