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Inés Sastre, Nieves Álvarez,
Penélope Cruz? Entre los secretos de belleza de nuestras modelos más
internacionales figura el dormir un mínimo de 8 horas. Si al sueño añades una
buena crema, tendrás un cutis como el de cualquiera de ellas. Son las expertas.
Cuando mente y cuerpo llegan a la ?meta? del descanso nocturno, la
piel toma el testigo e inicia una labor frenética de regeneración: las células
de la epidermis se dedican entonces a reparar, renovar y nutrirse a sí mismas
en una actividad incesante. No en vano cuando dormimos bien amanecemos con una
piel inmejorable.
El sueño como aliado de las células
Los efectos fisiológicos del sueño en nuestro organismo son múltiples,
y es a nivel celular donde son más perceptibles.
- La tregua
en el embate de las agresiones diurnas (polución, rayos UVA, humo del
tabaco) y el relax que siempre supone el descanso nocturno permite una
respiración más profunda, y, por tanto, que el oxígeno llegue con más
facilidad y en mayor concentración a las células. - Además,
está demostrado que durante las primeras tres horas de sueño se liberan
grandes cantidades de la hormona del crecimiento en el flujo sanguíneo;
esto, unido al hecho de que la regeneración de la dermis alcanza su punto
álgido entre la 1 y las 3 de la madrugada, hace que mientras dormimos se
active la renovación celular y se refuerce nuestro sistema inmune. - Como
consecuencia de todo ello se activan todos los mecanismos celulares, lo
que hace más fácil que los productos que se aplican durante la noche
resulten más efectivos, ya que se produce una combinación óptima entre
esta capacidad innata de la epidermis para regenerarse y las propiedades
de estos compuestos para activar aún más este proceso. - Eso sí: la
nocturnidad no es por sí sola sinónimo de reparación epidérmica, sino que
el sueño reparador es un elemento imprescindible. ¿La razón? Durante la
noche, la hormona de la juventud (DHEA) intensifica su producción en
función de la luz que reciba a través de la retina, de ahí que no resulte
igual de efectivo pasar la noche en vela que durmiendo plácidamente. - A todo
ello hay que unir otros fenómenos que se producen ?con nocturnidad y
alevosía? y que contribuyen a una mejora importante del aspecto de la
piel: la pérdida de agua y el proceso de oxidación se ralentizan, y lo
mismo ocurre con la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas
(algo que favorece especialmente a las pieles acneicas,
grasas y mixtas).
Cremas de noche:
imprescindibles a partir de los 25
imprescindibles a partir de los 25
Los últimos estudios dermatológicos señalan que a partir de los 25
años es imprescindible iniciar un tratamiento nocturno para asegurar la
renovación de las células, favorecer la microcirculación
y la eliminación de toxinas y mantener la máxima hidratación. Pese a las
condiciones favorables que se dan durante la noche para que se produzcan todos
estos procesos, es necesaria la ayuda de determinados ingredientes cosméticos
que den a la epidermis el ?empujoncito? que ésta precisa para regenerarse.
Además, las cremas de noche cumplen una función de reparación frente a la
polución, los rayos ultravioleta y la deshidratación producida por las
diferencias de temperatura y el estrés.
Ingredientes aliados de Morfeo
Por suerte, los productos grasos y densos de antaño han dado paso a
nuevas formulaciones mucho más ligeras, que penetran rápidamente y resultan
casi imperceptibles. Las cremas de noche de última generación van más allá de
la mera nutrición de la piel y la mayoría de ellas incluyen principios activos
que aprovechan al máximo las condiciones nocturnas.
- Muchos de
ellos contienen ingredientes que no deben usarse durante el día, como es
el caso de los ácidos y ciertos
agentes exfoliantes (retinol, ácido glicólico…). Estos compuestos estimulan la
reproducción celular, eliminando la capa de células muertas que se acumula
sobre la superficie de la piel, lo que la deja más sensible a la luz, por
lo que su uso bajo el sol ?aunque sea en invierno- puede producir
irritaciones o manchas. - Uno de los
ingredientes más utilizados son las vitaminas,
especialmente la A, la E y la C, en dosis más concentradas que las
empleadas en las formulaciones de día. Las propiedades antioxidantes de
estas vitaminas son el mejor ?bálsamo? para paliar la acción diurna de los
radicales libres, responsables del envejecimiento, de la flacidez, de los
poros dilatados, de las manchas cutáneas…. Tanto la vitamina E como sus
derivados son uno de los ingredientes más efectivos, ya que, además de
antioxidante, es reafirmante y actúa como refuerzo de las capas celulares.
Otros derivados vitamínicos, como la provitamina
C, tienen como objetivo alargar la vida de las células, actuando
directamente sobre su ADN. -
Las algas son otros de los
ingredientes presentes en estos productos, ya que, por sus propiedades,
son muy efectivas en la rehidratación de la piel y la eliminación de
impurezas, gracias a su contenido en proteínas, sales minerales y
oligoelementos. -
La rosa mosqueta es
una sustancia habitual en estas
cremas, debido a su acción regeneradora. - Hay otros
activos que también se suelen incluir como la alantoína (que potencia la regeneración celular y suaviza
cualquier aspereza de la piel), y
la elastina y sus derivados, que activan la formación de las fibras de
colágeno
El ritual nocturno
- LIMPIEZA
EN PROFUNDIDAD
Para eliminar todo resto de
suciedad y asegurar así que la epidermis se encuentre en un estado óptimo para
aprovecharse de la acción de los principios activos de la cosmética nocturna.
Para ello, lo mejor es realizar este gesto en dos fases: primero, con un
producto de base oleosa, para retirar las impurezas liposolubles (grasa y
maquillaje) y, después, aplicar un gel jabonoso que
arrastre otras impurezas como células muertas, sudor y restos de agentes
contaminantes.
- CREMA DE
NOCHE
Sobre la piel limpia, hay
que aplicar la crema nocturna más adecuada a la edad y tipo de piel.
·
Piel seca y sensible: necesita un producto
nutritivo rico en sustancias emolientes, que reparen la deshidratación diurna.
·
Piel grasa o con problemas cutáneos: requiere una
crema de noche muy ligera, que en los casos de acné o espinillas puede estar precedida de un fluido reequilibrante (nunca graso) para descongestionarla y
desinfectarla.
·
Piel madura: a partir de los 40,
aquellas pieles que presentan los primeros signos de flacidez, poros dilatados,
arrugas superficiales, falta de luminosidad y pigmentación irregular pueden
aplicarse previamente un producto antimanchas o
regulador de la melanina, que unifique el tono de la piel, y después una crema
de noche que incluya ingredientes antioxidantes.
Puesta a punto en horizontal
Está demostrado que en la posición decúbito supino (boca arriba), los
tejidos se relajan y se irrigan mejor. Por tanto, la noche supone el momento
ideal para cuidar la piel de determinadas partes del cuerpo:
-
El cuello: es importante
ampliar el campo de actuación de las cremas de noche a esta zona,
aplicándolas siempre de abajo hacia arriba (del escote al mentón), para
reafirmar así la piel y evitar la formación del doble mentón y esos
anillos circulares que aparecen en la epidermis y que son delatores de la
edad. -
La espalda: La noche
es el único momento de la jornada en el que, en teoría, no está forzada a
malas posturas. Lo ideal es dormir sin almohada o hacerlo con una lo más
fina posible. Al menos una vez a la semana, se debe aplicar un masaje con
aceites o con una crema específica que relaje los músculos, para potenciar
el descanso nocturno. -
La piel
del cuerpo: El estrés, la fatiga y la acumulación de las
agresiones externas alteran el escudo formado por lípidos, proteínas y
sustancias hidratantes que se encuentran de forma natural en las pieles
más jóvenes. Debido a ello, y sobre todo en aquellos casos en los que la
piel está reseca, es aconsejable aplicar por la noche una capa de
hidratante corporal y dejar que se absorba antes de ir a dormir. Lo mejor
es elegir una leche o crema de cuerpo ligera. -
Las manos: A partir
de los 30 años, la producción de melanocitos
activos disminuye y aparecen manchas pigmentarias en aquellas zonas, como
las manos, que están expuestas constantemente a la luz del día. Para
paliar estos efectos, lo mejor es aplicar todas las noches una capa
abundante de crema específica para las manos (las de nueva generación
presentan unas texturas cada vez más ligeras) y dejarla actuar durante el
sueño. -
El
cabello: El pelo sigue creciendo mientras dormimos, de ahí que las horas
de sueño puedan convertirse en estupendas aliadas para mejorar el aspecto
de un cabello seco y estropeado o para paliar los efectos de la caída
capilar. De hecho, muchos productos anti caída
están especialmente formulados para ser aplicados durante la noche
mediante un suave masaje. El calor que la cabeza produce mientras dormimos
puede aprovecharse para potenciar los efectos de los productos
reparadores. Para ello, hay que elegir un acondicionador o mascarilla rica
en proteínas y aplicarla uniformemente sobre todo el cabello, añadiendo
una mayor cantidad en las puntas para hidratarlas; después, envolver el
cabello en un plástico, a modo de turbante y, tras proteger la almohada
con una toalla, dejar actuar el producto durante toda la noche. Por la
mañana, aclarar el cabello abundantemente y lavar con un champú suave.
Al César lo que es del César
¿Es igual de efectiva una crema de día aplicada por la noche y
viceversa? Rotundamente, no. Ambos productos se diferencian en sus principios
activos, los excipientes que incluyen, las fragancias, las texturas y el color.
Éstas son las principales peculiaridades de cada una:
CREMAS DE DÍA | CREMAS DE NOCHE |
Incluyen fundamentalmente compuestos hidratantes | Los ingredientes de las cremas nocturnas son sobre todo nutritivos, |
Las hidratantes de día suelen llevar refractores de luz para ofrecer | Estos ingredientes no tienen sentido en las cremas de noche. |
La función de las cremas de día es especialmente protectora, frente | La función de las cremas nocturnas es fundamentalmente regeneradora |
Las formulaciones de las cremas de día suelen ser más ligeras que | Las cremas de noche admiten texturas más densas. |
Nunca se debe intercambiar
una crema de día por otra de noche o al revés. En caso de confusión o ?apuro?,
siempre es menos nocivo aplicarse por la noche la crema de día que viceversa:
muchos de los principios activos que incluye la cosmética nocturna sólo actúan
en la oscuridad y algunos incluso se degradan en presencia de la luz, mientras
que otros componentes, en presencia de la luz, pueden producir fotosensibilidad y alteraciones en la piel.