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En la actualidad son más de 320 los compuestos capaces de provocar asma en talleres, oficinas, fábricas y otros centros de trabajo
Entre un 10 y un 20 % de los casos de asma bronquial tienen un origen laboral. Esta patología respiratoria alérgica ocupacional, que arraiga en panaderías, industrias del plástico, talleres de pintura y sobre todo en fábricas de detergentes, se caracteriza por la presencia de tos crónica que se agudiza durante el trabajo. Además de este síntoma, la prevalencia de rinoconjuntivitis en los sujetos con asma ocupacional se sitúa entre el 76 % y el 92 %, estando casi el 60 % de los casos de asma precedidos por una rinitis. Nos encontramos pues, ante un tipo de alergia ocupacional que se cronifica con el tiempo y que persiste a lo largo de todo el año.
Los candidatos
Según un informe de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), los colectivos más afectados son los veterinarios, investigadores de laboratorios de animales, panaderos, pintores, limpiadores, trabajadores de la industria del plástico y de la química, así como los trabajadores de los llamados edificios enfermos. Esta última patología, de la que comenzó a hablarse a finales de los años setenta, se caracteriza por un cúmulo de enfermedades, principalmente respiratorias y alérgicas, que se producen en las oficinas motivado por una tipología constructiva que favorece el ahorro de energía. De entre todos estos colectivos, las cifras más altas se las llevan las fábricas de detergentes, con la mitad de los trabajadores afectados.
Las sustancias implicadas
Tal y como reza este informe de la SEAIC, hasta 320 sustancias estarían implicadas en este trastorno respiratorio ocupacional. Las formas más comunes (un 22 %), son las que se detectan entre los panaderos y los profesionales expuestos a los isocianatos sustancias utilizadas en la fabricación de espuma de poliuretano, barnices, lacas, pegamentos, pinturas y plásticos. Un 9,8 % de los casos responderían a alérgenos de animales, un 7 % a harinas y cereales, y un 5 % a humos de soldaduras y colas. Respecto a los panaderos, la causa más común es la sensibilización al trigo o al centeno, si bien algunos aditivos como la amilasa, la papaína o la hemicelulosa pueden actuar también como sensibilizantes.
Se calcula que la prevalencia de rinitis en los sujetos con asma ocupacional se sitúa entre un 76 y un 92 %, y que casi el 60 % de los casos de asma están precedidos por una rinitis
Bien por los alergólogos
Una tos crónica que se agrava en el trabajo no tiene por qué ser síntoma exclusivo del asma bronquial. Entre las patologías respiratorias alérgicas ocupacionales, los alergólogos acaban de descubrir una de aparición reciente, llamada bronquitis eosinofílica, frecuente sobre todo en personas de mediana edad y que tosen por las mañanas. Según el Dr. Quirce, responsable del Comité de Asma de la SEAIC, suele estar provocada por sustancias como el látex, acrilatos, esporas de hongos y compuestos de resinas, y se calcula que entre el 3 y el 7 % de los síntomas respiratorios relacionados con el trabajo están provocados por la bronquitis eosinofílica. Tos crónica e inflamación bronquial (aunque no ahogos ni pitidos), son los síntomas de esta patología difícil de diagnosticar porque no produce alteraciones en las pruebas de función pulmonar (espirometría), y que sin embargo puede derivar en asma o en una limitación progresiva crónica de la función pulmonar si no se diagnostica a tiempo, de ahí que sea tan importante, en palabras del doctor Antonio Peláez, presidente de la SEAIC, acudir rápidamente a una unidad de alergia, para que se realice un diagnóstico preciso mediante un estudio inmunológico y pruebas de provocación bronquial o nasal.
La prevención, en pañales
Según la SEAIC, cada vez son menos los trabajos libres de riesgo. Y esto es sólo el principio, ya que tal y como informa el doctor Santiago Quirce, se trata de una patología respiratoria muy frecuente y en aumento en los países industrializados si no se toman medidas preventivas eficaces. Frente a la escasez de medidas profilácticas en muchas empresas y al deficiente diagnóstico de la enfermedad (no se disponen de extractos estandarizados para la mayoría de los alérgenos ocupacionales), el doctor Quirce cita la necesidad de de estrechar el control de las sustancias que provocan asma en el entorno laboral, y sobre todo de contar con unidades de diagnóstico especializadas. En Estados Unidos y muchos países europeos ya existen centros con servicios clínicos de Medicina respiratoria ocupacional, algo que según la SEAIC, sería bueno hacer en España. Además, sólo en pocas ocasiones se puede vacunar a los pacientes para evitar la enfermedad, restringiéndose exclusivamente a los casos de asma por látex, algún tipo de harina y por epitelio de animales, lo que limita en gran medida el tratamiento de la enfermedad.
Recomendaciones de la SEAIC
- Controlar la concentración de los alérgenos aéreos y sensibilizantes químicos en el ambiente de las empresas de riesgo (químicas, plásticos, panaderías?).
- Analizar el potencial alergénico de nuevas sustancias introducidas en el entorno laboral.
- Revisar periódicamente la función pulmonar a los trabajadores expuestos a las sustancias en cuestión.
- Tener siempre en el botiquín de la empresa broncodilatadores, antihistamínicos, adenalina y corticosteroides.
- Derivar al trabajador que presente síntomas alérgicos (tos, irritación ocular, molestias nasales, sensación de ahogo, sibilancias, etc.) a un centro especializado, para que se someta a las pruebas de diagnóstico pertinentes.
- En el caso de que los síntomas de asma estén relacionados con el asma laboral, habrá que reubicar al trabajador y adaptar su puesto de trabajo.
- Observar siempre si los síntomas se producen tras la ingestión de alimentos. En ocasiones, el asma ocupacional está relacionada con la alergia a ciertos alimentos.
- Revisión del listado de sustancias alergénicas laborales registrado por el Boletín Oficial del Estado (BOE), al encontrarse actualmente obsoleto.