Únete a nuestra comunidad
Toda la actualidad del mundo de la salud y la farmacia en Consejos de tu Farmacéutico.
Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales:
Sanidad recomienda la vacunación contra la gripe a personas mayores, grupos de riesgo y personal sanitario
Ya han comenzado las campañas de vacunación de la gripe por parte de algunas Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad recuerda que la vacunación es una de las medidas de salud pública más eficaces para prevenir la aparición de enfermedades e incluso la muerte en algunos casos. En concreto, la vacunación antigripal es la medida más efectiva para evitar la aparición de complicaciones causadas por el virus de la gripe en las personas que tienen un mayor riesgo de adquirirla. Así se recomienda la vacunación frente a esta enfermedad a las personas mayores, preferentemente a partir de los de 65 años de edad y otros grupos de riesgo, a partir de la tercera semana del mes de octubre.
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por un virus, por lo que los antibióticos no resultan efectivos para combatirla y su uso puede crear resistencias a estos fármacos.
La gripe es una enfermedad de curso agudo cuya máxima incidencia se observa en otoño e invierno. El período de incubación es de 48 horas con una variación entre uno y siete días. Se transmite por el aire al toser y estornudar. Los principales síntomas son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.
Además de la vacunación, existen una serie de medidas higiénicas fundamentales que hay que tener en cuenta para evitar la transmisión del virus son:
⊕ Taparse la boca al toser o al estornudar, preferiblemente con pañuelos desechables.
⊕ Lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado.
⊕ Procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiar las secreciones nasales.
Sigue leyendo