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Irritación ocular, sequedad o úlceras son las molestias oculares más frecuentes en invierno. Algo que se puede paliar con el uso de gafas de sol adecuadas e hidratando los ojos con lágrimas artificiales.
Los ojos son muy sensibles a los cambios meteorológicos propios del invierno, momento en que además sufren los daños colaterales de virus y gripes circulantes, que aumentan los índices de conjuntivitis vírica y otras molestias visuales como sequedad e irritación ocular, úlceras o queratoconjuntivitis.
“El frío hace que se produzca menos lágrima y como consecuencia la hidratación de los ojos disminuye, provocando sequedad ocular, visión borrosa, picor, quemazón o sensación de tener un cuerpo extraño”, explica el director médico de Clínica Baviera, el doctor Fernando Llovet, quien afirma que, además de estas dolencias, durante el invierno los ojos pueden sufrir otros problemas.
7 consejos infalibles
- Usar gafas de sol. Aunque sea invierno también es necesario su uso, ya que, aunque tenemos menos horas de luz y su intensidad es más baja, también se puede sufrir una sobreexposición a los rayos UV, sobre todo, en zonas de alta montaña o de nieve y cuando se practican deportes de invierno como el esquí.
- Parpadear de forma frecuente. De este modo se aumenta la producción de lágrimas de forma natural y se evita la sequedad ocular. Si esto no es suficiente, es recomendable utilizar lágrima artificial, evitando los colirios con corticoides o conservantes.
- Bajar la calefacción. Las altas temperaturas y los ambientes secos aumentan la posibilidad de sufrir lesiones oculares, en particular favorecen la sequedad ocular. Además, es recomendable el uso de humificadores que contribuyan a crear un ambiente más saludable y confortable.
- Mantener una buena higiene ocular. Hay que mantener los ojos limpios cada noche, desmaquillándose preferiblemente con productos libres de fragancias, colorantes o alcoholes que puedan afectar al ojo o irritar la piel.
- Proteger los ojos del viento. El uso de gafas envolventes cuando hace mucho aire ayuda a evitar que la lágrima se evapore demasiado rápido e impide que se introduzcan cuerpos extraños en el globo ocular.
- No frotarse los ojos. En el caso de que entre un cuerpo extraño en el ojo, nunca hay que frotarse los ojos, se deben lavar con suero fisiológico e intentar retirarlo el cuerpo extraño con la máxima delicadeza.
- Cuidar la alimentación. Comer frutas y verduras, incluir alimentos ricos en ácidos grasos y omega-3 y beber mucha agua, nos ayudan a cuidar nuestros ojos y contribuyen a combatir la sequedad ocular.
- Además, ante cualquier síntoma o molestia ocular, “es conveniente acudir a un especialista oftalmológico para que evalúe el daño y determine el tratamiento más adecuado para cada tipo de malestar”, señalan desde Clínica Baviera.