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Hoy se reúnen en Sevilla más de 100 expertos en dermatología y alergología para debatir sobre las “Reacciones cutáneas graves no inmediatas por medicamentos”
El 95% de las alergias a medicamentos se manifiesta con reacciones cutáneas. De ellas, menos del 15% es moderada o grave, sin embargo en algunos casos puede llegar a provocar la muerte. Además, aunque las alergias a los fármacos no son frecuentes, la polimedicación asociada al envejecimiento de la población está aumentando el número de episodios.
Estos son algunos de los datos que se van a presentar y debatir durante el III Curso de Formación Continuada en Dermatología y Alergia “Reacciones cutáneas graves no inmediatas por medicamentos”, que comienza esta tarde en Sevilla y que cuenta con la colaboración del Área Científica Menarini y el aval de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC) y de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
“No se conoce con exactitud el número de personas que son alérgicas a algún medicamento. Si bien se estima que el 10% de la población cree tener alergia a un fármaco, los estudios alergológicos demuestran que sólo la mitad o un tercio de ellos realmente la tienen. En la medida en la que estas reacciones inmunológicas pueden suponer una amenaza a la vida, constituye un tema de interés común para alergólogos y dermatólogos”, explica el doctor Carlos Colás, jefe del servicio de Alergia del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza y co-director del curso. Por su parte, la doctora Esther Serra Baldrich, del servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y también co-directora, añade que el hecho de que cada vez haya más pacientes polimedicados por el aumento de edad de la población, “hace que este tema sea importante tanto por su impacto económico como en términos de salud”.
Uno de los principales problemas de estas alergias es cuando no hay reacción inmediata -es decir, “cuando sucede con un desfase de tiempo que puede superar las 24 horas entre la administración del medicamento y la manifestación de los síntomas”, concreta el doctor Colás -y se trata, además, de un paciente polimedicado. A este respecto la doctora Águeda Pulpillo, del servicio de Dermatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, apunta que en la mayoría de las ocasiones “los síntomas aparecen con la introducción de nuevos fármacos, y pueden demorarse hasta 6 semanas”. En estos casos, los expertos apuestan por suspender toda la medicación posible hasta encontrar la causa.
Los antibióticos y los antinflamatorios no esteroideos (AINEs) son los fármacos que más frecuentemente producen reacciones alérgicas. “La edad, el número de tratamientos, la ingesta de suplementos nutricionales o el consumo de alcohol también pueden interferir en las reacciones alérgicas”, dice la doctora Serra, a la vez que señala que “en la medida en la que los fármacos son cada vez más complejos, el diagnóstico es también más difícil”. Por todo ello, la doctora Pulpillo indica que “los profesionales sanitarios debemos valorar los fármacos que toma un paciente antes de introducir uno nuevo evitando, en lo posible, las interacciones medicamentosas”.
Las últimas novedades en #alerderma
Este encuentro, en el que se dan cita más de 100 expertos en dermatología y alergólogos, podrá seguirse será retransmitido en directo a través del perfil de Twiter de Menarini (@menarini_es) con el hashtag #alerderma, con el objetivo de acercar los últimos conocimientos sobre reacciones alérgicas a los medicamentos a todos los especialistas interesados. Según subraya el doctor Colás, uno de los aspectos más importantes de este curso es que “permite compartir dos visiones de un mismo problema y, por tanto, aunar esfuerzos”. Y es que, como señala la doctora Serra, ante este tema “de actualidad médica, dermatólogo y alergólogo somos complementarios”.
Entre las novedades que se tratarán durante el curso, destaca el avance de las técnicas de diagnóstico in vitro, que “aunque son todavía experimentales, permitirán detectar con precisión el agente causante de la alergia sin poner en riesgo la vida de los pacientes, es decir, sin tener que exponerle al medicamento sospechoso”, señala el doctor Colás.