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Por Bárbara Fernández
Cercano, natural, familiar. Polifacético. Elegante y con estilo. Le gusta ver la vida de una “forma bonita”. Así se confiesa el torero Óscar Higares (Madrid, 1971), quien no pasa desapercibido para nadie. Además de ser torero durante 30 años, profesión que “le ha enseñado todo”, ha sido modelo, empresario y actor en diferentes series y programas de TV. Actualmente es dueño de varios restaurantes, al tiempo que se encuentra sumergido en otro proyecto especial relacionado con la moda. No hay reto que se le resista. Hablamos con él en Consejos de tu farmacéutico para conocer en qué momento está y qué le ha enseñado la vida (y el difícil momento de la pandemia).
¿Cómo se encuentra en este momento?
La verdad es que me encuentro muy bien. Con muchas ganas de emprender nuevos proyectos y que todo vuelva a normalizarse para que los negocios vuelvan a coger ritmo y salir otra vez a hacer nuestra vida normal que todos echamos de menos, pero en general, me encuentro muy bien. Con mucha ilusión, como siempre. Yo soy un tío que se ilusiona con cualquier cosa, que le gusta aprender y que tiene la suerte de coger al vuelo las oportunidades que la vida le va regalando y, a partir de ahí, trabajar en ellas.
Ha sido un año duro con la pandemia. ¿Qué balance hace de este momento? ¿qué le ha enseñado personalmente y qué cree que ha aprendido la sociedad?
Sí, ha sido un año complicado, con mucha incertidumbre y muchos cambios. Yo, por ejemplo, tengo negocios de hostelería y ver cómo se paralizan te asusta un poco pero siempre sin perder la ilusión, sabiendo que estas cosas tienen una fecha de caducidad y lo que hay que hacer es pensar siempre en positivo. Eso lo he aprendido de mi madre, que es una mujer muy positiva. Pensar que todo se va a solucionar. Con esa mentalidad la verdad es que se llevan las cosas mucho mejor. No sé si nos ha enseñado algo esta situación, porque vemos cómo día tras día sigue habiendo gente que no hace las cosas bien, pero yo confío mucho en el ser humano. A partir de ahí, poniendo todos de nuestra parte se solucionará.
Es muy activo en redes sociales. En una de sus publicaciones menciona que “regalar tiempo es la mayor y mejor inversión”. ¿En qué invierte el tiempo usted cuando no trabaja?
Si, la verdad es que soy activo en redes sociales, pero tengo que matizar. No tengo twitter, por ejemplo… Donde haya líos o broncas no me gusta estar. No me desenvuelvo bien en el conflicto. Huyo siempre de él. La verdad es que creo que el tiempo es el mayor regalo que podemos hacer a nuestros hijos. Yo paso mucho tiempo con mis hijas. Desde que nacieron he tenido la suerte de poder disfrutar con ellas y estar a su lado. Eso es lo más maravilloso que he podido hacer. Así que cuando no estoy trabajando invierto el tiempo en mí, en mi paz (mis entrenamientos, comer rico…) llevar a mis hijas al cole o alguna extraescolar, ir a la naturaleza… Intentamos hacer cosas cotidianas pero juntos. Ese regalo es maravilloso porque crea un vínculo especial entre todos. Estamos en una era en la que la tecnología nos absorbe. Parece que cuando estamos en casa es tiempo compartido y a veces es todo lo contrario porque cada uno estamos con una tablet, otro con el ordenador, otro con el móvil…así que cuando estamos fuera eso desaparece. Ahí es donde más podemos compartir y es fundamental hacerlo y que sepan los valores del esfuerzo, del sacrificio, de la constancia, del trabajo. Que todo lo que he conseguido ha sido a base de ellos. Ahora se quiere todo fácil y rápido, porque quizá es lo que se ve en la TV. Parece que ser famoso es sinónimo de dinero fácil y rápido y no de esforzarse o trabajar. Y no es así. Yo quiero transmitirles esos valores de que todo cuesta muchísimo.
Es uno de los personajes de la serie Libertad ¿qué nos cuenta de esta? ¿qué es para usted la libertad?
Sí. Acabamos el rodaje justo antes del confinamiento, por lo tanto, tuvimos mucha suerte. Rodar con Enrique Urbizu es una aventura maravillosa que la vida te da. Ha sido un viaje muy bonito lleno de aventuras. Se desarrolla en 1807 donde la única forma que tenían los bandoleros de buscarse la vida era en el monte, intentando sobrevivir de alguna manera. Aquí buscan la libertad que el gobernador les promete. Esa palabra, libertad, que todo el mundo ahora deseamos recuperar. Los españoles llevamos en el ADN abrazarnos, disfrutar, comer, salir, entrar…y, de repente que haya desaparecido… nos ha costado mucho cambiar, pero todos estamos con la misma ilusión de que todo pase para volver, y que la economía y el país vuelvan a coger ritmo, que hace mucha falta. La mayoría de los españoles somos gente trabajadora, honesta y honrada, así que vamos a sacar esto adelante, como otras veces. Confío en nuestra fortaleza.
Oscar Higares: “Cualquier cosa que emprendo lo hago con los valores que me enseñó el toro”
Ha dedicado gran parte de su vida al toreo ¿Qué le ha enseñado ese trabajo?
Yo todo lo que tengo y he conseguido se lo debo al toro y al toreo. Es la profesión que me ha enseñado todo y la que me ha brindado las oportunidades de hacer otras cosas de mi vida. Cualquier cosa que emprendo lo hago con los valores que me enseñó el toro. De repente así son mucho más fáciles porque la profesión de torero es una de las más difíciles y duras del mundo y cuando has sido capaz de estar en la élite y formarte con esa profesión, las demás se ven, de repente, un poquito más asequibles. Yo, cada vez que me tengo que enfrentar a un personaje o a cualquier otra cosa con lo que era mi profesión, siempre escarbo y busco en esa vida del toreo, esos 30 años dedicados al toro. Toda una vida. Así que yo solo tengo que darle gracias a ese mundo y a la afición que siempre ha estado ahí.
¿Con qué se queda y qué ha dejado por su profesión?
Pues me quedo con los valores que aprendí, con la educación taurina que mi padre me inculcó. Y he dejado pues toda una vida, la verdad. No es que lo haya dejado, sino que invertí mi tiempo en esa profesión y en el camino se quedaron muchas cosas de las cuales estoy agradecidísimo, pero cuando miras atrás ves que toda mi adolescencia y juventud la dediqué al toro con todas las de la ley. Ha sido maravilloso, pero ahí quedaron. A los que dicen: es que tú estás mejor ahora que hace 25 años. Sí, pero es que yo sufría mucho y pasé mucho, haciendo unos esfuerzos muy grandes. El toro exige muchísimo y estás cada segundo dedicado jugándote la vida. Y lo sabes tú, tu cuerpo y tu mente, pero gracias a eso ahora soy quien soy y ahora disfruto la vida de una manera muy especial y muy bonita. Pero pensé tantas veces durante esa época en la muerte, que me olvidé de pensar en la vida. Además, la vida que tenía de torero tan bonita también podía truncarse en un segundo.
¿Cuál es el mayor reto al que se ha tenido que enfrentar?
Yo creo que cada día es un reto. El peor es el que no existe. Cuando, de repente, se acaba un proyecto y dices: ¡mañana no tengo nada que hacer! Eso para mí es el mayor reto: cuando no tengo un reto por delante.
Como sabe esta es una revista de salud que se distribuye en farmacias. ¿Le ha ayudado en algún momento especial este establecimiento? ¿Suele pedir consejo al farmacéutico?
La verdad es que voy poco al médico, así que cuando tengo algo, voy al farmacéutico de confianza y le digo: Oye, me duele esto, ¿qué me tomo? O Tengo el estómago fastidiado… es más fácil que ir al médico.
¿Qué huella quiere dejar en el mundo?
Pues quiero dejar el legado a mis hijas de los valores del trabajo, que se esfuercen por conseguir las cosas. Creo que lo más importante en la vida es la pasión y, a partir de ahí, todo se va llevando de una manera mejor y se disfruta más.
PARA CONOCERLE MEJOR…
¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado? Tener paciencia para esperar y memoria para recordar.
¿A qué tiene miedo? A no tener nada que hacer, una nueva ilusión.
Un libro que le haya marcado: pues cuando era muy jovencito leí a Juan Belmonte y me marcó de una manera muy especial su manera de entender la vida.
Un reto que le quede por cumplir: Yo creo que el más inmediato es el diseño de una pequeña colección de moda.