barei

Una conversación íntima e inspiradora

En esta entrevista la cantante reflexiona sobre su transformación interior, su experiencia como madre, la importancia de la salud mental, la vuelta al castellano en su música y cómo la honestidad ha sido clave en este proceso.

Tras siete años de espera, la cantante y compositora Barei, que obtuvo el Disco de Oro tras su participación en Eurovisión con Say Yay!, nos sorprende por fin con su esperado nuevo y cuarto álbum de estudio, TRECE. Un trabajo lleno de emoción, autoconocimiento y transformación personal. En él, la artista se adentra en un nuevo capítulo de su carrera musical, marcado por el regreso al castellano, el idioma que la vio nacer como artista. Un lanzamiento que ha permitido a la cantante más honestidad que nunca, al dejarle expresar, mediante la fusión de pop electrónico emocional con las cuerdas como protagonistas e hilo conductor, un disco lleno de energía, pero también de reflexión.

Trece. ¿Por qué este nombre? 

Uy, por muchísimos motivos, mira, porque llevo viendo ese número tres años sin parar; me persigue; veo 13, 11 y 31 por todos lados (entre risas). He visto este número repetidamente en mi vida como un símbolo de transformación, renacimiento y luz tras la oscuridad. Ha sido un número que ha marcado muchos cambios en mi vida. En 13 años ha habido una serie de experiencias que me han marcado mucho, que me han ayudado a valorarme y reconocer cosas en mí que no sabía ni que tenía… ha sido muy revelador. También perdí 13 kg cuando tuve a los peques en el parto, entre líquido, placenta, etc. Para mí, es un número muy recurrente. Además, hace poco me dijeron que el 13, en lugar de ser el número de la mala suerte era el símbolo de la muerte de algo para su “renacer” posterior. Y así es como me he sentido en estos años. Siento que no tengo nada que ver con la que era hace tiempo. Me he quitado mucho ego y con ello han aparecido muchas cosas bonitas. Y no digo que el ego no sea necesario, porque te pone alerta, sin embargo, el miedo y la culpa también tienen su raíz en él, porque te victimizan y te convierte en el centro del mundo. Aprender todo esto es transformación. Algo que tiene mucho sentido en este disco. 

“El agradecimiento es la herramienta más potente que existe”

¿Cuál es la esencia del disco y qué pretende decirnos con él?

Es un disco muy honesto, muy verdadero, y creo que precisamente por eso: porque me ha permitido conocerme más en estos años de parón, un tiempo en el que he estado trabajando mucho personalmente, intentando identificar de dónde vienen muchas cosas y conductas. Cuanto antes haces esto, antes dispones de las herramientas que te permitan gestionar todo lo que te viene en la vida y te permitan transitar todo mejor hacia ti y el resto de las personas, con menos miedo y más amor. Es un disco diferente, en el que me he podido tomar el tiempo que me ha hecho falta y me ha dado mucha perspectiva. Ser madre también me ha cambiado toda mi escala de valores. Si volvía a estar en el foco mediático, por pequeño que fuera, tenía que ser desde otro lugar, desde el que no tuviera ansiedad y que me permitiera disfrutar del proceso, sin estar más pendiente del qué dirán que de lo que yo quería. Según he ido creando este trabajo he ido soltando ese apego. En el directo sí sigo teniendo ese apego al resultado, pero en la creación del disco y lo que quería plasmar, me he permitido al 100% esta honestidad, por eso la vuelta al castellano. Y estoy muy orgullosa de mí, la verdad. 

Es algo que le pasa a muchas personas, ¿qué consejo daría a la gente que pasa por momentos así? 

Lo primero, que busque un lugar donde poder compartirlo. Que si no tiene la posibilidad de pagar un terapeuta que le hayan recomendado, que siempre siga buscando hasta que se lo den y mientras, que lo comparta con una persona que no le juzgue o señale. Con una sirve, pero que no se lo calle y comparta lo que le sucede. 

Uno de los temas precisamente es Ya no va conmigo, una declaración de intenciones donde nos invita a romper con los patrones del pasado y todo lo que ya no nos representa, porque no somos la misma persona que ayer. 

Esta canción marca el momento en el que algo se transforma dentro de ti, y te das permiso para elegir lo que te nutre, aceptando y dejando atrás lo que no puedes cambiar y poniendo acción en lo que está en tu mano sin dar prioridad a la aceptación externa. El mensaje es claro: es hora de transformar el dolor y los viejos hábitos en amor propio y expansión personal. Para mí es el punto de inflexión del disco: romper con esos patrones de conducta que desarrollamos desde pequeños, por encajar, y que te llevan a no ser esa persona que eras y de la que ya ni te acuerdas. Hay otra canción en el disco En qué momento dejé de gustarme, que nos llama a recordar quiénes éramos antes de que ese diálogo empezase, antes de que ese juez que tenemos interno empezara a machacarnos. Ya no va conmigo recoge ese momento en el que te das cuenta de que ya no van contigo ciertos patrones. Y tienes que tomar decisiones que a veces son muy desagradables, porque te obligan a apartar de ti cosas y personas que impiden que tu proceso de crecimiento continúe. Las quieres tener cerca pero tienes que decir ¡hasta aquí! Porque ya no van contigo y lo que no puedes hacer es escapar de ti. Hay que responsabilizarse, pero a veces nos da miedo, porque hay que tomar decisiones que no nos apetece tomar.

¿Crees que la salud mental se ve ahora de otra manera? ¿Cree que ya normalizamos ir a terapia?

Sí, creo que en eso todo ha cambiado bastante. Y las redes sociales, en ese sentido, han ayudado mucho, porque han hecho llegar a mucha gente herramientas e información que solo por leer en Instagram le han servido de mucho: “oye, esto que dice Marian Rojas, me interesa; o este coach… o Mario Alonso Puig…” IG es un lugar donde coger referencias.

¿Pero no cree que IG es un canal en el que hay demasiada información y en el que no todos los perfiles son profesionales?

Yo ahí tengo mi teoría. Pienso que todos los consejos son bienvenidos siempre que a ti te sirvan, es decir, el filtro no lo tiene que hacer el que da el consejo sino el que lo coge. El que da el consejo tiene la libertad de darlo; si tú lo coges y lo haces tuyo es porque algo estás encontrando ahí. Es como si me dices “Es que hay un montón de porno”: tú decides si lo consumes o no; o es que hay drogas en todas las esquinas si quiero: tú decides si te metes o no. Es tan fácil como no darle el valor que no crees que tiene. 

¿Y si son los jóvenes, por ejemplo?

Es echar balones fuera de nuevo. Pues tendrán que experimentar lo que llegue, será parte de su proceso y deberán ser ellos los que decidan si hacer caso a alguien que no tiene qué hacer, cagarla y aprender. No podemos evitar la vida y los cambios que vienen. Podemos darle nuestra guía, si la quieren, la necesitan y la buscan, pero sabiendo que se van a estrellar como hemos hecho todos los demás. Nosotros nos hemos estrellado con otras cosas en su momento, siendo jóvenes, y eso es lo que ha hecho que seamos quienes somos ahora; tampoco hay que renegar o querer controlar todo para que no pasen por ciertas cosas que les ha tocado vivir en esta era. Ahora son la digitalización, las redes sociales, la presión de lo que sea… y eso será lo que conforme a la persona X…. A veces somos demasiado controladores, pero creo que tenemos que experimentar de manera más libre, eso sí, asumiendo las consecuencias que vengan. A veces creemos que van a ser horribles, pero precisamente todo eso es lo que hace que nos convirtamos en la persona que tenemos que ser. 

¿Qué ha supuesto para usted la música en este aprendizaje?

A mí la música me ha sanado y acompañado siempre: la música de los demás y la mía. -En este disco yo he sanado muchísimas cosas. No ha sido el disco en sí, sino el momento vital y profesional en el que estoy viviendo. Esas dos cosas han ido de la mano, han sido como un equipo. 

¿Se arrepiente de algo?

No. Ayer justo escuché a Mario Alonso Puig que decía La culpa y la vergüenza no sirven de nada, el arrepentimiento sí. Porque este último es lo que nos enseña que hemos hecho daño a alguien o hemos hecho algo que no queríamos hacer de esa manera… nos enseña algo nuestro que no nos ha gustado y que queremos cambiar… está bien, es una herramienta; pero la culpa y la vergüenza es victimismo. Es diferente. Creo que el arrepentimiento no es un fracaso, sino un crecimiento. Por ejemplo, yo me arrepiento de haber sido “sincericida” muchas veces, demasiado honesta. Pero ahora veo que no siempre es necesario. Es lo que más me pesa en la vida, que en ocasiones he dicho cosas que podría haber gestionado yo sin echar la mierda a otro, ¿sabes? Y no por ser honesto con otra persona, sino porque era algo mío, algo que tenía que seguir estando en la esfera personal, pero que he compartido y no tendría por qué haberlo hecho.

¿Y qué tal la experiencia de ser madre ¡y de mellizos!?

Ha sido lo más bonito y al mismo tiempo lo más duro del mundo. Para mí, la experiencia de ser madre es la cosa más increíble. No el hecho de dar a luz, sino ser madre el resto de tu vida. No se puede definir, tienes que vivirlo (si quieres), pero no se sabe hasta que se hace realidad. Cada persona es un mundo, pero para mí ha sido la cosa más mágica y, a la vez, más difícil y bonita que he tenido. Todo junto. 

Va a recorrer la geografía española promocionando su nuevo trabajo y llevando la música a todos sus seguidores, ¿qué nos encontraremos en esta gira? 

Por primera vez, el disco se ha producido y compuesto pensando en el directo, y no al revés. También el formato de cinco chicas, una con las bases electrónicas y un trío de cuerda, no al uso, sino bailando y cantando… va a ser muy experiencial.

¿Cuál es la relación que mantiene con el mundo farmacéutico? ¿Tiene alguna anécdota curiosa que nos quiera contar?

¿Quién no va a la farmacia cada dos por tres? (entre risas). Yo tengo una al lado de casa y ahora que me mudo tengo otra más cerca aún y vamos… una de las cosas que he mirado para mudarme es tenerla cerquita. Quiero que la farmacia esté cerca, porque si te pasa cualquier cosa con peques, la tengo enfrente. 

¿Cómo se cuida en el día a día?

Pues intento comer bien, y hacer 30 minutos diarios de ejercicio. Eso como mínimo. Y meditar, eso me ayuda a estar conectada. También rodearme de gente que me nutra. Ser muy selectiva con las personas con las que paso el tiempo, ya no quedo con cualquiera, ¿sabes?

¿En qué próximos proyectos la veremos?

Pues en una colaboración con un artista que todos conocéis… y en instaurar todo esto.

PARA CONOCERLA MEJOR 

¿Algún talento secreto? Hago la danza del vientre y silbo con la lengua como un búho.

Un libro: Esencial, de Fernando Botella.

¿Viaje al pasado o al futuro? Al presente, que se nos olvida.

¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado? Al de ser madre.

¿Un consejo? Que cada uno se trabaje su mochila. 

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Bárbara Fernández

Bárbara Fernández

Licenciada en periodismo por la Universidad CEU San Pablo, he cursado también un máster de comunicación y márketing. Durante estos más de 15 años de trayectoria he trabajado tanto en medios como...