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300 a 900 euros, ¿cuánto estás dispuesto a quererte?
Para
lucir la mejor de tus sonrisas hay técnicas para todos los gustos y bolsillos. Desde
300 a 900 euros, y según te de más o menos miedo la visita al dentista, elige qué
técnica de blanqueamiento dental prefieres.
?Negros? hábitos
Aunque
el factor genético influye sobremanera, muchos son los hábitos que provocan una
tinción de los dientes a lo largo de nuestra vida, dándoles ese aspecto
amarillento o grisáceo que lleva a muchas personas a la consulta del dentista:
- Una mala higiene bucal. El sarro adherido a la
superficie del diente facilita la tinción de los depósitos por el consumo
de otras sustancias como el café o el tabaco. - El consumo elevado de café (por la cafeína que
contiene) o té (teína). - El consumo elevado del alcohol.
- La ingesta frecuente de vino.
- El consumo de tabaco, debido a las sustancias que
contiene, como el alquitrán y la nicotina. - La ingestión de medicamentos como la tetraciclina (antibiótico), sustancia que provoca la desvitalización del diente, su necrosis y su
consiguiente oscurecimiento. - Una endodoncia daña la dentina del diente,
provocando su oscurecimiento posterior.
?Blancas? soluciones
Una
vez realizado el estudio previo y según el tono de los dientes del paciente y
el dinero que el paciente esté dispuesto a gastarse, el dentista recomendará
una u otra técnica de blanqueamiento. Las técnicas disponibles pueden
realizarse en casa, en una clínica dental o mediante sesiones combinadas, y
desde la más barata a la más cara son las siguientes:
-
Blanqueamiento
con peróxido de carbamida: esta técnica consiste en la aplicación de
peróxido de carbamida líquido en unas férulas
diseñadas por el dentista, y que el paciente coloca por la noche durante
dos o tres semanas en su casa. -
Luz
halógena: la aplicación de
peróxido de hidrógeno líquido se realiza en una clínica dental, tras la
cual se aplica una luz con lámparas halógenas que producen una reacción
química denominada oxidación, que devuelve el color natural a los dientes.
Para la aplicación de esta técnica son necesarias entre dos y tres
sesiones de una hora cada una. -
Luz de
plasma: esta técnica difiere de
la anterior únicamente en que en lugar de aplicar luz halógena se utilizan
lámparas de plasma, en cuyo caso el blanqueamiento se produce en cuarenta
minutos y en las dos arcadas inferior y superior. Aunque es una técnica
muy poco abrasiva para los dientes, se exige una higiene bucal
escrupulosa, ya que existe el riesgo de poder pigmentarse por adherencia
de sustancias a la superficie. -
Técnica
láser: este sistema, similar al
anterior, es el más rápido y eficaz. Los resultados se consiguen tras una
única sesión de unas tres horas de duración. El empleo del láser produce
la oxigenación que elimina las manchas de los dientes, sin afectar al
esmalte.
Estudio previo
Todas
las técnicas de blanqueamiento dental que se emplean hoy en día precisan de un
estudio previo que descarte una enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis) y la presencia de caries. El dentista,
además, podrá recomendar el empleo previo de enjuagues bucales con soluciones fluoradas, a fin de evitar casos de hipersensibilidad
dental, lo que puede ocurrir con cierta frecuencia, teniendo en cuenta que
todas estas técnicas rayan el esmalte. Tras este estudio previo, el dentista
realizará una limpieza exhaustiva para eliminar el sarro y facilitar así que el
blanqueamiento dental sea realmente efectivo.
¿Y si hay endodoncias?
Existen
otros factores que pueden producir la tinción dental desde el interior del
diente, en cuyo caso el blanqueamiento debe hacerse de manera particular: es el
caso de los dientes a los que se le ha practicado anteriormente una endodoncia,
es decir, a los que se les ha eliminado el nervio, a consecuencia de lo cual se
producen alteraciones en la dentina interna, oscureciéndose y dando ese color
característico al esmalte. En este caso el blanqueamiento se hace desde el
interior del diente, introduciendo un gel en la cavidad
que ha dejado la pulpa dentaria, o aplicando algodones impregnados con agua
oxigenada.
Contraindicaciones
v La aplicación de estas técnicas de blanqueamiento está
contraindicada en mujeres embarazadas.
v Pacientes menores de 17 años.
v Pacientes mayores de 60 años.
v Pacientes que tengan una estructura dental deficitaria
o su esmalte sea insuficiente.
v En aquellos casos en los que el consumo de
medicamentos haya provocado una tinción de los dientes muy importante. En estos
casos existen otros métodos de blanqueamiento, consistente en recubrir los
dientes con coronas y carillas de porcelana.
Más opciones
Para
los casos en los que la dentadura aparece más deteriorada existen otras técnicas
que también blanquean los dientes, aunque no por acción de reacciones químicas
como la oxidación: son las microabrasiones, las remodelaciones con resinas compuestas,
y las coronas y carillas (frentes laminados) de porcelana.
La microabrasión es una técnica más agresiva que las
anteriores, ya que elimina la capa más superficial de los dientes. Este
tratamiento emplea productos químicos que dejarán nuestros dientes más porosos
y sensibles, por lo que debemos prestar atención especial a su higiene.
Blanqueadores en farmacia
Los
expertos atribuyen a los dentífricos el poder de prevenir las manchas o
mantener blanca una dentadura previamente blanqueada, pero afirman que su
efecto nunca podrá ser el mismo que el resultado de la aplicación de las
diferentes técnicas. La venta comercial del primer agente blanqueador dental casero
data del año 1986. Actualmente, los blanqueadores dentales están elaborados con
un 10 % de peróxido de carbamida, solución que se
descompone en peróxido de hidrógeno al 3 % y urea al 7 %. Otros agentes
blanqueadores son: éter de grado anestésico, que se puede mezclar con peróxido
de hidrógeno para el tratamiento de dientes teñidos por fluorosis,
ácido clorhídrico al 36 % y monohidrato de peroxiborato.
Un
consejo: a la hora de comprar un dentífrico dental, hazlo en la farmacia, el
único establecimiento que te da todas las garantías. No hay que olvidar que es
el dentista quien debe recomendar el uso de un blanqueador dental y su tiempo
de aplicación, a fin de que no produzcan daños en el esmalte. Un uso exagerado
de agentes blanqueadores puede producir sensibilidad dental, además de que
resultan muy abrasivos y afectan negativamente al esmalte.
Duplica la higiene
Cepillos interproximales
Si la higiene bucal es siempre esencial, a la hora de
realizar cualquier tratamiento estético de blanqueamiento dental conviene
seguir escrupulosamente una serie de normas:
-
Cepíllate
siempre los dientes después de cada
comida, con un cepillo intermedio y realizando un suave masaje sobre
las encías. - El uso
de cepillos interproximales
facilita la eliminación de la placa bacteriana, restos de alimentos, etc.,
acumulados en los espacios entre los dientes y protegen contra la caries y
la enfermedad periodontal. También permite la
limpieza de las zonas furcales, bajo prótesis fijas,
diastemas, alrededor de implantes y durante cualquier tratamiento
odontológico. Además de haber sido especialmente diseñados por expertos en
odontología, su amplia gama de tamaños permite adaptarse a los diferentes
espacios interproximales. - Utiliza
hilo dental para evitar la
acumulación de sustancias y el mal aliento. - Utiliza
soluciones de enjuague bucal,
que fortalean el esmalte y ayude a prevenir las
caries y a fortalecer las encías. - Visita
al dentista al menos una vez al año
y hazte una limpieza dental en
la consulta con la misma frecuencia. - Evita
el consumo de alcohol, tabaco y
café, sustancias todas que van haciendo que el esmalte pierda su
color.