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Para el cáncer de piel, lo más perjudicial no son las quemaduras en sí (eritemas), sino la radiación que va acumulando el cuerpo. Por ello, “los autobronceadores son una alternativa saludable, rápida y eficaz para conseguir un moreno veraniego bonito y saludable” asegura el Sr. Manel Ramos, director de Comunicación de Laboratorios OTC.
La radiación nunca es segura y la piel la recuerda siempre, por breve que sea. Su acción sumatoria hace que no podamos determinar a partir de qué nivel es perjudicial para la salud. Éste es el eje central con el que Laboratorios OTC enmarca toda la campaña de concienciación social para una correcta fotoprotección que viene difundiendo desde hace años. Su mensaje: transmitir que cada peca, lunar o mancha puede ser el recuerdo de una incorrecta exposición. De ahí la importancia de que evitemos radiaciones innecesarias y cuidemos nuestra piel. “Realizar una exploración minuciosa de todo el cuerpo, memorizar el aspecto, el tamaño y la forma de un lunar y consultar cualquier cambio al dermatólogo, puede facilitar un diagnóstico precoz del melanoma”, afirma el Sr. Ramos.
El riesgo de las lámpara de bronceado
Las cabinas de rayos UVA son siempre un enorme peligro por la radiación que emiten. Además, en numerosas ocasiones son utilizadas sin ningún tipo de fotoprotección y las deficiencias de muchos de estos aparatos escapan al control de las autoridades sanitarias. Así de contundente se muestra el Dr. Ramón Grimalt, miembro de la unidad de dermatología del
Por su parte, el Sr. Ramos considera que “sea cuál sea la normativa de seguridad entorno el uso de cabinas de bronceado siempre será insuficiente. Las radiaciones que recibimos a lo largo de nuestra vida son acumulativas. Debemos protegernos adecuadamente de ellas desde la infancia con productos específicamente indicados para cada tipo de piel.
Diferencias entre la radiación solar y la artificial
La intensidad de radiación ultravioleta emitida por las lámparas de los aparatos de bronceado es muy superior a la de la radiación solar, es decir, la radiaciones que recibimos son mucho más concentradas y por ello mucho más perjudiciales.
“Es un error muy frecuente creer que los UVA (cabinas de bronceado) no son dañinos o pensar que es bueno hacer uva antes de la temporada de baños para “preparar” la piel. La radiación ultravioleta provoca modificaciones en el DNA celular. Estas alteraciones provocan cáncer. Fue en la década de los noventa empezó la moda del bronceado artificial, y como el melanoma tiene un periodo de incubación de 20 años aproximadamente, ahora empiezan a salir las primeras afectaciones y son francamente preocupantes. No quiero ni pensar que pasará de aquí 10 años” concluye el Dr. Grimalt.