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“La piel hay que revisarla como mínimo una vez al año, sobre todo después de las exposiciones frecuentes al sol que se producen en verano”; afirman desde el Instituto Hispalense de Pediatría.
“Las consultas de dermatología en verano suelen aumentar, ya que son más frecuentes los problemas en relación con las alergias cutáneas”, explican desde el área de dermatología del Instituto Hispalense de Pediatría (IHP). “Sobre todo la presencia de Prurigos que son una reacción de hipersensibilidad frente a las picaduras de insectos y a la distintas agresiones externas al estar la piel mas expuesta”.
“En los últimos años, los problemas dermatológicos de han visto incrementados; pero también es verdad que se ha incrementado el control y cuidado de la piel”, afirman. “El aumento del nivel de conocimientos, la mayor divulgación de las noticias y el fácil acceso a la información son algunos de los motivos por los que la frecuencia de consultas es mayor”, continúan.
“Aparte de la dermatitis atópica, que sigue siendo la dermatosis más frecuente en la edad infantil, gran parte de las consultas están relacionadas con diversos tipo de infecciones cutáneas”. “La más común de todas es el mollusco contagioso, que es una infección por Pox-Virus, que aunque sea una infección banal plantea gran cantidad de consultas. Le siguen otras infecciones víricas como las verrugas o papilomas y otras por hongos y bacterias”, subrayan.
El mejor consejo es que hay que “hay que cuidarse”, apuntan. “Y al igual que se realiza el control del niño sano, hay que insistir en el control y cuidado de la piel sana y recordar que hay que revisarla como mínimo una vez al año, sobre todo después de las exposiciones frecuentes en el periodo estival”.
“Tomar el sol con precaución, insistir en la fotoprotección, no solo con cremas, sino también con ropas, gorros y evitar sobre todo las quemaduras solares, hidratarse mucho la piel…”, algunos de las advertencias a tener en cuenta de cara al verano.