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La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, fue la encargada ayer de clausurar el ciclo “La sanidad española en el año 2009” en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), con su conferencia Retos para la salud en un mundo global. El presidente de la RANM, el profesor Manuel Díaz Rubio, en la presentación previa a la intervención de la ministra señaló que “tanto políticos como académicos coincidimos en que estamos ante una sanidad nueva, que cambia día a día, casi sin darnos cuenta. Por lo que todas las ideas y aportaciones deben ser tenidas muy presentes por todos con un objetivo común y cada vez más complicado por el enorme avance de nuestra ciencia”.
Durante su conferencia la responsable de Sanidad afirmó que el Gobierno de España está llevando a cabo una intensa actuación en el campo de la cooperación internacional con el objetivo de encauzar la globalización de forma que se puedan aprovechar sus ventajas y minimizar sus riesgos. “La globalización”, señaló, “ha generado mayor interdependencia, y ha transformado la protección y el fomento de la salud en un reto cada vez más importante para la política exterior y para la gobernabilidad a escala mundial. Se trata de un proceso que nos afecta a todos y que plantea grandes retos y ofrece muchas oportunidades”.
La ministra hizo hincapié en la necesidad de reducir las desigualdades que existen a nivel mundial en materia de salud. En este contexto, comentó que “la presidencia española de la Unión Europea supondrá, por un lado, una oportunidad para fomentar acciones frente a riesgos globales como el cambio climático, la mortalidad neonatal, el sida y la exclusión social, y por otro, para poner en marcha iniciativas que sigan posicionando a nuestros país en un lugar relevante en la escena internacional”.
Trinidad Jiménez apuntó que las líneas que defenderá nuestro país están basadas en “la universalidad, en el acceso a una atención de calidad, equidad y solidaridad de los sistemas de salud de sus estados miembros. “Impulsaremos además –añadió-, la coordinación entre la UE y la OMS en la lucha frente a determinados problemas como son disminuir las desigualdades en nutrición, mejorar el acceso al agua potable o fomentar la relaciones sexuales seguras, entre otras”. En esta línea recordó que tanto España 
como la Unión Europea apoyan la Estrategia Mundial y el Programa de Acción para la Sanidad Pública, la Innovación y la Propiedad intelectual de la OMS, que fomentan el acceso de los países menos desarrollados a los medicamentos y a aquellas tecnologías que permiten vencer la enfermedad o atenuar sus efectos.
Al final de su intervención, la ministra reflexionó sobre la importancia de la prevención en materia sanitaria, como son problemas tan graves como la obesidad infantil, los derivados por el consumo de tabaco y alcohol, o los efectos de determinadas enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión. “Es posible ganar salud articulando unas estrategias preventivas adecuadas. Lo que, sin lugar a dudas, contribuirá a la tan demandada sostenibilidad del sistema, que no depende sólo de los presupuestos. España dispone de unos profesionales sanitarios, que están entre los mejor cualificados del mundo, y que son el mejor activo para el impulso y desarrollo en el ámbito de la prevención”, concluyó.