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La farmacéutica Mª Carmen Sáez revela los secretos que llevarán a la farmacia a escalar el podio y convertirse en una Farmacia Premium. Desde su empresa impulsatufarmacia.com, además de proporcionarnos las claves que nos ayudarán aumentar la venta libre y la facturación de venta cruzada, esta farmacéutica visionaria nos revela cuáles son las claves para liderar un equipo feliz que se “deje la piel” en su trabajo. Este año se ha lanzado a un reto mayúsculo al organizar el primer Congreso Online sobre Gestión y Marketing de Farmacias, #GestionaTuFarmacia2018, que ha reunido durante cuatro días a lo más granado de la profesión farmacéutica. Por cierto, todo un éxito.
¿Fidelizamos a nuestros equipos?
Una de las preocupaciones recurrentes de los farmacéuticos con los que trabajo, es la dificultad de atracción y retención de personal cualificado en sus farmacias. Esta relación con el equipo se convierte muchas veces en un factor limitante para el crecimiento del negocio, ya que, implantar una estrategia de venta y organización puede ser misión imposible debido a la resistencia de un equipo que no quiere progresar.
Bajo mi punto de vista, todas las personas deseamos ser felices en nuestro trabajo. Realizar una actividad durante 40 horas a la semana que suponga un reto y una satisfacción personal, es algo que resulta altamente atractivo para cualquiera. Sin embargo, el trabajo en muchas farmacias se ha convertido en rutinario y desmotivador para los integrantes de los equipos. ¿Qué hacemos para cambiarlo?
Motivación por manipulación
Atraer y retener a un cliente para que compre o a un colaborador para que obtenga resultados, no es muy diferente a enamorar a una pareja. Engalanarse en la primera cita puede funcionar. Los halagos y regalos pueden mantener el interés durante un tiempo. Pero si no hay nada detrás, no hay química, si no hay conexión, esa relación tiene sus días contados.
De la misma manera, los incentivos económicos, la palmadita en la espalda y un puesto de trabajo cómodo, pueden resultar atractivos a corto y medio plazo, pero a la larga generan un hastío que está abocado necesariamente al divorcio o a una convivencia francamente dura. En este punto, muchas veces, se mantiene la relación por otro fuerte manipulador: el miedo. Miedo a la bronca del jefe, a ser discriminado o al desempleo.
Y no es difícil ver en nuestro entorno equipos que no desarrollan todo su potencial en farmacias que no consiguen los resultados deseados por sus titulares o gerentes. Pero, ¿realmente queremos en nuestra organización personas que no sean felices con lo que hacen y que desearían estar en otra parte?
Enamorar y fidelizar al equipo
El término fiel proviene del latín fidelis, fiel, seguro, constante. Y el verbo fido (fidelizar) tiene en su origen el significado de confiar, fiarse de, entregarse con confianza. Por tanto, cuando hablamos de fidelizar al equipo, todos los sistemas de atracción por manipulación no funcionan. Porque la confianza no se gana en un momento, ni somos fieles a una idea. Confías en alguien, te fías de alguien, entregas tu confianza a alguien con quien compartes una manera de ver la vida similar.
Desde esta perspectiva, se entiende que las personas que mejor encajarán en tu organización son aquellas que compartan contigo una visión de la profesión muy parecida a la tuya. Es muy lógico, sí, pero no siempre se aplica en la selección del personal. Por lo tanto, al igual que en la búsqueda de pareja, si tú quieres que tu equipo sea fiel y se implique, tienes que empezar por darte a conocer.
El camino de la confianza
Es muy raro el caso en el que el titular con el que trabajo tenga que formar un equipo desde cero. Normalmente se adquiere una farmacia en forma de sucesión de empresa y no hay alternativa en los momentos iniciales. Pero esto no debe ser una excusa. El hecho es que es el equipo con el que cuentas. Y es tu responsabilidad, como líder, conseguir esa fidelización y esa cohesión que tu empresa necesita. El primer paso, como hemos dicho, es darte a conocer. Pero no lo que haces, ni cómo lo haces. Sino por qué haces las cosas. No es igual decir a tu equipo que quieres que venda un determinado producto fitoterápico (el qué), mediante unos protocolos concretos (el cómo) que el hecho de que entiendan que quieres construir una farmacia en la que velar por la salud integral del cliente desde un punto de vista natural, porque consideras que el respeto por el equilibrio del organismo con la menor intervención exterior es lo más adecuado (el porqué). Si tus colaboradores comparten esa filosofía de vida, y tú transmites tu entusiasmo, todo fluye.
Después, definir las características de cada puesto de trabajo, las obligaciones propias de los integrantes del equipo, dará un marco de seguridad al trabajador que conseguirá la estabilidad que perpetúe esa confianza. La elaboración y puesta en marcha de protocolos de trabajo, es entonces una herramienta que tiene un sentido y que se facilita un método para llegar a un fin. Y la venta de los productos pasa a ser un medio para conseguir ese objetivo final de la empresa que es compartido por todos los colaboradores.
Evidentemente hay muchos otros factores a considerar como el crecimiento personal, la motivación diaria, la remuneración económica en relación a la valía personal, el plan de carrera… pero todo nace de este pilar básico. Y si en la farmacia tenemos algún trabajador no alineado con la filosofía de la empresa, que no comparte esos valores y que no crece en la misma dirección, creo que hay que plantearse muy seriamente la posibilidad de prescindir de él.
La corresponsabilidad de empleado y empleador
No quiero terminar sin tratar este aspecto. Como trabajador, también hay que elegir a qué puesto de trabajo optar. Porque de ello depende mucho más que el salario que va a cobrar, es evidente. El plan de carrera que se marca para sí mismo, lo que quiere para su presente y su futuro debe guiar esta búsqueda de empleo. Y debería, bajo mi punto de vista marcar sus líneas rojas. Cómo quiere trabajar, cuánto quiere cobrar, a qué está dispuesto a renunciar y a qué no. Y hay que ser coherente y comunicarlo a la empresa para la que se postula, antes de la contratación.
De esta manera, la empresa que apueste por la formación de sus trabajadores, contratará a aquellas personas dispuestas a hacerlo, más aún, que estén en marcha ya en ese camino, inquietas, activas… Y asumirá la responsabilidad de cumplir con sus expectativas, porque si no, esos trabajadores se irán, se desenamorarán.
Introspección y autoconocimiento
Por lo tanto, creo que empezar, como titular, a hacer una reflexión profunda sobre el porqué último de la empresa y de uno mismo, facilitará la labor de formación de un equipo fiel y cohesionado. Un equipo que tendrá una razón de ser común, que crecerá personal y profesionalmente, que será más eficiente en su trabajo y que aumentará de manera natural la rentabilidad de la farmacia.
Si quieres saber por qué hago lo que hago, cual es mi porqué, entra en El manifiesto MC.