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La migraña vestibular es un tipo de migraña en la que aparecen emparejados el dolor de cabeza junto a síntomas vestibulares como el vértigo y los mareos.
La relación entre migraña y vértigo empezó a ser reconocida por los expertos en el siglo xix, pero no ha sido hasta 2012 cuando, a través de un documento de consenso, la Bárány Society y la International Headache Society acordaron unos criterios de diagnóstico precisos e incluyeron la migraña vestibular en la International Clasification of Hedache Disorders, adquiriendo así la enfermedad identidad propia. Aun así, hoy día, el diagnostico de este trastorno resulta complejo.
Con vértigos y mareos
Los síntomas son similares a los de una migraña común (cefalea, fotofobia, sonofobia o auras visuales) a los que se suman otros relacionados con el equilibrio, principalmente vértigo y mareo. En algunos casos el paciente siente un sonido agudo o zumbido en los oídos, o desequilibro ante los movimientos rápidos.
Comida china, meteorología, falta de sueño…
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) enumera algunos factores desencadenantes de migraña vestibular en pacientes predispuestos: la toma de ciertos alimentos (queso, chocolate o comida china), factores ambientales como el cambio de tiempo, la falta de sueño o la tensión premenstrual.
La duración de los episodios que definen la migraña vestibular puede ser variable. El 30% de los pacientes tiene episodios que duran minutos, un 30% sufren ataques de horas y otro 30% padece ataques durante varios días. El 10% restante sufre ataques durante unos segundos.
Esta patología la presenta una de cada diez personas que sufren migraña. La mayoría de los autores considera que la migraña vestibular es la segunda causa más frecuente de vértigo recurrente, tras el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), y la primera causa de vértigo recurrente espontáneo. La migraña asociada al vértigo es uno de los trastornos vestibulares más frecuentes en la población.
El abordaje
Según la SEORL, el tratamiento de la migraña vestibular puede resultar un poco complejo debido a su difícil diagnóstico. En general, deberá comprender medidas higiénico-dietéticas, medicación y terapia física. Entre las primeras, evitar el alcohol, la mejora del estrés emocional o procurar un buen descanso para reducir los factores desencadenantes. En cuanto a los fármacos empleados algunos ejemplos son los betabloqueantes, las benzodiacepinas o los antimigrañosos, así como fármacos vasodilatadores como los calcio antagonistas. En cualquiera de los casos, deberá ser el especialista quien determine el tratamiento a seguir en función de la sintomatología del paciente y su historia clínica.