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Uno de cada diez niños sufre trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La dificultad para llegar a un diagnóstico certero explica que sobre el TDAH (Trastorno de Atención e Hiperactividad) sobrevuele la sombra de un exceso de medicación. Las técnicas funcionales propuestas desde el Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime permiten objetivar la enfermedad y su evolución, evitando así la medicación en casos no necesarios o no efectivos. Neurofisiólogos y neuropediatras trabajan conjuntamente en este centro.
La medicación se ha demostrado efectiva en el tratamiento de los síntomas de los pacientes con TDAH; “la dificultad”, asegura el Dr. Alexandre Castelló, neuropediatra de Hospitales Vithas Nisa, “radica en detectar a aquellos niños que se beneficiarán de recibirla”. El grupo Vithas-Nisa es el único grupo hospitalario privado de la Comunidad que ofrece la posibilidad, en su hospital de Castellón, de detectar los marcadores neurofisiológicos del TDAH -mediante mapeo cerebral, p300- y ofrecen la posibilidad de tratamiento no farmacológico del TDAH con neurofeedback.
Diagnóstico impreciso
Hasta la fecha, el diagnóstico del TDAH empieza a gestarse ante la sospecha por parte de los padres y/o educadores del niño, sospechas que llevan a someter a éste a distintos tests psicológicos que, en caso de desvelar un resultado positivo, aconsejan la visita al neuropediatra. “Hasta el momento”, explica la Dra. Andrés, “no existen pruebas que digan “cuánto” de enfermedad tiene el niño, ni “cuánto” retraso en la maduración cerebral hay, ni “cuánto” le beneficia el tratamiento”. Es en este punto, donde las técnicas funcionales propuestas desde el Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime permiten objetivar la enfermedad y su evolución, evitando así la medicación en casos no necesarios o no efectivos. “Los potenciales cognitivos y la cartografía cerebral nos permiten cuantificar la enfermedad, es decir, objetivar la patología y valorar objetivamente la evolución”.
EL TDAH es un problema principalmente de origen genético -más de la mitad de los casos- en el que existe una alteración en los neurotransmisores o mensajeros de la parte frontal del cerebro. Esta parte del cerebro es la responsable de inhibir los impulsos automáticos, planificar una acción, mantener una acción con un objetivo, y reducir las distracciones para enfocar la atención en la parte importante de lo que estamos haciendo. Al no funcionar adecuadamente en niños con TDAH, tiene síntomas de hiperactividad motora, impulsividad, e inatención.
No hay que perder de vista, sin embargo, que la impulsividad y marcada actividad no son definitorios de un TDAH. No en vano, la falta de diagnóstico preciso hierra tanto por defecto como por exceso, y no resulta extraño, explica la Dra. Andrés, responsable del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime, “que se esté medicando a niños innecesariamente, pues no sufren de TDAH”.
“Los niños con TDAH”, explica la Dra. Andrés, “tienen dificultad en mantener la atención durante el trabajo (escolar) o durante una actividad de ocio, y consecuentemente les resulta difícil completar una tarea. Por otra parte, el exceso de actividad motora se refleja en niños que corren y saltan excesivamente, se mueven mientras están sentados…, y tienen una reducción en la capacidad de autocontrol (son impulsivos), lo que conduce a comportamientos inadecuados. En el último período de la infancia, los síntomas pueden limitarse a una inquietud motora y una sensación interior de desasosiego”. Los niños con TDAH son emocionalmente más inestables que sus compañeros, ansiosos, inseguros y con repentinos cambios de carácter. El retraso en el diagnóstico de la enfermedad, su valoración imprecisa o seguimiento sin garantías de una correcta objetivación puede desencadenar importantes problemas académicos y de interacción social, también en el ámbito familiar. Evitar el sufrimiento gratuito de quienes lo padecen, en mayor medida de los niños, apunta a la necesidad de apostar por la innovación tecnológica y médica que permitan avanzar en el control de la enfermedad.