La vida con ilusión
Presentadora, actriz, escritora, Paz Padilla se enfrenta a todo con valentía y mucho humor.
Después de su libro El humor de mi vida, Paz Padilla vuelve con una nueva aventura, personal, emocionante y muy personal: ¡Madre! (HarperCollins) dedicado a la suya, Lola, en el que descubre “el acompañamiento, la compasión, el amor y el humor, así como las herramientas que les han guiado ante los reveses de la vida”. Un libro que es “un emocionante recorrido a través de tres generaciones en el que evoca a la madre de nuestra propia infancia, a la que nos ayuda cada día y a la que sigue en nuestro recuerdo, aunque ya no esté con nosotros”. En definitiva, “un homenaje a todas las que dieron todo sin tener nada, para que las mujeres de hoy caminen libres”. A las que “están para lo bueno y para lo malo, conocen nuestros secretos, nos escuchan y saben cuándo se necesita un abrazo, una risa o el mejor consejo… aunque a veces lo den de aquella manera”. Eso sí, escrito con su personalidad, ya que como la propia Padilla describe, la comedia es sanadora. Y en ella queda patente que la risa es medicina.
¿Valoramos a las madres lo suficiente?
La verdad es que no sé si las valoramos, pero sí pienso que estamos en deuda con ellas. ¡Madre! es un libro en el sobre todo está su sabiduría, todo lo que yo he aprendido de ella. Si hubiera sido catedrática también estaría. Ella fue ama de casa, muy trabajadora y madre, con lo que tiene una sabiduría que no se estudia en ninguna universidad. Es un homenaje a todas las mujeres que hemos sacrificado nuestra vida por nuestros hijos.
Una de las frases de su libro dice que si hay algo que no se le puede hacer a una Padilla es romperle la ilusión… ¿Perdemos la ilusión fácilmente en el S. XXI?
Yo creo que sí, que enseguida nos frustramos. La manera de hacernos fuertes es tolerar la frustración. Y si tienes un hijo al que le facilitas todo, le estás haciendo débil. Antes había una forma de educar resumida en la frase: Esto es lo que hay y con esto tenemos que comer, en la estaba muy presente el compartir, la generosidad, el trabajo, el búscate la vida… Como dice la tradición: en tiempos difíciles hombres fuertes, en tiempos fáciles, hombres débiles. Educar a los hijos es darles responsabilidad.
En ello tiene mucho que ver la autoestima, relacionada con el cariño que recibimos de pequeños… justo en el libro hablas de ello, y también de cómo, gracias a la TV, te valoraste más si cabe.
Bueno, ahí me empecé a mirar. Es curioso, ¿no? Vas andando por la vida y de repente te paras y dices ¿Quién soy? ¿cómo he llegado hasta aquí? Me subo a un escenario y la gente me mira. A esta profesión le debo mucho, pero ver la ilusión y el brillo en los ojos de mi madre me hizo ser muy grande, y poner el foco en mí. El amor de una madre te protege. A mí, por ejemplo, me ha ayudado a no cometer grandes errores. Siempre me pregunto: ¿Mi madre estaría orgullosa de mí si hago esto o lo otro? Eso me ha prevenido de meter la pata muchas veces.
También habla mucho en la obra de la muerte y del sexo. ¿Cree que son temas que siguen siendo tabú?
Sí, totalmente. Como cuando ibas a comprar antes una compresa y la escondías en papel albal. O cuando nos pasábamos los támpax a escondidas. La gente dic que eso forma parte de la intimidad, pero yo pienso: si todos follamos… Aunque es verdad que la generación que viene es muy abierta.
En el libro cuenta que cuando su marido estuvo malo por primera vez, su profesión pasó a un segundo plano y se centró en lo importante: su vida personal. ¿Nos tienen que pasar cosas duras para aprender qué es lo fundamental?
El ser humano crece a base de heridas. Dicen que para que un árbol crezca tiene que podarse. No hay otra manera. La vida no se valora sentado en un parque. Por desgracia, no nos fijamos en que muchas veces somos felices sin más. Cuando te sucede algo dices: “jolín, yo era muy feliz ayer”, o “todo estaba bien hasta que me dieron cierta noticia”… pero nos damos cuenta cuando ya ha pasado.
¿Qué importancia le da al descanso, la salud mental y el ejercicio en el día a día?
El ejercicio es fundamental, porque a sus beneficios se añade una base sólida de serotonina y endorfinas. Cuánto más años tienes, más deporte tienes que hacer porque te ayuda a mantenerte sano. Las relaciones sociales también son fundamentales, la meditación… pero, sobre todo, el conocerte a ti mismo. Cuando pones el foco en ti, sabes quién eres y a dónde vas y no hay montaña que no puedas escalar. El problema es cuando vas como pollo sin cabeza y no sabes a dónde vas, no tienes una razón de existir, ni sabes por qué luchar. Es fundamental conocerte y saber cómo vas a reaccionar en determinadas situaciones.
Ha sido enfermera, cómica, actriz, escritora… ¿qué más le queda por hacer?
Uy, tengo muchas cosas, pero esta profesión es tan bonita, me regala tantas cosas… Hoy ha sido un regalo. Creo que no me merezco tantas cosas bonitas. A veces pienso que no he hecho nada para merecer tanto.
¿Hay algún farmacéutico que le haya ayudado en alguna ocasión especial? ¿Tiene alguna anécdota curiosa que le haya ocurrido en alguna farmacia?
La verdad es que me encanta la farmacia. Tú vas al farmacéutico y le preguntas: ¿Tenéis estas pastillas que sirven para esto, que no me acuerdo del nombre? Son como magos. Unos consejeros. La antesala del médico y lo que a veces evita que vayas a ellos, siempre cariñosos y amables. Los farmacéuticos escuchan a mucha gente. Todo el mundo le cuenta sus problemas.
Padece el síndrome de Gilbert y no puede beber alcohol. ¿Qué consejo daría a la gente que se ve incapaz?
El alcohol no es bueno. Eso de Una copa al día no hace daño… no quiere decir que sea bueno. Creo que en la sociedad en la que estamos la gente joven consume bastante alcohol y estamos normalizando su consumo y el de muchas sustancias tóxicas. Además, hay mucha gente alcohólica a nuestro alrededor que no sabe que lo son, porque se normaliza su consumo con la frase Eso todo el mundo lo hace. Hay personas que piensan que un alcohólico solo es el que está en la calle con un tetra brick, pero no es siempre así. Un alcohólico es el que consume todos los días. Hay mucha gente que desde bien temprano se toma su cervecita. No podemos hacer que se normalice. Ni el fin de semana. Hace falta educación, que nos concienciemos y ayudemos a los familiares de alcohólicos.
¿Y cómo pueden ayudar las farmacias en este campo?
Yo creo que necesitamos información real de los efectos que produce el alcohol, su consumo continuado a una edad tan temprana. ¡Hay jóvenes que empiezan con 13 años!
PARA CONOCERLA MEJOR
¿Tiene algún talento secreto? La verdad y el amor. Soy auténtica.
Quien le inspira: Mira, hoy, Antonio Resines, tú, Buika… No hay un día que me acueste sin aprender y sin dar gracias al ser humano, que es muy generoso. No necesito que me den grandes cosas, con estar yo, ya sé que son espléndidos.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado? A la vida, y aquí estoy, sigo en ello.
Tu lugar feliz además de Zahara de los Atunes: la familia, los amigos, un libro…