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El invierno toca a su fin, pero ya se oyen las trompetas primaverales con su carga de alergias, astenia, rinoconjuntivitis alérgica, decaimiento, depresiones? y esas molestias y dolores que nos acechan en cualquier época del año. Que el tiempo mejore no quiere decir que no debas tener a punto tu botiquín
Evita sorpresas desagradables
Aunque la primavera sea una promesa de buen tiempo, no te confíes y haz caso al refranero popular: «Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo». Es muy probable que vuelvan los golpes de frío y con él las molestias de garganta, las congestiones nasales o los golpes de tos. Por ese motivo, no dejes de hacerle un hueco en tu botiquín a los colutorios, pastillas y caramelos antisépticos, que aliviarán cualquier conato de infección bucofaríngea, a los jarabes antitusivos o a los descongestionantes nasales habituales. Además, estos últimos te serán muy útiles si padeces la tan temida rinitis alérgica asociada a esta estación del año.
Nunca descuides una herida
Por regla general, cuando nos hacemos una herida solemos prestar poca atención a sus cuidados. Sin embargo, aunque el mecanismo de defensa natural actúe de manera rápida, existe el riesgo de que se produzca una infección si no le prestamos los cuidados necesarios. En el proceso de curación de una herida, una quemadura, un corte o incluso de un arañazo, lo primero que tienes que tener en cuenta es qué la ha provocado, así como su profundidad y gravedad a fin de descartar o no la necesidad de vacunarte del tétanos, enfermedad provocada por una bacteria que en contacto con la herida, produce toxinas que interfieren en los nervios que controlan los músculos, y que puede desarrollarse en días o incluso semanas después de producirse la herida, dando lugar a una rigidez de los músculos de la mandíbula y de otros músculos, que puede llegar a provocar convulsiones e incapacidad para respirar. Los niños vacunados conforme al calendario vacunal y que hayan recibido las dosis de recuerdo habituales no necesitan ponerse esta vacuna, pero en el caso de los adultos es recomendable ponérsela para evitar males mayores.
En cualquier caso, para curar una herida, además de lavarla con abundante agua clara y un buen jabón antiséptico, siempre hay que tener a mano un desinfectante o un antiséptico, alguna crema cicatrizante, vendas y tiras adhesivas. Las quemaduras no conviene tocarlas mucho, salvo con agua clara, y según la envergadura que presente habrá que ir a urgencias a fin de que los profesionales la evalúen y la traten debidamente. En cualquier caso, si se trata de una quemadura leve conviene tener a mano una crema con propiedades antiinflamatorias, astringentes y cicatrizantes. Este tipo de cremas sirve igualmente en los casos de heridas superficiales, arañazos, rozaduras, picaduras e incluso irritaciones del pañal. Para prevenir rojeces, irritaciones o la conocida dermatitis del pañal, no dejes nunca de incluir en el neceser de tu bebé alguna crema en cuya composición se incluyan ácidos grasos esenciales procedentes de aceites vegetales y que sea rica en zinc, mineral que además, absorbe la humedad y neutraliza los efectos de la urea y el amoniaco, disminuyendo el efecto enzimático responsable de la Dermatitis del Pañal Respecto a las picaduras de insectos y sobre todo si vas a viajar a algún país cálido, no debes olvidar incluir en tu botiquín algún producto específicamente indicado para picaduras de insectos del tipo abejas, mosquitos o arañas.
Haz deporte con cabeza
El buen tiempo marca nuevas pautas: abre el espíritu a nuevas sensaciones, aumenta el interés por hacer cosas nuevas? en definitiva, viene cargado de aires renovadores, y para muchos, de una decisión firme por hacer deporte. Pero ojo, el deporte es cosa de tiempo. Si no calientas motores pueden surgir contusiones musculares, contracturas y lesiones de otra índole. Para estar prevenido, hazle un sitio en tu botiquín a sprays y geles musculares diseñados para calmar y aliviar dolores articulares y musculares. Nunca te olvides de tener analgésicos y medicamentos antiinflamatorios, vigilando siempre las fechas de caducidad y renovándolos en caso de que ésta se haya pasado.
Adelántate a la alergia
Si estás entre el amplio número de personas que en primavera no tienen más remedio que ir con el pañuelo, los colirios y los descongestionantes nasales a donde quiera que vayan, lee con atención, y adelántate a los molestos síntomas de la rinoconjuntivitis alérgica. Para atenuarla no hay nada como mantener limpias las vías altas: los sueros fisiológicos y los descongestionantes nasales te ayudarán a despejar la nariz y hacer que recobre sus funciones olfativas y gustativas. Y ten cuidado con abusar del pañuelo, ya que hacer demasiados esfuerzos al sonarte puede traer consigo pequeños sangrados de nariz. Si esto llega a ocurrirte levanta la cabeza hacia arriba y sostén un brazo en alto. A continuación aplícate algún cicatrizante nasal. Para el picor y el lagrimeo continuo de ojos no hay nada como un colirio astringente de acción descongestiva, tónica y antiséptica. Estos productos te harán la primavera más agradable, con la ventaja de que podrás utilizarlo tantas veces como quieras, por su inocuidad y ausencia de efectos secundarios.
Para el tratamiento de la alergia, ya sea al polen o a otro tipo de alérgenos como el polvo o el pelo de los animales, los antihistamínicos de una sola dosis diaria resultan muy cómodos y alivian los síntomas. Aunque existen algunos de segunda generación que no producen efectos secundarios como la somnolencia y que están indicados para grupos de riesgo (niños y ancianos), la gran mayoría pueden provocarla, por lo que deberás tener cuidado si vas a conducir bajo sus efectos. En caso de que estés bajo tratamiento a largo plazo con corticosteroides, no olvides tener a mano alguna crema indicada para cuidar tu piel y prevenir procesos eczematosos y enrojecimiento de la piel.
Ojo con las dermatitis
Si tienes una piel delicada y padeces alguna enfermedad cutánea inflamatoria y pruriginosa del tipo dermatitis atópica, de contacto, o sufres algún proceso alérgico cutáneo o eczema, ten a mano alguna crema con principios activos naturales, de acción antiinflamatoria y antipruriginosa que al mismo tiempo cicatrice, reduzca y mejore las lesiones y descamaciones. Debe presentar además una alta tolerancia a todo tipo de pieles.
Si estás decaído o bajo de moral?
La primavera tiene un reverso no demasiado agradable para los que presentan el famoso cuadro conocido como astenia primaveral, caracterizado por un debilitamiento muscular y nervioso, una sensación continua de sueño y un decaimiento físico y psíquico importantes, que puede desaparecer o no a medida que nuestro cuerpo se acostumbre a los cambios climáticos y modifique sus ritmos biológicos. Aunque al pensar en esta estación, automáticamente la relacionemos con sol, flores, buen tiempo y excursiones, la primavera agrava muchos cuadros de depresión y trae consigo una alta carga de decaimiento. En estos casos, no hay nada como tener a mano algún tónico reconstituyente o algún complejo multivitamínico que restaure las energías perdidas y te ayude a recargar las pilas. Pero eso sí, nunca los tomes sin el consejo de tu farmacéutico.
¿Desajustes internos?
Los cambios de tiempo pueden traer desajustes internos relacionados con los hábitos de evacuación y provocar estreñimiento. No desesperes, ya que suele tratarse de un problema pasajero que requiere de tiempo para que nuestro organismo se acostumbre. Para combatir el estreñimiento aumenta el consumo de agua (el agua reblandece las heces y las hidrata) y toma mucha fibra natural. Una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y pobre en especias, productos elaborados y bollería industrial es la más recomendable. Pero no olvides que hay muchos suplementos de fibra que te harán la tarea de ir al baño mucho más llevadera. En el caso de que tu estreñimiento vaya a más, puedes utilizar el laxante que más te convenga, para lo que podrás consultar a tu farmacéutico entre la amplia gama que existe en el mercado. Si tienes planificado hacer un viaje, y en lugar de con estreñimiento tu organismo responde con la otra cara de la moneda, mete en tu neceser alguna bebida suerorada o alguna sal de rehidratación oral, que tan útiles han demostrado ser para cortar las diarreas que con facilidad se pueden producir, por ejemplo, con los cambios de agua o de alimentación.
¿Osteoporosis?
Aprovecha el sol
Los huesos son elementos dinámicos y vivientes, compuestos por tejidos vivos que experimentan un proceso de remodelación constante a lo largo de nuestra vida. Durante esa remodelación, el hueso antiguo es reabsorbido y reemplazado por hueso nuevo, a lo que contribuye fundamentalmente el aporte diario de calcio, mineral imprescindible en la formación de hueso nuevo, y que en caso de osteoporosis conviene tomar en forma de suplementos farmacéuticos. En este proceso de formación de hueso, el sol toma parte activa, puesto que es fuente principal de vitamina D, fundamental para la absorción de calcio. Tanto es así, que la exposición a la luz solar durante tan solo 10-15 minutos por día es suficiente para estimular la formación de vitamina D. Tanto si tienes osteoporosis como si no, recuerda que el sol de la primavera que se avecina es muy beneficioso. Si además tomas suplementos de calcio contribuirás a que el hueso esté bien alimentado y dispuesto para su renovación. Para prevenir la osteoporosis, las proteínas ricas en isoflavonas contenidas en la soja son de gran ayuda a la hora de renovar la masa ósea. Las isoflavonas son un tipo de fitoestrógenos que aumentan significativamente la densidad mineral ósea vertebral en mujeres postmenopáusicas, ¿por qué no tenerlas en cuenta?
El baño
y la higiene íntima femenina
Aunque el invierno se asocie con un mayor número de infecciones vaginales (provocadas por hongos o micosis, por parásitos, o por el germen gardnerella que provoca la llamada vaginosis bacteriana, de transmisión sexual), el calor y la humedad también las propician, de manera que la higiene íntima de la mujer tiene que ser atemporal. Mantener el pH de la zona vaginal inalterado es lo primero para descartar cualquier infección, sobre todo si estás bajo tratamiento antibiótico (el consumo de antibióticos puede alterar la flora vaginal). Si en tu neceser no has incluido un producto específico para esta zona, no olvides hacerlo ahora que sabes que las propiedades de esta zona tan delicada en nada se asemejan a las del resto del cuerpo. Además de una cuestión de aseo es una cuestión de salud y protección. Si estás embarazada, los cuidados de esta zona deberán duplicarse.
A cada zona, la mejor hidratación
También en primavera, cada zona de tu cuerpo se ve agredida de forma diferente por los agentes desestabilizadores. Si no las quieres tratar con el mismo rasero, aprende a conocer sus necesidades, de la cabeza a los pies:
- La piel del rostro es fina y delicada y, por lo tanto, está más expuesta a las inclemencias del tiempo. Si no la hidratas correctamente con una hidratante por la mañana y con una nutritiva por la noche tu piel se volverá áspera, sin brillo y muy sensible. Presta especial atención al contorno de ojos y labios y trátalo con otra crema específica para estas zonas. A la hora de afeitarte es importante elegir una espuma suave que no irrite la piel y que al mismo tiempo la hidrate y la dulcifique.
- La piel del cuello es aún más fina que la de la cara, y además, cuenta con menos cantidad de glándulas sebáceas. Para esta zona puedes utilizar la misma crema hidratante que la de la cara para el día y otra específica por la noche que sea rica en aceites vegetales.
- La piel de los labios es la más fina de todas y el lugar que más se reseca en invierno y en verano. Para mantenerlos correctamente hidratados y protegidos, aplícate un protector labial o crema de cacao.
- La piel de piernas, rodillas, brazos y codos, aunque gruesa, también se deshidrata, a lo que contribuye el roce de la ropa. La falta de hidratación se vislumbra en el aspecto agrietado y blanquecino. Nunca dejes de hidratarla con una leche hidratante después de la ducha o con aceites vegetales (por ejemplo de almendra dulce).
- La piel de las manos tiene dos caras: la palma es bastante resistente, pero la piel del dorso de la mano es fina, delicada y con poca cantidad de glándulas sebáceas. Las manos son una de las partes del cuerpo más expuestas al frío y a los rayos solares, dos agentes fundamentales de deshidratación, sin contar con que la frecuencia con la que solemos lavárnoslas resulta también perjudicial si no lo hacemos correctamente: así pues, utiliza jabones hidratantes específicos para las manos cada vez que te las laves y siempre que puedas, aplícate una crema específica para manos una vez estén secas.
- La espalda también se deshidrata, sobre todo porque recibe el agua caliente de la ducha. Para hidratarla, aplícate un aceite de baño junto a la crema hidratante de cuerpo que uses normalmente.
- La piel de la barriga, el pecho y las nalgas, cuando está deshidratada y seca, muestra una gran tendencia a las estrías. Por lo tanto, para prevenirlas, hidrata estas zonas con hidratantes potentes que contengan una alta concentración de nutrientes, especialmente indicados en la prevención de estrías.
- La piel de los pies, al ser más gruesa, tiene tendencia a la aparición de callos, grietas y asperezas, a lo que contribuye el roce con los zapatos. Aplícate una o dos veces al día hidratantes que contengan sustancias emolientes, como colágeno, ácido hialurónico, ceramidas o aceites vegetales.
¿Y el pelo?
El cabello también tiene necesidad de hidratación, puesto que también él se ve afectado por los agentes externos desestabilizadores. Para nutrirlo e hidratarlo en profundidad, utiliza productos ricos en proteínas y de vez en cuando somételo a sesiones de hidratación capilar. Respecto a la caspa, ésta mejora en primavera y verano, pero no desaparece por completo. Si tienes caspa o algún tipo de alopecia, utiliza algún champú específico que ayude a eliminarla y le preste a tu pelo el aspecto que siempre habías deseado.
Salud bucal, salud general
En la higiene diaria no debe faltar nunca un buen cepillado de dientes. Y para que éste sea completo, en ningún caso podrás prescindir de:
- Un correcto cepillado con un buen cepillo dental de cerdas de tynex con las puntas redondeadas para que no dañe el esmalte, capaz de llegar a todos los intersticios de los dientes y evitar la formación de placa bacteriana. No hay que olvidar nunca terminar el cepillado con una limpieza lingual, ya que aquí se acumulan multitud de bacterias (en caso de halitosis conviene incluir siempre en tu neceser un limpiador lingual). El cepillo de dientes conviene cambiarlo cada tres meses.
- Una buena pasta dental, que sea rica en flúor y que tenga capacidad de inhibir la formación de placa bacteriana, responsable de enfermedades dentales como la gingivitis (inflamación de las encías y de la zona gingival como consecuencia de la acumulación de placa bacteriana entre los dientes y las encías, y que provoca sangrado habitual) o la periodontitis (inflamación de las estructuras de soporte del diente que tiene su origen en una gingivitis no tratada).
- Un buen colutorio, ya sea diario o semanal. Los hay de muchas clases. Sólo tienes que elegir el que más te convenga: para prevenir las caries (fluorados), para prevenir infecciones (antisépticos) o para prevenir la formación de placa (colutorios «antiplaca») o combatir el mal aliento. Para esto último, los chicles resultan muy útiles, y tienen la ventaja de que en situaciones de emergencia también limpian la boca y le proporcionan frescor. Los enjuagues bucales deben realizarse durante un minuto y en medidas de 15 ml. Tampoco debe ingerirse nada por boca hasta transcurridos al menos 15 minutos.